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El balonmano honra a Fernando Bolea

El deporte aragonés tributó en la mañana de este domingo un homenaje al legendario jugador, que se encuentra postrado en una residencia de Salamanca a causa del alzheimer.

Foto de familia con los equipos del Bada Huesca y del Casademont Zaragoza.
Foto de familia del homenaje con los equipos del Bada Huesca y del Casademont Zaragoza.
Toni Galán

Fernando Bolea perdió la memoria. El maldito alzheimer se la arrebató. Su memoria es ahora la gente que lo recuerda. Por tanto, pese al alzheimer, pese a que se encuentre postrado en una residencia de Salamanca, su memoria sigue siendo mucha. La memoria de los que le vieron nacer en Corazonistas con Alfonso Mateo. La memoria de los que ayudaron en su crecimiento en la cátedra de Valladolid. La memoria de los que gozaron como nunca cuando conquistó la Copa de Europa con ese equipo que también fue nuestro equipo, el Bidasoa de Irún. La memoria de los que disfrutaron de este extremo de leyenda en la selección española en Barcelona 92. La memoria de los comprobaron cómo se volvía a levantar el balonmano en Zaragoza con el CAI Aragón. Y es que, aunque haya perdido la memoria, imposible olvidar a Fernando Bolea.

Todo esa gente, esto es, toda la gente del balonmano, se reunió este mediodía en el pabellón Siglo XXI en memoria de la ausencia Fernando Bolea. También jugaron el Bada Huesca y el Casademont Zaragoza, una magnífica coartada en esta mañana de recuerdos. Asistieron Cristina, esposa de Fernando, y Maica, su madre. Las instituciones también respondieron a la llamada. Desde Mariano Soriano, director general del Deporte del Gobierno de Aragón, a Cristina García, edil de Deportes del Ayuntamiento de Zaragoza. Por la Federación Aragonesa, su presidente, Juan Carlos Caamaño. Desde Irún tuvo el detallazo de asistir Borja Olazábal, concejal de Deportes de la ciudad guipuzcoana. No hay que olvidar que para Fernando su equipo siempre fue el Bidasoa. Por el Bada Huesca, Pachi Giné. El Casademont Zaragoza, además de por su presidente, Pablo Hernández, y los directivos Sergio Durbán y Juanma Giménez Múgica, también estuvo abanderado por los consejeros de la entidad Artemio Echeverríbar y Alberto Sainz. En el palco, también fue visible la presencia de Javier García Cuesta. Junto a Juan de Dios Román, García Cuesta es el padre del balonmano español. Seleccionador español en Barcelona 92, siempre fue un ferviente admirador de Bolea. A su lado, el zaragozano Antonio Jerez, internacional español juvenil, y Félix Brocate, exárbitro internacional y exdirector general del Deporte del Gobierno de Aragón.

Pocas personas conocían a Bolea como Brocate. Igual dentro que fuera de la pista. La veneración que sentía y siente Brocate por Fernando Bolea es delatora, esclarecedora. El caso es muy semejante al del fallecido Óscar Mainer. Complicado engañar a Brocate, muy complicado… Con y sin gafas, dentro y fuera de la pista, Brocate te mira y en tres segundos te hace un escáner exacto, más preciso que un TAC. Desde luego, si Félix quiere tanto a estos dos añorados jugadorazos es por algo. Por algo que va mucho más allá de la admiración deportiva. Por algo relacionado con la integridad humana. Igual dentro que fuera de la pista, reitero.

Fuera del palco, pero igualmente emocionados, José Luis Tejel, entrenador del añorado Helios y padre del balonmano aragonés. También en la grada, Fernando y Pepe Arcega, siempre muy cercano a Bolea. Y David Rodríguez, el benjamín de ese Bidasoa que obró la hombrada de levantar una Copa de Europa en Zagreb. Y también Sergio de la Salud, el central que Bolea se trajo del Barça para ascender a Asobal al CAI Aragón. E Ibai Cano, el zurdo con mano de cirujano. Y Amadeo Sorli, el jugador total. Y Chuchi Gómez Pitarch, que tanto quería y quiere a Bolea. Y todos, en ese abrazo infinito que llegaba hasta Salamanca.

En la pista, aunque este domingo lo esencial no era la pista, el Bada Huesca de José Francisco Nolasco demostró que es equipo de Asobal. Ganó con autoridad, de principio a fin (29-42), a un Casademont que pretende ascender a División de Honor Plata. Con un par de refuerzos, probablemente lo consiga. Sería muy bueno para el balonmano zaragozano. Así, el próximo figura que salga, el próximo Fernando Bolea, lo disfrutaremos en casa. De momento, y eso no nos lo podrá quitar nadie, nos queda su memoria.

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