Baloncesto

Del cielo al infierno en seis jornadas

El Tecnyconta podría caer a los puestos de descenso tras la reacción de Betis y Burgos si no gana al Estudiantes.

Del cielo al infierno en seis jornadas
José Miguel Marco

Por la victoria ante el Estudiantes el próximo domingo pasan las opciones de evitar males mayores para el Tecnyconta Zaragoza. El conjunto de Jota Cuspinera ha pasado en menos de dos meses de plantearse objetivos cada vez más y más ambiciosos a tener que mirar con angustia por el retrovisor. De contar con tres victorias de ventaja sobre los puestos de descenso a empatar con ellos. La reacción en las últimas seis jornadas de los dos últimos clasificados de la tabla (San Pablo Burgos y Betis) obliga a una reacción inmediata. Seis derrotas consecutivas han constituido un lastre demasiado pesado para el conjunto aragonés, que tras disfrutar de la sensación de engrosar los puestos de ‘play off’ se asoma ahora al abismo del descenso.

El Betis –primer conjunto que ocupa los puestos de peligro– es actualmente el principal perseguidor del Tecnyconta, cuyo balance (cuatro victorias y diez derrotas) iguala tras una fulgurante reacción. El conjunto andaluz no conoció la victoria hasta la undécima jornada de competición, después de que Óscar Quintana llevara sentado en el banquillo cinco jornadas tras la destitución de un Alejandro Martínez sobrepasado. La paciencia se agotó en Sevilla. Pero desde entonces, las recetas aplicadas por el nuevo técnico han macerado y han desembocado en una racha de cuatro triunfos consecutivos tras imponerse a Monbus Obradoiro (83-77), UCAM Murcia (63-70), Herbalife (83-90) y, en la última jornada, al Tecnyconta (70-67), con el que de momento mantiene un ‘basket average’ positivo.

Para mal de los aragoneses, el conjunto bético está ofreciendo señales positivas tanto a nivel colectivo como individual, como desgraciadamente pudieron comprobar los de Jota Cuspinera en su último encuentro, del cual intentarán reponerse anímicamente lo antes posible. Luke Nelson (20 puntos) y Blake Schilb (19 puntos) demostraron su valía. Además, el ala-pívot Ryan Kelly ha sido nombrado recientemente MVP de la jornada 13 tras anotar 20 puntos y capturar 6 rebotes ante el Herbalife, para sumar 29 de valoración. Desde la entidad rojilla saben de primera mano que el buen momento de un equipo suele llevar aparejada la mejor versión de sus jugadores. Y, si no, que se lo pregunten al lesionado Gary Neal, coronado mejor jugador de noviembre de la Liga Endesa, mes en el que el club rojillo alcanzó su techo (su balance alcanzó el 50% de victorias).

El colista San Pablo Burgos también está experimentado una mejoría no tan acusada pero que debería inquietar, cuando menos, al Tecnyconta. Tras un pésimo inicio de campaña, con siete derrotas en los siete primeros partidos, las piezas del particular puzle de Diego Epifanio comienzan a encajar. La confianza depositada por el cuadro burgalés en su técnico, que consiguió este verano el ascenso desde la LEB Oro, parece que no ha caído en saco roto. El San Pablo sabe lo que es ganar desde la octava jornada, cuando se sacudió el opresivo ambiente que pedía a gritos una victoria y doblegó en su pabellón al UCAM Murcia por 89-86. Dos triunfos más ante el Bilbao Basket (62-78) en la jornada 10 y el Joventut (81-88) en la jornada 13 se han unido a su casillero para acercarle a la salvación con tres alegrías en las últimas siete jornadas. Entre medias, destacadas actuaciones que ratifican que el enfermo tiene cada día mejor color. Solo Popovic, con 23 tantos, evitó que los burgaleses dieran la sorpresa ante el Montakit Fuenlabrada, equipo revelación del presente curso (69-71) y uno de los perseguidores del líder, el Real Madrid.

En definitiva, trayectorias opuestas a la de un Tecnyconta que debe apartarse de la irregularidad cuanto antes, preferiblemente ante el Estudiantes, y acabar con su bipolaridad competitiva. Los rivales apremian y no puede permitirse el lujo de perder otro tren. El colchón de seguridad que creó al superar consecutivamente a Morabanc, Baskonia, Delteco e Iberostar no da más de sí.