Han pasado cinco largos años hasta que el actual Casademont Zaragoza se ha reencontrado nuevamente con la Copa del Rey. Desde el 2015, cuando encadenó tres participaciones de manera consecutiva, el conjunto aragonés no comparecía en una de las citas más especiales del calendario nacional, que congrega a los ocho mejores conjuntos del país al término de la primera vuelta. Este viernes (21.30), en el Martín Carpena de Málaga, el equipo de Porfirio Fisac pondrá fin a un lustro de sequía con el objetivo de dar continuidad al extraordinario curso que está firmando, tanto en la fase regular como en Europa.

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Desde la constitución del nuevo Basket Zaragoza, la de este año será la cuarta vez que el club participe en la Copa del Rey. Un torneo que el desaparecido CAI conquistó en dos ocasiones: la primera, aquel histórico triunfo frente al todopoderoso FC Barcelona (81-78) en 1984 en el Palacio de Deportes de la capital del Ebro; la segunda, tras derrotar al Joventut (76-69) en 1990.

Ya en 2013, con el añorado José Luis Abós en el banquillo, los aragoneses lograron el billete para disputar la Copa del Rey de Vitoria. Fue una temporada inolvidable, donde el cuadro zaragozano llegó a disputar las semifinales por el título frente al Real Madrid, aunque en el torneo del K.O fue superado en la primera ronda frente al Caja Laboral (88-64). Aquella edición, el FC Barcelona se impuso en la final al Valencia Basket (85-69).

Guillermo Mestre

Un año después, de nuevo con Abós como máximo responsable técnico, el CAI alcanzó su mejor concurso en la Copa. Aquel 2014, como sucederá este viernes, el conjunto aragonés se midió al Unicaja, que nuevamente ostentará la condición de anfitrión. Y, tras superar todas las previsiones, los zaragozanos se impusieron a los malagueños (74-79) y se clasificaron por primera vez en su historia para las semifinales del torneo. A las puertas de la final, sin embargo, el Real Madrid impuso su ley (98-66) y accedió al encuentro decisivo, donde se impuso al FC Barcelona por la mínima (77-76).

En 2015, en su último concurso, el conjunto blanco volvió a ser el verdugo del CAI, esta vez en cuartos de final. El equipo de Joaquín Ruiz Lorente compitió con dignidad frente al Real Madrid, que terminó doblegando a su adversario. Aquel año, además, los madrileños revalidaron el título de campeón de Copa, tras imponerse al Barça en la final (77-71).

Guillermo Mestre