baloncesto

Historia que tú hiciste, CAI Zaragoza

El público se partió las manos ovacionando a los integrantes del añorado CAI ganador de dos Copas del Rey. Antonio Martín honró la efeméride con su presencia

Antonio Martín entrega el reconocimiento a José Luis Rubio. Detrás, los campeones.
Antonio Martín entrega el reconocimiento a José Luis Rubio. Detrás, los campeones.
José Miguel Marco

No se marchita la Copa del Rey del 83, la más hermosa flor de la juventud de la ACB. El recuerdo de su perfume perdura. Aroma inconfundible e indiscutible de equipo ganador, de ese CAI que, en Zaragoza y en el nombre de Zaragoza, descorchó el champán del baloncesto español moderno con su histórica victoria ante el todopoderoso Barça (81-78). El hito cumplió el pasado viernes 40 años, pero, como ayer pudimos ver y sentir, no lo olvidaremos jamás. Esos valientes que encarnaron nuestros sueños fueron reconocidos en el descanso del encuentro entre el Casademont y el UCAM Murcia junto a los ganadores de la otra Copa del Rey, la del 90. Suya es la gloria eterna, dueña ‘forever’ de muestra memoria selectiva. Imborrable.

Antonio Martín, hermano del primer españolito que saltó a la NBA, Fernando Martín, y actual presidente de la ACB, honró al CAI y a Zaragoza. Y también al Casademont, el club que desde hace dos décadas sostiene el estandarte del baloncesto zaragozano de élite. Llegados aquí, procede referirse a Reynaldo Benito, presidente del Casademont. La bondad es el mejor indicador de superioridad: ayer, Reynaldo cedió todo el protagonismo a estos héroes, a nuestros héroes de leyenda.

Había llegado el careo a su descanso con un inquietante 34-38. Y así, entre canciones de Héroes del Silencio, comparecieron en el ruedo los toreros. Primero, los del 83, que en el caso de Fernando y Pepe Arcega y Paco Zapata son los del 83 y los de siempre. También, Indio Díaz, Capablo, Carpi y Paco Binaburo. Después, los del 90, con Chuchi Carrera, Alberto Angulo, José Miguel Hernández y Luis Melendo. Todos haciendo corro a esos dos trofeos que constituyen una porción esencial del patrimonio sentimental del baloncesto aragonés y, por qué no decirlo, del baloncesto ACB.

Y después de Bunbury, sonó el ‘No te quieres enterar’ de Concha Velasco, que ayer nos dejó, aunque, como ayer escuchamos, tampoco nos dejará jamás. ‘Que te quiero de verdad...’ entregado por Antonio Martín al padre de la criatura, a José Luis Rubio, ese visionario que parió un equipo que sigue siendo santo y seña de la ACB: solo Madrid, Barça y Baskonia han conquistado más Copas del Rey que las dos que colecciona el CAI. Y el CAI sigue poseyendo los récords de los jugadores que lo hicieron grande: los máximos anotadores (Mark Davis y Leon Wood), el máximo triplista (Andy Toolson) y el máximo reboteador (Kevin Magee). Y junto a Magee, tampoco podemos olvidar a Jim Allen, a Charli López Rodríguez, a Manel Bosch... Y Quique Andreu, que ayer no pudo estar, pero sí acudió al Ayuntamiento el viernes. Igual que Magee, nos dejó Alexander Belostenny y su tapón y el bloqueo coronado en triple de Davis en el 90. Historia que tú hiciste... Historia que vosotros hicisteis, campeones.

Y después de los gritos unánimes de «¡CAI, CAI!» en ese descanso al que habíamos llegado con el gotero (34-38), una reacción también para recordar. Parcial de salida al tercer cuarto de 18-2. De 34-38 a 52-40, con recital de Bell-Haynes y Mark Smith. Más o menos, como el roto de 16 puntos seguidos en la final del 83 ante el Barça. En esa ocasión, el Barça anotó seis puntos en mitad del cierzo huracanado que le dio un aire nuevo al baloncesto español. Vamos a recordarlo. Quedan 6.56, 61-66 en el marcador. Pasos de De la Cruz. Tiempo de Najnudel. Chavales, a por ellos. Canasta de Jim Allen tras rebote en ataque, canastón desde su casa de Bosch (hoy sería triple), Fernando Arcega entrando hasta la cocina, Magee, otra de Magee a tabla, otra de Bosch, canasta desde la esquina de Charli (hoy sería triple) y bandeja de Charli en las narices de Sibilio. Solo Starks (2 canastas) y Epi anotaron por los catalanes en medio de la locura aragonesa. Cuando a falta de 3.10 Antonio Serra pidió tiempo muerto con 77-72, el título ya tenía dueño: el CAI Zaragoza, los valientes ayer honrados, los valientes que cambiaron el baloncesto español.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión