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Las claves del proceso concursal

REAL ZARAGOZA

Agapito Iglesias y su Real Zaragoza se enfrentan ahora a un largo y complejo proceso que comenzó ayer, con la entrega de la solicitud para entrar en Ley Concursal, y que podría durar varios años.

Las claves del proceso
HERALDO

Después de haber sufrido hasta el último minuto para seguir respirando un año más en Primera y de convencer a Javier Aguirre, para que continúe la próxima campaña en el banquillo de La Romareda, Agapito Iglesias y su Real Zaragoza se enfrentan ahora a un largo y complejo proceso que comenzó ayer, con la entrega de la solicitud para entrar en Ley Concursal, y que podría durar varios años. Si el juez correspondiente admite la petición zaragocista, el presidente de la entidad y tres administradores (dos nombrados por el juez y un representante de los acreedores) intentarán reducir la deuda de la SAD (unos 90 millones de euros) para que Zaragoza pueda seguir disfrutando del fútbol.

¿Qué es la ley concursal y cuándo se aplica?

La Ley Concursal es una norma a la que se acogen las sociedades cuando se encuentran en una situación de insolvencia y no pueden afrontar sus pagos de manera regular. El concurso, que en 2004 sustituyó a la Ley de Suspensión de Pagos (conllevaba la disolución de las empresas insolventes, cuyos bienes eran embargados), establece una serie de medidas para facilitar que la sociedad llegue a un acuerdo con los acreedores, reduzca la deuda y aplace su abono. La aplicación de la Concursal la pueden solicitar el propio deudor -concurso voluntario- o los acreedores -necesario-. En principio, no conlleva riesgo de desaparición para el Real Zaragoza, pues el concurso de acreedores está pensado para garantizar la supervivencia de una sociedad a través de la reducción ordenada de la deuda, que puede llegar a disminuir hasta en un 50 por ciento. Además, durante el tiempo en que el club está bajo supervisión, no pueden sufrir embargos ni recibir denuncias por impago. Es decir, la ley suministra 'oxígeno' a sociedades que, de otro modo, tendrían pocas opciones de seguir respirando.

¿Cómo se desarrolla el proceso?

Para iniciar el concurso de acreedores voluntario, el Real Zaragoza presentó ayer en el juzgado la solicitud correspondiente, que debe incluir información sobre la situación contable del club, su patrimonio o una relación de todos sus acreedores. Desde ese momento, el juez tiene un mes para aceptarla o rechazarla, aunque la duración del proceso se suele reducir a 10 ó 15 días. En caso de dar el visto bueno a la petición, comunicará el nombre de los tres administradores concursales que supervisarán la gestión económica de la SAD: un abogado; un auditor, economista o titulado mercantil; y un representante del acreedor mayoritario (en la mayoría de los casos, Hacienda). Este equipo de rescate tendrá entre dos y tres meses para evaluar la situación del Real Zaragoza, así como su patrimonio y la cuantía de su deuda, antes de comenzar a trazar el plan para reducirla. Agapito Iglesias ya ha llegado a acuerdos con varios de los acreedores de la SAD, lo que podría agilizar el proceso.

¿Quién se encargaría de gestionar el Real Zaragoza?A diferencia del llamado concurso necesario, el voluntario -declarado a instancias del Real Zaragoza-, permitiría a Agapito seguir llevando las riendas de la SAD, aunque todos los elementos de su gestión estarían bajo la tutela de los tres administradores concursales. Es decir, el presidente podría seguir tomando las decisiones económicas y deportivas del Real Zaragoza, pero sus resoluciones podrían ser vetadas por este trío de supervisores o, incluso, por el propio juez. ¿Cuáles son las funciones de los administradores?

Este equipo de rescate económico, compuesto por los tres administradores concursales, se encarga de identificar el patrimonio de la sociedad y evaluar su deuda. Una vez acabada la auditoría, los supervisores realizan un plan de viabilidad económico para controlar los gastos, liquidar a corto plazo el 50 por ciento de la deuda, pactando los pagos con los acreedores. Si aún así no se consiguiera encoger la deuda o la actitud de Agapito fuese considerada inapropiada por el juez, este podría dar todo el poder del Real Zaragoza a los administradores.

¿Cómo se reduce la deuda?


La reducción de la deuda se consigue gracias a acuerdos con los acreedores, a quienes se les propone renunciar a parte de su dinero a cambio de asegurarse que recibirán la cantidad pactada. Lo normal es que la quita (parte a la que renuncian los acreedores) se aproxime al 50% de la cantidad adeudada, por lo que el déficit del Real Zaragoza se podría reducir a la mitad. Para la aprobación de este convenio es necesario que la propuesta de pagos presentada por la SAD y sus administradores cuente con el apoyo de al menos el 50% del capital adeudado. Además, se confecciona un calendario de prioridad de cobros, en el que se diferencia entre acreedores privilegiados (plantilla y trabajadores del club, administraciones públicas...), que son los primeros en cobrar, acreedores ordinarios y subordinados, entre los que se encontraría el propio Agapito.

¿Cuáles serían los efectos deportivos en el Real Zaragoza?

En principio, el concurso voluntario no debería afectar a la parcela deportiva del club, por lo que Agapito podrá mantener su política de fichajes, aunque todas las operaciones deberán ser supervisadas y aceptadas por el trío de administradores. Además, el empresario soriano ha decidido anticiparse a la reforma de la Ley Consursal (se encuentra en fase de enmiendas en el Parlamento), una versión más dura que la actual que castiga con el descenso de categoría y otras multas para los clubes que opten por esta vía. Además de evitar las posibles sanciones deportivas, Agapito regatearía la posibles prohibiciones de inscribir nuevos futbolistas que podrían derivarse de las denuncias por impago.

¿Cuándo acaba el proceso?

Aunque los planes de viabilidad en estos casos de concurso suelen contemplarse para un plazo de cinco años, el tiempo de duración del proceso lo determina la evolución de la situación económica del club. Es decir, cuando el procedimiento alcance su finalidad y haya cumplido el convenio o haya satisfecho las deudas de todos los acreedores.

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