fiba europe cup
Remontada del Casademont en el Báltico (72-78)
El equipo aragonés venció al Kalev en Estonia merced a un espectacular último cuarto (12-26)
El Casademont Zaragoza remontó a tiempo en el Báltico. Bien está lo que bien acaba. Un notable final le bastó al cuadro de Porfirio Fisac para vencer al Kalev en Tallin y abrochar su clasificación para la siguiente fase de la FIBA Europa Cup. Ciertamente, tras la retirada de los israelitas y las victorias atrapadas a domicilio en Brindisi y en Estonia, el pase está absolutamente encauzado. Con el nivel de los rivales comprobado ayer de nuevo, donde con un solo cuarto bastó, sirvió e incluso sobró para derrotar al rival, no solo la clasificación, sino un largo viaje en Europa es posible. Sí, el primer título europeo de un equipo de baloncesto de Zaragoza es posible. Si no dice lo contrario el Bilbao Basket, incluso probable...
Cierto es que fue mejor el Kalev durante buena parte de la reunión. Mejor dicho, fue peor el Casademont, que parece lo mismo pero no es igual. El Kalev jugó a lo que jugó, a lo que puede jugar, a correr y tirar cuanto más pueda. La fórmula le ofreció réditos mientras el Casademont deambuló sobre la madera. Cuando se puso serio al final, cuando defendió y los porcentajes locales se desplomaron, la lógica depositó la victoria en el zurrón aragonés.
No funcionó el experimento iniciático de Fisac, con un quinteto inicial (Cinciarini, Mark Smith, Miguel González, Sulejmanovic y Watt) desatento para enfrentarse a lo desconocido. De acuerdo que Estonia no es Letonia (ojo con los letones, que nos crujieron en el Mundial...) ni mucho menos Lituania, pero, con la aptitud y sobre todo la actitud mostrada en el arranque, cualquier rival puede hacer pupa a un Casademont contemplativo. Casi no se lo creían los estonios, que tiraban desde todos los lados ante un Casademont que perseguía sombras. No sabíamos bien si frotarnos los ojos o cerrarlos después del 24-14 que subrayaba el primer cuarto. Descarados en su planteamiento, con Oleksandr Kovliar, Kregot Hermet y Tyrone Mathis inspiradísimos desde la línea de tres, el Kalev se fugó de diez puntos al paso por la primera meta volante.
En ese instante, en el minuto 10, solo los soldados del Ejército del Aire español destacados en la Base Aérea de Amari creían en la victoria aragonesa. Banderas de España, cachirulos, la imagen era preciosa en Tallin, allí debajo de Finlandia, al lado del Báltico. Subyugados durante décadas por la estupidez y la barbarie soviéticas, los estonios continúan tiritando. Y no era por los tres grados centígrados que ayer se registraron en Tallin... Los rusos se piraron hace tres décadas, pero siguen bien cerca. Por algo se encuentran los militares españoles desarrollando la vigilancia aérea en el Báltico, ahora perteneciente a la Unión Europea. Eso mismo anhelan los ucranianos, en esa guerra de la que tan poco se habla últimamente... El Kalev sí la tiene muy presente. Por eso no compite este año en la VTB, poderosa competición que agrupa a los clubes de la antigua URSS. Se han unido con los letones en la Latvian-Estonian Basketball League. Ayer era su día de fiesta, como todos los días que juegan competición en el escaparate europeo.
Volvamos a la pista. Nos habíamos quedado en que el Kalev iba ganando en el minuto 10 porque se atrevía a ganar ante un desganado Casademont. En el segundo cuarto, no se alteró demasiado la dinámica. Al descanso, seis triples estonios y un famélico triple aragonés. Lo firmó Santi Yusta en el minuto 15. Lo mejor residía en el marcador, con un 39-32 para nada definitivo. El paso por los vestuarios aclaró las ideas del Casademont, que se declaró creyente en la reanudación. Bell-Haynes y/o Mark Smith comenzaron a gobernar la periferia. Simplemente moviendo con criterio la bola, solo con eso, el marcador comenzó a contraerse, hasta el 48-48 traído por Trae Bell-Haynes desde el tiro libre. Los estonios solo vivían del triple. Con los cinco que facturaron en el tercer cuarto, elevaron a once su suma triple hasta pintar el 60-52 en el minuto 30.
Pero siempre se meten más bolitas de papel en la papelera cuanto más cerca se tiren. Prueben hoy en la oficina y verán... Pues con las pelolitas de baloncesto pasa exactamente igual que con las de papel. No se puede estar metiendo toda la noche tirando desde el quinto pino. Así, cuando el acierto del Kalev desapareció en la línea triple, la victoria cayó por su propio peso en manos de un Casademont que firmó un notable segmento final. Notables 10 minutos finales. Habrían sido sobresalientes ante un gran rival. Y el Kalev, por muy bien que nos caigan estos valientes estonios, no lo es. Por eso perdió ayer ante un Casademont capaz de ganar jugando de verdad un solo cuarto.
Ficha técnica:
Kalev-Cramo: Kovliar (16), Kirves (4), Toom (16), Jurkatamm (-), Suárez (3) -cinco inicial-, Dorbek, Hermet (15), Bockler (3), Kisting (-), Kurbas (2), Mathis (13) y Nurger (-).
Casademont Zaragoza: Cinciarini (-), Mark Smith (21), Miguel González (-), Sulejmanovic (2), Watt (13) -cinco inicial-, Trae Bell-Haynes (5), Emegano (2), Dejan Kravic (17), Lucas Langarita (-), Yoanki Mencía (6), Álex Moreno, y Santi Yusta (12).
Parciales: 24-14, 15-18, 21-20 y 12-26.
Árbitros: Zapolski, Gracin y Jankowski.
Incidencias: partido disputado en el Kalevi Spordihall de Tallin. Casi lleno, con sensible presencia de soldados españoles destinados en el Báltico.
