baloncesto
El Casademont Zaragoza también pierde ante el penúltimo clasificado
El equipo aragonés cede ante el Breogán (82-77), tras desvanecerse en el último cuarto, y compromete sus opciones de permanencia en la Liga Endesa.
El Casademont Zaragoza también perdió en Lugo, en la pista del penúltimo clasificado (82-77), y compromete drásticamente sus opciones de salvación. Transcurridas 11 jornadas de la Liga Endesa, el cuadro aragonés acumula tres únicas victorias, todas ellas como local, y sigue ofreciendo numerosas dudas en su juego. Lejos de encontrar soluciones, presenta una involución sorprendente, muy preocupante, y exhibe un baloncesto plano, anárquico y descontrolado; sin una propuesta colectiva solvente.
Contra el Breogán, el equipo de Porfirio Fisac se mantuvo por delante durante la primera media hora, impulsado por los puntos de Bell-Haynes (20) y Smith (19), y sostenido por momentos por la puntería de McFadden en el tiro exterior.
Sin embargo, el partido llegó abierto al tramo definitivo. Y en los momentos de fragor, el equipo visitante se descompuso con una facilidad imprevista, castigado repetidamente por la capacidad de anotación de Anderson y Jogela. El último acto, con hasta 30 puntos encajados, evidenció la fragilidad de los zaragozanos, que se quedaron sin respuestas en los instantes decisivos de la contienda. Fue una batalla tensa, emocionante, resuelta por detalles minúsculos, que se adjudicó el Breogán por su mayor convicción, intensidad, compromiso y espíritu de sacrificio.
Y eso que el Casademont fue mejor en el inicio. Firme atrás, sin apenas fisuras, supo neutralizar la mayoría de las ofensivas de su oponente. Rebasado el ecuador del primer acto, toda la productividad de los locales atendía a un triple de Juan Fernández y dos tiros libres de Sajus. Mientras, el cuadro aragonés había golpeado con dos lanzamientos desde el perímetro, ejecutados ambos por Bell-Haynes, y con las acciones de Jahlil Okafor en la pintura (5-12).
De nuevo Bell-Haynes, ahora con un penetración, volvió a hallar importantes grietas en el sistema defensivo de los gallegos. Después de una canasta de Mark Smith, el entrenador de los locales, Veljko Mrsic, tuvo que detener el encuentro a los siete minutos de juego.
Tras el tiempo muerto, y con las primeras rotaciones, el Breogán elevó sus prestaciones en los dos lados de la pista. De hecho, se situó a sólo 2 puntos (14-16), tras un triple de Anderson y dos jugadas culminadas por Rudan. Smith y McFadden, desde más allá del arco, aportaron oxígeno a los zaragozanos cuando los locales amenazaban con voltear el marcador (16-23). Por entonces, el Casademont presentaba un 80% de efectividad en los lanzamientos triples, tras haber convertido 4 de sus 5 intentos.
En el segundo cuarto, el cuadro aragonés redujo su facturación: cinco únicos puntos en cinco minutos de juego. Una falta de clarividencia ofensiva que facilitó la reacción de los locales (24-28), y que conllevó el tiempo muerto de Porfirio Fisac. De ahí al descanso, el Casademont serenó su juego, maduró más sus acciones y buscó con insistencia a sus hombres interiores, con Watt y Kravic encontrando situaciones ventajosas bajo el aro (24-35). El Breogán también dispuso de lanzamientos liberados, en los últimos compases de la primera mitad, retratando por momentos los desajustes defensivos de los visitantes; pero el equipo zaragozano alcanzó el descanso todavía con ventaja, después de cinco puntos consecutivos de Andrea Cinciarini (34-40).
En los primeros minutos de la reanudación, el Casademont fue un bloque incisivo y punzante, al mismo tiempo que se aplicaba con tenacidad y vehemencia en las labores de contención. Una puesta en escena convincente, muy positiva, que enseguida la reportó réditos: Smith, con dos lanzamientos triples y una penetración, estiró la renta de los zaragozanos a los 10 puntos (40-50), contra un oponente que sólo encontraba respuestas con los tiros lejanos, y muy forzados, de Conner Frankamp.
El tiempo muerto de Mrsic reactivó a los locales. El Casademont vivía un tramo especialmente improductivo. Por entonces, se manejaba con muchas dificultades en sus acciones de ataque, y se prodigaba en las pérdidas de balón. Y su adversario recuperó el pulso a la media hora de juego, de la mano de Sergi García, Sergi Quintela y de Mouhamed Diouf (55-57).
Posteriormente, Jogela y Sergi García igualaron la contienda, con dos canastas fáciles (59-59), y el Breogán aún dispuso de dos lanzamientos triples, ejecutados sin oposición, para haberse puesto por delante por primera vez en el partido. No lo hizo entonces, aunque sí poco después, con otra acción de Jogela muy mal defendida por los aragoneses. Anderson, con un 2+1, hurgó en el herida del Casademont, que se había desencajado con una facilidad sorprendente. El parcial era de 12-2 (64-59).
El cuadro zaragozano, anárquico por momentos, se precipitaba en cada una de sus acciones ofensivas, y fiaba todos sus ataques al triple -una solución siempre inquietante-. Los gallegos disponían de ocho puntos de ventaja, a cuatro minutos de la conclusión (73-65). A partir de ahí, el Casademont, permanentemente superado, ya no pudo optar a la victoria (82-77).
