baloncesto

El Casademont clausura el año con una victoria de rango mayor (97-79)

El equipo aragonés arrolla al Baskonia, uno de los mejores conjuntos de Europa, tras una actuación de altura. El positivo por covid de Neven Spahija retrasó tres horas el inicio del encuentro. 

Fue un triunfo de rango mayor ante el Baskonia. El Casademont Zaragoza clausuró el año con una actuación de altura, de mucho prestigio, ante una de las plantillas más rutilantes del panorama continental, el Baskonia (97-79). El cuadro aragonés, cada vez más seguro de sus fuerzas, exhibió orden, compromiso, disciplina, intensidad defensiva, velocidad a la contra, poderío interior, acierto desde el perímetro, una sobresaliente interpretación del juego y una ambición desbordada. Argumentos letales, ejecutados a la perfección, que dejaron sin respuesta al Baskonia durante los 20 primeros minutos de la contienda. Después, cuando los vitorianos trataron de reaccionar, el equipo zaragozano se mantuvo sólido, firme, sin distracciones, para acabar sumando su segunda victoria consecutiva y seguir avanzando hacia la salvación.

El partido, programado inicialmente para las 19.00, comenzó con tres horas de retraso al haberse detectado un positivo por covid en la plantilla vitoriana: su entrenador, Neven Spahija, quien posteriormente dio un resultado negativo en las pruebas de refuerzo. Pese a todo, el técnico permaneció aislado en el hotel, por precaución, y fue su asistente, David Gil, quien dirigió al conjunto vasco en el pabellón Príncipe Felipe.

El Casademont inició el duelo con fuerza y determinación, sobre todo en las tareas defensivas, y edificó una renta de cinco puntos, en los primeros compases, con un triple de Dino Radonvic y un tiro cercano de Matt Mobley. El Baskonia permaneció sin anotar los dos primeros minutos, pero enseguida volteó el marcador con tres buenas acciones individuales. Primero lo hizo con un lanzamiento de Granger desde el perímetro, y luego con dos rápidos contragolpes de Wade Baldwin (5-7). Sin embargo, el cuadro aragonés no se descompuso. Al contrario, elevó notablemente sus prestaciones ofensivas, con juego ágil, dinámico y veloz, al mismo tiempo que mantenía su intensidad y su contundencia en las labores de contención. El despliegue del Casademont, brillante por momentos, se tradujo en un parcial de 12-0 que, además de sorprender a su rival, conllevó el tiempo muerto del entrenador visitante a los siete minutos de partido (21-12).

El Baskonia, lejos de reaccionar, acentuó sus dudas. Fue un equipo anárquico, sin criterio, sin carácter, sin la energía que demandaba el encuentro. Y el cuadro aragonés, muy incisivo, no desaprovechó concesiones de tal magnitud: al cierre del primer acto, los zaragozanos habían elevado su renta a los 13 puntos (28-15), con un contundente mate de Tryggvi Hlinason, tras haber completado diez minutos de ensueño. El conjunto vasco, distinguido por su amplitud de recursos ofensivos, solamente anotó 15 tantos en el cuarto inaugural; un diáfano indicador de la presión ejercida por los aragoneses.

Casademont Zaragoza-Baskonia.
Casademont Zaragoza-Baskonia.
Toni Galán

El segundo acto no cambió actitudes. El Casademont se mantuvo firme atrás, sin apenas fisuras, mientras seguía golpeando con saña a su oponente en la mayoría de sus ataques. Superado el cuarto de hora, la renta local se había incrementado a los 20 puntos (41-21), con Bone, Mobley y Deon Thompson -todos con 7 tantos- como principales brazos ejecutores. El Baskonia era un bloque deprimido, desnortado, sin alma, sin confianza. Y los zaragozanos alcanzaron el intermedio doblando a su rival en el marcador (52-26). 

El resultado era, por entonces, la justa recompensa al sobresaliente despliegue de los locales, muy superiores a su rival en todos los órdenes del juego. Al descanso, de hecho, había un dato especialmente significativo: el Casademont acumulaba 73 créditos de valoración, por únicamente 8 de los vitorianos. Los visitantes, además, habían perdido a Matt Costelo, quien fue descalificado -impotente y desquiciado-, por dos técnicas prácticamente consecutivas por sus reiteradas protestas a los colegiados.

El Baskonia mejoró su rendimiento en los primeros compases de la reanudación. Al menos, ahora sí tiró de casta y orgullo para intentar competir, después de haber protagonizado un primer periodo sonrojante. Dos canastas fáciles de Enoch y Giedraitis, y un certero triple de Baldwin, redujeron la desventaja de los vitorianos (52-33), cuando apenas habían transcurrido tres minutos de la segunda mitad. Jaume Ponsarnau optó por detener el partido, consciente de los desequilibrios que presentaba por entonces el conjunto aragonés. A partir de ahí, el Casademont recuperó el pulso y ya no dio opción alguna a su adversario, con Omar Cook brillando en la dirección (7 asistencias) y con Mobley (20 puntos), Bone (10) y Thompson (10) liderando el capítulo anotador.

A la media hora, los aragoneses seguían gobernando el marcador con una autoridad manifiesta (70-50). Los locales, de esta forma, disfrutaron de un último cuarto plácido y sosegado, sin apenas sobresaltos. Fue un epílogo brillante, muy meritorio, que refuerza anímicamente al equipo para sus futuros compromisos. Definitivamente, el Casademont ha encontrado el camino correcto.

Casademont Zaragoza-Baskonia.
Casademont Zaragoza-Baskonia.
Toni Galán

Ficha técnica:

97 - Casademont Zaragoza (28+24+18+27): Bone (15), Mobley (20), Yusta (12), Radoncic (11), Deon Thompson (13) -cinco inicial- Vanwijn (1), Cook (3), Vilà (-), Waczynski (9), Font (8) y Hlinason (5).

79 - Bitci Baskonia (15+11+24+29): Baldwin (16), Granger (10), Giedraitis (13), Sedekerskis (3), Enoch (12) -cinco inicial- Peters (-), Marinkovic (11), Fontecchio (8), Costello (3) y Nnoko (3).

Arbitros: Benjamín Jiménez, Jorge Martínez y Héctor Báez. Descalificaron por dos técnicas al visitante Costello (m.20). Excluyeron por personales a Baldwin (m.40)

Incidencias: partido correspondiente a la decimoquinta jornada de Liga disputado en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza ante 3.673 espectadores. Dirigió al Bitci Baskonia el segundo entrenador David Gil porque Neven Spahija no dio una prueba concluyente en PCR pero por precaución se quedó en el hotel de concentración.

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