El Balonmano Aragón inicia este martes, con el enfrentamiento contra el Barcelona Intersport su particular ascenso a los Alpes de la competición liguera en la que tendrá que medirse de forma consecutiva a los conjuntos más potentes de la Asobal. 

El conjunto zaragozano se enfrentará, desde este martes y hasta el próximo ocho de diciembre en la decimotercera jornada liguera, a los cuatro primeros clasificados de la competición (Barcelona, At. de Madrid, Naturhouse La Rioja y Reale Ademar), además de tener que afrontar, entre dichos encuentros, la eliminatoria de tercera ronda de la Copa EHF contra el Eskiltuna Guif sueco.

La primera dificultad en superar es la del líder de la liga, que llega después de que el conjunto maño haya cortado una racha de dos derrotas consecutivas tras el triunfo obtenido en la pasada jornada contra el Cuatro Rayas Valladolid.

Esto le hace mirar el encuentro frente al conjunto de la Ciudad Condal con la lógica dificultad de enfrentarse a uno de los mejores de Europa y del mundo, pero con el refrendo moral de haber aparcado la pequeña crisis por la que parecía atravesar.

El BM Aragón había caído de manera inesperada en el derbi aragonés contra el BM Huesca en la jornada séptima y en la octava sucumbió en su visita a la pista del Granollers (34-28) pero consiguió recuperarse frente al conjunto pucelano.

La plantilla del equipo naranja espera recuperar, para el enfrentamiento contra el conjunto barcelonés, la solidez que había mostrado en su pista en temporadas precedentes en donde solo los equipos más potentes eran capaces de puntuar, pero que en esta se ha visto asaltada por rivales teóricamente al alcance del Balonmano Aragón como el BM Huesca o el Villa de Aranda, que se llevaron los puntos del pabellón Príncipe Felipe.

La mejoría física experimentada, aunque no están todavía al cien por cien, tanto por Demetrio Lozano como por Sergio Ruiz, que llevan desde el inicio de temporada arrastrando problemas, ayudará también al equipo, como lo hizo contra el conjunto castellano-leonés, a tener más opciones, tanto en defensa como en ataque.

En la pista zaragozana todos los grandes han caído en alguna ocasión y a eso se aferra la plantilla de Mariano Ortega para pensar en que es posible romper los pronósticos.

Sin embargo, también parece claro que para que eso ocurra hay que acudir al tópico de que el conjunto inferior tiene que jugar a su mejor nivel mientras que el superior no estar inspirado porque, en caso contrario, se antoja casi imposible.

El encuentro, correspondiente a la décima jornada de liga, se jugará este martes, a partir de las 20.30, en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza con arbitraje de los colegiados Bustamante López (Navarra) y Álvarez Mata (País Vasco).