Alberto Berna: “Si quieren convertir la liga en una bandera feminista, que lo digan"

El entrenador del Zaragoza Club de Fútbol Femenino denuncia la poca preparación y el desconocimiento del reglamento de las árbitras de Primera División.

Alberto Berna protesta a la colegiada Olatz Rivera, en el partido del domingo ante el Albacete y en el que acabó expulsado.
Alberto Berna protesta a la colegiada Olatz Rivera, en el partido del domingo ante el Albacete y en el que acabó expulsado.
Guillermo Mestre

“El nivel del arbitraje este año es de Territorial”. “Nos sentimos muy maltratados por el arbitraje”. “Las árbitras nos castigan cada semana y no pasa nada”. “Nos debe pitar gente preparada, y no chicas que están aprendiendo”. El entrenador del Zaragoza Femenino, Alberto Berna, alza la voz. La última gota que ha colmado el vaso de la paciencia del técnico aragonés llegó en el partido que su equipo jugó este domingo en casa contra el Albacete, cuando la colegiada Olatz Rivera, del comité vasco, no pitó un “penalti clarísimo, una parada espectacular de una jugadora rival, con las dos manos, como si fuera una portera de balonmano”, relata Berna. El preparador elevó el tono de la queja, “era penalti y expulsión”, y acabó fuera del campo. Se habían disputado 15 minutos de partido en el Pedro Sancho. El resultado (0-1) podría haber sido otro.

Berna lleva 11 años al frente del primer equipo del Zaragoza Club de Fútbol Femenino (antes Transportes Alcaine). “Peleando por una liga profesional, de calidad y nivel. Por dar visibilidad al fútbol femenino”, afirma. Pero ha sido esta temporada, cuando el nivel de la crítica ha crecido hacia un colectivo que “carece de preparación y experiencia”.

“Se había conseguido la temporada pasada un nivel de arbitraje serio, con árbitros de Segunda B de otras comunidades. Y de golpe y plumazo se cargan la estructura, porque si hay una Liga Iberdrola femenina también tiene que haber árbitras en el campo. Pero, ¿será con conocimientos y experiencia pitando partidos, no? Algunas no se saben ni la reglamentación y, en muchos casos, les sobrepasa la situación. Lo siguiente qué será, ¿que no haya entrenadores hombres en los banquillos?”, censura Berna.

La Primera División, bautizada como Liga Iberdrola, cuenta esta campaña con 20 árbitras. Una iniciativa que partió del Comité Técnico de Árbitros (CTA) de la RFEF, que lidera la ex asistente internacional, Marisa Villa, que dio forma a este grupo de élite, en el que muchas de las protagonistas son debutantes en la categoría. Y tres de ellas –Marta Frías (Aragón), Marta Huerta de Aza (Canarias) y María Dolores Martínez (Murcia)– tienen la categoría internacional (FIFA). Se han disputado diez jornadas y el enfado es mayúsculo en muchos equipos.

“Esto no va de machismo o feminismo. Queremos igualdad y profesionalidad. Si quieren convertir la Liga Iberdrola en una bandera feminista, pues que nos lo digan. Pero estarán destruyendo un proyecto por el que mucha gente hemos trabajado. Todos queremos dar visibilidad al fútbol femenino, pero no así porque se lo están cargando”, afirma Alberto Berna.

El Zaragoza Femenino ocupa la última posición, sin conocer aún la victoria. Solo ha sumado dos puntos, tras sendos empates contra el Huelva (1-1) y el Granadilla tinerfeño (1-1). Fue precisamente en este encuentro disputado en la capital aragonesa cuando el entrenador Toni Ayala acusó a la colegiada Olatz Rivera -la misma que la del choque de este domingo- de “inexperta”; la mandó "quedarse en casa, si no tiene nivel", y señaló que el colectivo lo forman “niñas que están aprendiendo”. “Él lo denunció, de una forma no ortodoxa la verdad, y le abrieron un expediente. Pero es una opinión general de muchos compañeros. Nadie alza la voz ya que si no te tachan de machista”, apunta Berna.

El técnico no quiere ver “una mano negra” hacia su equipo porque reconoce que el Zaragoza Femenino tiene un problema deportivo. “Nuestras delanteras no marcan. Sabíamos que esta temporada iba a ser compleja. Pero hay demasiadas trabas alrededor del equipo y nos sentimos muy perjudicados por el arbitraje. Albacete, Huelva, Levante, Tenerife… Las jugadoras se ponen nerviosas, comenten faltas… Quizá la mitad de las tarjetas amarillas que llevamos sean por protestar. Pero todo tiene un por qué”, desarrolla Berna, que puede ser castigado con hasta tres partidos de suspensión.

En caliente, el entrenador señaló el domingo que había que hacer un escrito a la RFEF para saber qué está pasando con el Zaragoza Femenino. Desde el club, el vicepresidente Rubén Alcaine señala que “nos estamos informando antes de presentar una queja”. El directivo sí que lamenta la “precipitación” de los estamentos del fútbol al subir a las colegiadas a la máxima categoría nacional “sin rodaje ni preparación”. “Estoy encantado con que haya árbitras en la Liga Iberdrola, pero que el campeonato femenino no sea la excusa para meterlas con calzador en la competición. Los árbitros van ascendiendo de categoría y, en este caso, tendría que ser igual. Creo que se han precipitado”, concluye Alcaine.

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