El impulso definitivo

El CAI Zaragoza persigue el triunfo ante el Ratiopharm Ulm para robustecer sus aspiraciones en la Eurocup. También busca la consolidación de su juego.

Jelovac intenta progresar hacia la canasta rival ante la oposición de un defensor.
Jelovac intenta progresar hacia la canasta rival ante la oposición de un defensor.
aránzazu navarro

Ni fu ni fa. El último careo liguero fue más o menos como todo el arranque de temporada. Igual en la ACB que en la Eurocup. Igual en España que en Europa. No estuvo mal el partido ante el Madrid. Ni tampoco todo lo contrario. Se perdió pero se dio la cara medio partido y tal. Sin rotación de garantías en el base y en el pívot puro, esto es, sin principio ni final en baloncesto, tampoco se puede pedir mucho más. Un poco más de 20 minuticos de lujo ante el mejor equipo FIBA y a ganar cuando y como el Madrid quiso.


O sea, cuando Norel se quedó sin oxígeno y Ayón le birló la bola en mediapista. Luego, contra de Ayón, canasta de 2 más el complementario, y a casa. No todos los días (afortunadamente) se juega ante dos techos como Ayón y don Felipe Reyes. Pero ese no es el problema verdadero. La cuestión nunca se halla en el rival. La cuestión siempre reside en uno mismo. Ojo. Hoy, tres días después de que Ayón le robara la cartera a Norel, la cuestión sigue siendo cuestión: Norel sigue sin rotación. Ay, Dejan Musli, qué haces en Manresa...


Si por dentro, debajo del aro, la incógnita permanece, por fuera el percal se arregla un tanto. El lesionado Sek Henry regresa a la convocatoria. Pinta bien Henry. Lo demostró en el Palau Blaugrana. Joaquín Ruiz ha tenido que estar poniendo una ñapa aquí y otra ñapa allá para tapar esta sensible carencia. La cosa no ha salido mal hasta el momento. Tiene su mérito Joaquín: ya se ha jugado en la Liga ante el Barça y el Real Madrid, y en Europa el balance refleja un 2-1, con repaso incluido en Valencia, eso sí. Con el agujero que hay dentro, tampoco hace tanto frío.


Eso sí, el boquete hay que taparlo cuanto antes. De lo contrario, habrá que seguir abrazando la estampita y rezando para que Tomás Bellas y Joan Sastre sigan como están, o sea, de lujo, de Euroliga, no de Eurocup. Jelovac e Isaac Fotu son ‘cuatros’, no pívots puros. Para un día, incluso pueden estar bien de ‘cincos’ y todo. He dicho para un día. Porque sin pívots no se puede aspirar a nada. Ni en España ni en Europa.


El careo de hoy cabe plantearlo como una reafirmación. Se trata de verificar si el CAI toma impulso definitivo o se va a pegar todo el otoño dando tirones. El rival tampoco dice demasiado. Ningún alemán salvo Nowitzki dicen demasiado en el idioma del baloncesto. El Alba y el Bayern serán de Euroliga y todo; pero Alba en Aragón suena a leche de vaca, y Bayern a equipo de fútbol. En el invento de la canasta de melocotones, Angela Merkel no dicta y los demás se limitan a copiar. El baloncesto es así de chulo...


El Ratiopharm no está domiciliado en Berlín ni en Múnich. Es un equipo censado en Ulm, ciudad del estado de Baden-Wurtemberg, entre Stuttgart y Múnich, esto es, en el sur de Alemania. Allí nació una mente privilegiada de la humanidad llamada Albert y apellidada Einstein. Aunque todo es relativo desde la teoría del judío genial, el Ulm nunca significó una amenaza real en Europa. Joaquín Ruiz se vistió ayer de humildad porque Joaquín nunca va de sobrado.


Es rigurosamente cierto que la semana pasada, jugando como locales y tirando hasta la zapatillas en triples, tomaron una renta de 15 puntos ante el Valencia. También es rigurosamente cierto que cuando dejaron de entrar los triples de los guiris del Ulm, el Valencia se metió en un periquete en el partido y lo logró ganar. La meta del CAI no puede ser otra que sumar la victoria en Zaragoza y consolidar su aceptable juego de inicio de curso.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión