La crecida del Ebro inunda el campo de fútbol de Monzalbarba

La rotura de una mota ha provocado la inundación de las instalaciones de este modesto club, que pide soluciones.

Así han quedado las instalaciones del club
La crecida del Ebro inunda el campo de fútbol de Monzalbarba
At. Monzalbarba

La rotura de la mota en Monzalbarba que protegía este barrio rural de la crecida del río Ebro no solo obligó a desalojar el pasado martes a una veintena de personas y provocó que el agua inundara varias casas, sino que también ha dejado impracticable el campo de fútbol del Atlético Monzalbarba y ha causado numerosos daños en sus instalaciones. 


"Todavía no hemos podido hacer una evaluación definitiva, porque ni siquiera nos dejan entrar, ya que está todo inundado", indica Mariano Acirón, presidente de este modesto club. "Si no se rompe la mota no pasa nada, pero si no aguanta viene todo el agua para el campo, ya que está cerca del río y en desnivel, por lo que no tenemos protección", dice el dirigente, quien asegura que no es la primera vez que pasa. 


"Como no habían dado el aviso de crecida extraordinaria no habíamos puesto a resguardo las lavadoras ni el cortacésped, así que suponemos que habrán quedado inservibles. Las camisetas estarán por allí flotando, y el bar también está inundado", se lamente Acirón, quien también está preocupado por el estado del campo: "Es de césped natural y está completamente encharcado. Cuando se vaya el agua se quedará cubierto de barro, así que este fin de semana será imposible jugar".


Por suerte, solo uno de los tres equipos con los que cuenta el club tenía su partido en el campo del Monzalbarba, por lo que el club se pondrá en contacto con la Federación Aragonesa para trasladar el encuentro a otras instalaciones. "Para las próximas semanas ya veremos, tendremos que hablar con el Garrapinillos, el Utebo o algún otro club cercano para ver si nos echan una mano...", comenta el presidente. 


Tras la inundación, los responsables del club reclaman unas soluciones que ya llevan demandando mucho tiempo. "Antes de la crisis se hizo un proyecto para hacer el campo de fútbol artificial y trasladarlo a otra ubicación, ya que en este lugar ocurriría lo mismo si se desborda el Ebro, pero quedó en agua de borrajas", asegura Acirón, quien pide al Ayuntamiento de Zaragoza que no se olvide de los barrios rurales ni de los clubes más modestos.