Un triunfo de fe

El Tecnyconta remonta una desventaja de 13 puntos y firma su quinta victoria de la temporada.

El Tecnyconta logra en Lugo su quinta victoria,
El Tecnyconta logra en Lugo su quinta victoria,
Efe

Fue un triunfo de fe, constancia y tesón. El Tecnyconta conquistó este domingo su quinta victoria de la temporada, la tercera de manera consecutiva, tras protagonizar un gran remontada en el tramo final. El cuadro aragonés, en un mal partido, se sobrepuso en el último cuarto a una desventaja de 13 puntos para acabar silenciando el Pazo Dos Deportes de Lugo (82-86). El Breogán, actual colista, ofreció una notable resistencia a la derrota, pero se descompuso en los últimos compases ante el oficio, la experiencia, la templanza y la seguridad exhibida por los zaragozanos en los momentos de fragor.

El Tecnyconta compareció a la cita sin Fran Vázquez, aquejado de un proceso gripal, lo que mermó considerablemente el juego interior de los zaragozanos. Una ausencia considerable por su consistencia atrás, su facilidad reboteadora, su capacidad para modificar los tiros del rival y sus certeros lanzamientos a corta y media distancia. Y más aún frente aun rival cuyos principales argumentos atienden a la pintura, con jugadores de la envergadura de Alec Brown (2,16 metros de estatura) y de Jerome Jordan (2,15).

De inicio, el Tecnyconta se empleó atrás con fuerza y determinación. Cerró su aro en los cuatro primeros minutos del duelo, y pudo edificar una renta de siete puntos con una canasta de Justiz, otra de Jontahan Barreiro y un triple liberado de de Bo McCalebb (0-7). Pero bastaron tres desatenciones defensivas, todas ellas en el perímetro, para que el Breogán recuperara el pulso con los triples de Sergi Vidal, Cvetkovic y Redivo, ejecutados sin ninguna oposición, y se situara a un solo punto de los zaragozanos. Un 2+1 de Nacho Martín, y un lanzamiento de Okoye desde la línea de 6,75 volvieron a distanciar en el marcador a los visitantes (13-19). Sin embargo, Jordan y Redivo recortaron diferencias en los últimos compases del acto (17-19), ante un Tecnyconta por momentos anárquico, sin ritmo ni fluidez en sus acciones de ataque.

El Breogán cerró el primer cuarto con un 50% de efectividad desde el perímetro (3 triples anotados de 6 intentos), lo que retrató la escasa pericia de los zaragozanos en las labores de contención. De hecho, en la presente campaña, los gallegos presentan un desatino sorprendente en sus lanzamientos. Sobre todo por fuera, donde, antes de enfrentarse al Tecnyconta, los locales contaban con sólo un 27% de acierto en triples. Ningún otro equipo de la Liga Endesa ofrecía peores registros desde la línea de 6,75.

Sin embargo, el Breogán inauguró el segundo cuarto con dos triples consecutivos, primero de Löfberg y luego de Úriz. No sólo se puso por delante por primera vez en todo el partido (22-19), sino que adquirió una renta de cinco puntos ante el desconcierto y los desequilibrios del rival. En sus peores momentos, el Tecnyconta se agarró al acierto de Berhanemeskel, quien exhibió, por fin, su amplitud de recursos ofensivos para voltear nuevamente el marcador. El escolta firmó 12 puntos en nueve minutos, y sin fallo alguno en sus lanzamientos:#convirtió sus tres tiros de 2, y también sus 2 intentos triples, para devolver la máxima ventaja del partido a los zaragozanos (28-34). El entrenador de los locales, Natxo Lezkano, tuvo que detener el encuentro.

El Breogán volvió a sobreponerse tras el tiempo muerto. A ello contribuyó el Tecnyconta, con dos pérdidas de balón de Bo McCalebb y una permisividad sorpendente en la defensa del perímetro. El conjunto local se apuntó dos nuevos triples, para alcanzar el descanso con un 43% de efectividad desde la línea de 6,75 (7 de 16). El conjunto zaragozano se había vuelto a desencajar, con una facilidad asombrosa, en los últimos compases del acto. El duelo había entrado en una fase de imprecisiones, malas decisiones de tiro y numerosas pérdidas de balón. Y el Breogán, pese a todas sus carencias, había igualado el partido en el intermedio (39-39).

En la reanudación, el conjunto local tomó ventaja con tres tiros libres de Redivo y un nuevo triple de Cvetkovic (45-39). El choque se complicó aún más en las dos siguientes acciones: Javier Justiz cometió su cuarta falta pesonal y, apenas diez segundos después, de nuevo Cvetkovic golpeó desde la línea de 6,75 (48-39). Porfirio Fisac paró el partido cuando sólo habían transcurrido tres minutos del tercer acto. Sin embargo, el tiempo muerto no modificó el panorama, y el conjunto local amplió su ventaja sin excesiva oposición. El parcial era de 22-4, y los gallegos se encaminaban con paso firme hacia la victoria (52-41), con una efectividad máxima desde la línea de personal (13 de 13)#y un nuevo triple, totalmente liberado, de Lucio Redivo (55-43).

Mucho más incisivo, mucho más convencido de sus fuerzas, mucho más intenso en cada una de sus acciones, el Breogán se impuso en todos los órdenes del juego en el tercer cuarto. A#la media hora, los locales ya sumaban 66 puntos en su haber, un diáfano indicador de la escasa presión ejercida por los zaragozanos (66-57). A esas alturas, lo mejor para el Tecnyconta era el resultado después de un tercer acto a todas luces desalentador.

En el tramo definitivo, el Tecnyconta llegó a acercarse a sólo seis puntos (68-62), tras un certero triple de Berhanemeskel, en los primeros minutos del último cuarto; pero el Breogán respondió con inmediatez, también desde la línea de 6,75, con tres certeros lanzamientos –dos Cvetkovic y Sergi Vidal– que ampliaron su tenta a los 13 puntos (77-64).

Pero el cuadro aragonés no se descompuso y volvió a creer en la remontada con otros dos triples consecutivos –McCalebb y Nacho Marín– que conllevaron el tiempo muerto de Lezkano (77-70), a cinco minutos de la conclusión. Barreiro y Nacho Martín, ambos desde la línea de personal, recortaron aún más las distancias (78-74). Y, poco después, el Tecnyconta se situó a un solo punto (78-77), con un triple de Barreiro al límite de la posesión. En el cuadro local llegaron entonces las dudas, las indecisiones, la desconfianza y la ansiedad. Un estado anímico del que se aprovechó el conjunto aragonés. Así, Okoye –también desde el triple– estableció la igualada a un minuto y medio del final (80-80), y McCalebb volteó el marcador con una genial penetración (80-82) a falta de 59 segundos. El equipo de Fisac ya hace tiempo que había recuperado su actividad atrás. A partir de ahí, Nacho Martín se manejó con nervios de acero desde la línea de personal (acabó con 9 de 9), y ya no dio opción a los locales (82-86).

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