selección española de baloncesto
El acierto de Slaughter tumba a España
El jugador del Betis, con 26 puntos, retrató las lagunas defensivas del equipo nacional en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza (69-80).
En su regreso a Zaragoza, España sufrió un tropiezo inesperado ante Polonia (69-80), en el pabellon Príncipe Felipe, en el segundo partido de la fase de clasificación para el Campeonato de Europa de 2021. El duelo, enmarcado en el 125 aniversario de HERALDO de Aragon, tuvo un desenlace sorprendente, a todas luces imprevisto. El combinado nacional, que exhibió un desatino inusual en sus acciones de ataque, acabó doblando la rodilla ante una selección sólida y competitiva, que derrocha orden, disciplina y convicción, pero con muchos menos argumentos en su plantilla. Sin embargo, el baloncesto fue justo y premió al más tenaz. Polonia se empleo atrás con firmeza, sin apenas fisuras, y fió sus ofensivas al acierto de Slaughter, ayer devastador. El jugador del Real Betis, muy incisivo, finalizó la contienda con 26 puntos en su haber, tras haber retratado permanentemente las desatenciones defensivas de los locales.
Aunque España compareció en Zaragoza sin sus jugadores más rutilantes, su repercusión mediática generó una entrada magistral en el pabellón: alrededor de 9.000 espectadores acudieron a la cita para respaldar al equipo nacional, cuya actuación, sin embargo, no alcanzó la altura requerida para competir. Como en las anteriores ventanas de la FIBA, la selección ha sido despojada de sus piezas más imponentes. De hecho, encaróel duelo sin losjugadores que compiten en la Euroliga, y también sin la presencia de sus representantes en la NBA. No se trata del equipo histórico, talentoso y espectacular que viene acumulando éxitos mayúsculos durante las dos últimas décadas; pero sí cuenta con el suficiente potencial para vencer a Polonia, por mucho que los de Mike Taylor fueran unas de las revelaciones del pasado Mundial. España contó con tres representantes del Casademont Zaragoza: los bases aragoneses Carlos Alocén y Rodrigo San Miguel, y el alero gallego Jonathan Barriero, quienes representaron uno de los atractivos del encuentro.
Alocén, precisamente, inauguró el marcador con una canasta a media distancia al límite de la posesión. El base zaragozano guió con criterio y solvencia los primeros ataques del equipo español. Liberó en dos ocasiones a Rabaseda, quien erró su primer lanzamientos, pero acertó después desde el perímetro; y, posteriormente, el zaragozano habilitó bajo los aros a Dani Díaz, que sólo tuvo que machacar el aro de los visitantes. A los cuatro minutos, el técnico de Polonia, Mike Taylor, ya había detenido un encuentro que comenzaba a inclinarse muy pronto del lado de los locales (9-2).
El cuadro polaco reaccionó con los puntos de Aaron Cel y Slaughter (14-11), aunque enseguida asomó Brizuela al partido, con las primeras rotaciones, para estirar nuevamente la renta de los españoles (19-13) tras anotar cinco tantos consecutivos. Por entonces, el zaragozano Rodrigo San Miguel había relevado a Carlos Alocén en la dirección del equipo nacional. España gobernaba el duelo a los 10 minutos (19-15), con un 50% de efectividad desde el triple, ante un rival firme, enérgico y combativo, muy seguro de sí mismo, pero con importantes carencias en el faceta ofensiva. Después reaccionarían, ya cerca del descanso, una vez emergieron Slaughter y Sokolowski en el aspecto anotador.
En el segundo acto, la selección elevó el ritmo en sus primeros ataques, al mismo tiempo que fortalecía aún más su estructura de contención. Antes del cuarto de hora, su mejoría en los dos lados de la pista ya le había reportado grandes réditos (28-19), con Yusta y Barreiro protagonizando acciones de mérito y encontrando fisuras en la defensa de los polacos. El alero del Casademont actúa siempre con carácter y determinación, sin reservas, y su vitalidad tiene un efecto expansivo en en el resto de sus compañeros. Taylor volvió a parar el encuentro. Y, al igual que en el primer cuarto, el equipo visitante salió del tiempo muerto más concentrado, con mayor mordiente e intensidad, y sorprendió a los locales con un parcial de 5-14 para igualar la contienda (33-33) al filo del descanso. Y aunque Scariolo trató de modificar el escenario, nada detuvo el desconcierto del cuadro español. Así que Slaugter, letal desde el perímetro, hurgó de nuevo en la herida al transformar su segundo triple (33-36) y, de esta forma, situar a los polacos por delante por primera vez en todo el partido. En el intermedio, los visitantes seguían mandando en el marcador (35-38), favorecidos por el acierto de Slaughter (12 tantos), Sokolowski (8) y Aaron Cel (7). Dani Díez, con 8 puntos, era por entonces la principal arma ofensiva de los españoles.
En la reanudación, Polonia resistió las primeras acometidas de España. Dos asistencias de Alocén a Sebas Saiz, que conllevaron cinco puntos consecutivos del pívot, iniciaron el intento de remontada de los locales. Sin embargo, el equipo visitante no sólo aguantó erguido, sino que estiró su ventaja con tres triples seguidos: uno de Sokolowski y dos de Slaughter (47-53). El equipo español vivía sus peores minutos, lo que evidenció nuevamente el jugador del Betis, en la acción posterior, con una fácil canasta que retrataba las lagunas defensivas de los de Scariolo (47-55). En ese inquietante momento, saltó a la pista San Miguel para contener la capacidad ofensiva de Slaughter, que había facturado 22 puntos en 23 minutos de juego. El zaragozano se empleó atrás con vehemencia y oficio, y Slaughter tuvo más dificultades para encontrar buenas situaciones de tiro. Entonces, Polonia se agarró a Gielo, y después a Cel, para mantener una sólida renta a la media hora de juego (55-65).
En el tramo definitivo, España trató por todos los medios de modificar la tendencia, pero una dificultad imprevista. Y eso Sebas Saiz se imponía en la pintura con una autoridad manifiesta, al margen de conceder segundas oportunidades de tiro al equipo español. Sin embargo, ni el ímpetu de Sebas (15 tantos, 12 rebotes), ni la aportación de Dani Díez (16 puntos) pudieron doblegar la tenaz resistencia de los polacos.
