El CAI Zaragoza se impuso este miércoles de forma agónica en la pista del Ratiopharm Ulm alemán y se aseguró la segunda plaza del grupo C de Eurocup. Así, los de Casadevall, que poco a poco van transformando las victorias en confianza, se encuadrarán en segunda ronda con rivales de un nivel teóricamente inferior, aumentando las posibilidades de mantenerse vivos en competición. 

Los rojillos arrancaron enchufados el encuentro y, de la mano de un inspirado Diener, pronto consiguieron abrir brecha en el marcador. El primer acto finalizó con 16-24 y la sensación de que, de no ser por las facilidades ofrecidas en defensa, la distancia podría ser mayor.

Esa tónica se mantuvo en el segundo acto, cuando Henry se hizo con el protagonismo del choque. A base de triples, el norteamericano se bastó para llevar la máxima renta (21-34) a falta de siete minutos al marcador, pero la debilidad -Pere Tomás aparte- en el rebote derivó en un parcial de 12-2 que devolvió la igualdad al electrónico. Antes de enfilar el camino de los vestuarios, Fotu, con un 'alley-oop' y un triple, desatascó las ideas ofensivas, colocando el 48-50 en el electrónico.

Tras la reanudación, el Ratiopharm Ulm terminó de darle la vuelta al partido, aprovechando un nuevo atasco ofensivo del CAI. Los zaragozanos fueron incapaces de anotar durante los cuatro primeros minutos y recibieron un parcial de 7-0 en contra que les puso cinco puntos por debajo (55-50). Esa desventaja se mantuvo hasta la recta final del tercer cuarto, cuando Fotu (cinco puntos consecutivos), Henry y Tomás, aparecieron para sostener a su equipo y dar un nuevo giro al marcador (63-64). 

El último periodo comenzó con duelo desde el 6,25. Los triples de Taylor y Butler fueron contrarrestados por Henry, y la igualdad primó hasta que, el desplome ofensivo de los locales, dio la opción de sentenciar al CAI cuando restaban cuatro para el final. Dos tiros libres de Linhart elevaron el marcador hasta el 73-79, pero él mismo y Henry -desde su casa- erraron los lanzamientos que hubieran significado la sentencia. Así, los locales se mantuvieron con vida, hasta empatar (81-81) con un triple a falta de 23 segundos, que hacía que presagiar que ya nada podría evitar la prórroga. 

Entonces, apareció de nuevo Henry. Un triple sobre la bocina y a la desesperada encontró el aro alemán y firmó la sexta victoria en Europa, donde el CAI está encontrando bálsamo a sus sufrimientos en competición doméstica.