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Casademont: la fortaleza europea del Príncipe Felipe

El equipo zaragozano vuelve a disputar un partido continental como local 1.344 días después. En sus antecedentes en la Eurocup hizo de su cancha un baluarte y una garantía de buenos números 

Partido Besiktas-Casademont Zaragoza
Partido Besiktas-Casademont Zaragoza
@BJK_Basketbol

Mil trescientos cuarenta y cuatro días no son nada si la espera ha valido la pena: el Casademont Zaragoza trae de nuevo Europa al Príncipe Felipe y lo hace en un estado de euforia, entusiasmo, plenitud y esperanza que bien vale el olvido de un trienio gris, de decepciones deportivas y crisis de identidad. El equipo aragonés vive un momento único, segundo en la Liga Endesa, en su mejor arranque histórico y después de tumbar con un manotazo de rebeldía juvenil al todopoderoso Barcelona.

Han transcurrido 3 años, 8 meses y 6 días desde el último partido continental en el Príncipe Felipe. Parece ayer de aquella victoria escasa y apurada frente al Trento italiano (85-83) en la Eurocup de la campaña 2015-2016, un triunfo en la ida de los octavos de final que saltó por los aires solo una semana después, con la derrota en Italia (79-65) . Tocó bajar la cabeza, volver a casa y olvidarse de Europa por un largo tiempo después de tres campañas consecutivas cruzando fronteras. Pero han cambiado muchas cosas en el Basket Zaragoza, desde aquel curso irregular, repleto de incertidumbre. Hoy, recibe al Falco Szonmbathely con la fuerza de un baloncesto desenfadado, subversivo, alegre y rebosante de frescura. Pero también lo hace con la seguridad que siempre le ha otorgado en competiciones europeas su casa, su hogar. Desde tiempos del viejo CAI y el ‘Huevo’ a los más recientes de la era Basket Zaragoza y el Príncipe Felipe. Su pabellón es garantía de baloncesto enérgico y combativo.

En sus tres antecedentes en la Eurocup, el Casademont -entonces aún CAI- se caracterizó por un paso decidido y firme en sus partidos en el Príncipe Felipe. En tres ediciones (2013-2014, 2014-2015 y 2015-2016), jugó 25 partidos como local y su balance fue notable: 19 victorias y 6 derrotas, aunque uno de esos duelos (perdido) se disputó en el Palacio de los Deportes de Huesca, frente al Besiktas, debido a la ocupación del pabellón zaragozano por el espectáculo ‘Disney on Ice’.

Por lo general, el Casademont de la Eurocup fue un equipo poderoso en su cancha, capaz de tumbar a cualquiera, con buenos números y una imagen competitiva que se desvanecía al salir de Zaragoza. Eso le evitó ese paso más tan necesario en las rondas finales, para avanzar hacia los últimos escalones de la Eurocup. Pero en casa era otra historia. En la campaña del debut, aquel CAI hizo pleno en la primera fase en el Príncipe Felipe. Ganó a todos: Belfius Mons belga, Acea Roma italiano, Gravelines francés y los alemanes del Telekom Bonn y el célebre Alba Berlín cayeron en el parqué zaragozano. En la ronda del ‘Last 32’, en cambio, faltó ese punto de constancia y acierto capaz de rebatir una oposición mayor. Se venció al Lietuvos Rytas lituano y se perdió con Cedevita croata -el ogro de entonces para los zaragozanos- y contra Besiktas en Huesca, en un partido que se escapó por dos puntos únicamente, en el último minuto y que impidió el salto a la fase decisiva del torneo.

Una temporada después, en la 2014-2015, el CAI mantuvo su intimidación como local. En la ronda inaugural solo perdió en casa contra el Estrasburgo francés, mientras que se impuso a Paris-Levallois francés, Reggio Emilia italiano y los alemanes Brose Basket y Telekom Bonn. En el ‘Last 32’ solo ganó al Acea Roma, firmando dos derrotas contra Cedevita y los rusos del Krasny Oktybar.

En su última comparecencia europea, en el curso 2015-2016, el CAI jugó nueve partidos en su cancha. En la primera fase de grupos, únicamente cedió contra Valencia, venciendo a Ulm alemán, Charleroi belga, Venecia italiano y Nancy francés. Al contrario que en los dos años previos, esta vez, no frenó esa dinámica ganadora en el ‘Last 32. Triunfos contra Galatasaray turco -posterior campeón-, Sassari italiano y Szolnoki húngaro. En octavos de final, en la ida jugada en el Príncipe Felipe, también se ganó, al Trento.

Ahora, más de tres años después, el Casademont abre una nueva página europea en su pabellón. En una nueva competición, la Champions League y con una nueva generación. De los Linhart, Henry, Bellas, Sastre, Pere Tomás, Norel, Fotu, Jelovac y Kravtsov a los Alocen, Justiz, Barreiro, Krejci, Fran Vázquez, Brussino, Radovic, Hlinason, Seeley, San Miguel o Seibutis. Solo Robin Benzing sirve como cordón umbilical entre unos y otros. El alero alemán estuvo en aquella victoria frente a Trento y estará este miércoles en la vuelta de Europa a Zaragoza contra el Falco Szonmbathely, en un día para no bajarse de los sueños.

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