Norel está de vuelta

El pívot holandés volvió a jugar después de ocho meses y recibió la mayor ovación de la noche.

Norel, el día de su regreso a una convocatoria
¿El regreso de Henk Norel?

Ya había avisado José Luis Abós de que Henk Norel, a diferencia de en el partido contra el Cedevita croata, iba convocado como un miembro más del equipo y podría jugar sus primeros minutos después de su grave lesión, una rotura del ligamento cruzado que le ha mantenido más de ocho meses alejado de las pistas. Lo que nadie esperaba es que fuese tan pronto, en el primer cuarto, con todo en juego.


Pidió el cambio Josef Jones tras unos primeros minutos a gran nivel, pero no se levantó Shermadini, que había comenzado de titular junto al pívot americano. El elegido era Norel, quien se llevó una ovación que pone algo de justicia a sus ocho meses de recuperación, de entrenamientos en solitario, de horas de gimnasio.


Solo era la primera de la noche. La segunda, para ser más exactos, ya que había sido el más aplaudido -con mucha diferencia sobre el siguiente- en la rueda de presentación. Aún se llevaría otra en su primera jugada sobre el campo, cuando cogió un rebote defensivo. Otra más en la siguiente, con un rebote ofensivo, y dos más en su primera canasta y cuando fue sustituido. Solo le hizo sombra Michael Roll, que también elevó el 'aplausómetro' cuando fue sustituido en el último cuarto. No es para menos. Con sus 23 puntos y una actuación impecable había allanado -y mucho- el camino hacia la abultada victoria del CAI.


El holandés no podía ocultar cierto nerviosismo por su tan añorado regreso. Tenía ganas de demostrar que, como asegura Abós, ocho meses apartado de la cancha no son suficientes para que a un deportista de su talla se olvide de cómo se juega al baloncesto. Aún le falta algo de ritmo, pero recuperar el nivel solo es cuestión de tiempo y ganas. Ambas cosas tiene un Norel que, de momento, puede seguir sumando minutos en competición europea.


Fue una inyección de ánimo importante el regreso del pívot. No solo para el propio jugador y para el equipo, sino también para una afición que siempre devuelve el cariño que recibe. En la mayoría de las ocasiones, multiplicado. Y eso se lo ha ganado Norel. No solo por sus meses de calvario, sino también por todo lo que hizo antes de lesionarse. De nuevo en el Príncipe Felipe, los ocho meses de recuperación duelen menos. Henk Norel está de vuelta.