La luz de Javi García no ciega a un acertado Burgos (69-76)

Los burgaleses se imponen al Casademont en la presentación del conjunto aragonés ante su afición, y conquistan el trofeo Ciudad de Zaragoza-Memorial José Luis Abós.

Partido del Casademont Zaragoza y el Hereda San Pablo Burgos
Partido del Casademont Zaragoza y el Hereda San Pablo Burgos
Toni Galán

El Casademont fue superado con holgura por un Burgos más sólido estructuralmente. Pese a haber perdido al cubano Jasiel Rivero bajo los aros y la anotación perimetral que aseguraba Mc Fadden, los burgaleses conservan el espinazo del conjunto que ha capturado las dos últimas Champions de la FIBA y se ha elevado hasta la sexta plaza de la ACB en el pasado curso. El Casademont persigue romper con su pasado inmediato, con ese pobre decimotercer puesto en la ACB. De ahí el proyecto disruptivo que abandera Jaume Ponsarnau. De ese deseo al hecho dista un recorrido por surcar. En esta nueva travesía, el chaval Javi García tomó el timón. En sus manos y en su cabeza reside un futuro de un equipo por hacer. Los indicadores de ayer no pueden ser mejores: MVP del partido, máximo anotador de su equipo (15 puntos) y, por encima de todo, luz del Casademont durante toda la noche.

Se levantó con el pie izquierdo el Casademont, barrido literalmente de la pista en el primer cuarto por la eficacia de Burgos y, sobre todo, por la inoperancia propia. Ponsarnau intentó tomar el control poniendo en pista de salida a dos bases, Omar Cook y Javi García. Por fuera, Okoe, y cerca del aro, a Mc Lean y Vanwijn. La cesta inicial de Mc Lean y la posterior canasta de Javi García constituyeron las únicas ventajas locales en unos primeros 10 minutos gobernados con claridad por el Burgos, muy fuerte con Kravic y Zack bajo el aro. El acierto exterior del brasileño Benite disparó el diferencial visitante hasta un alarmante 13-27 al paso por la primera meta volante. Para más inri, Cook se lesionó en el minuto 5, en un choque con su excompañero Xavi Rabaseda.

El segundo cuarto arrancó como había acabado el primero, con un Burgos muy acertado desde la línea de 3. Benite, Mc Gee, Dani Díez… El marcador de 18-36 en el minuto 13 lo decía todo. En los locales, solo Javi García respondía de verdad, con nueve puntos facturados al intermedio: 34-42. Hlinasson, llamado a tener un rol protagónico, apenas cuatro puntos.

Okoye despertó en el tercer cuarto, pero el Burgos no se había dormido. Okoye encestaba desde el exterior; Kravic, desde el interior. Cuando Benite aportó desde fuera, los de Tabak pusieron tierra de por medio (39-56). Ponsarnau tuvo que parar el partido. Quedaban 15 minutos y 23 segundos. Mobley se puso entonces a jugar de base. Pero solo anotaba Okoye. Hlinasson, ni desde el libre. Ponsarnau lo intentaba todo. Hasta con Stosic, sustituto de Okoye… La reacción, de improbable pasaba por momentos a imposible (43-57). Pero cinco buenas defensas consecutivas abrían la puerta a la esperanza en la última meta volante (53-61).

Apenas dos puntos facturados en los cinco primeros minutos del último cuarto allanaron definitivamente el triunfo visitante, sostenido en la pista por la sabiduría de Benite y Rabaseda. Con todo perdido (56-68), aún lo intentaría por última vez, catalizado por un Javi García magistral (64-69). Benite apagó la última luz del partido con un triple sideral (64-72), pero no apagó la luz de Javi García, esto es, la luz del nuevo camino del Casademont.

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