Ganar en el Palau Blaugrana es una machada al alcance de muy pocos. De hecho, hasta que Sam Van Rossom no anotó su famoso tiro el 24 de octubre de 2010, ningún equipo aragonés había logrado salir victorioso del feudo azulgrana. Un dato estremecedor y que habla a las claras del gran potencial que acumula siempre el hoy renombrado Regal Barcelona.

No importa su momento ni estado de forma. Los catalanes, y más en su casa, siempre son el conjunto favorito. Así se demostró una vez más en la pasada Copa del Rey, a la que llegaron tras haber pasado más apuros de los esperados para clasificarse y de la que salieron como campeones. Un título que sirvió para ratificar el trabajo de Xavi Pascual, que comenzaba a ser cuestionado por los resultados conseguidos esta temporada.

Entre ellos, las derrotas que los culés han acumulado este curso ante su público. En total, tres veces el equipo visitante se ha llevado el triunfo del Palau. Una lista en la que figuran Valladolid, Blusens Monbus y Caja Laboral. Selecto grupo en el que, este domingo, quiere entrar el CAI Zaragoza.

Sin duda, la gesta no será sencilla. Especialmente porque los barcelonistas ya no son el conjunto errático e irregular que comenzó la temporada. A pesar de encontrarse únicamente a un solo triunfo de los aragoneses, con 15 partidos ganados en su haber por 14 de los rojillos, el equipo catalán se encuentra en una buena dinámica de juego y resultados. Así, por ejemplo, de sus últimos diez partidos en Liga, el Regal Barça se ha impuesto a su rival en ocho ocasiones.

Tema aparte es la Euroliga, competición que les obliga a redoblar esfuerzos. Algo que, en una plantilla tan profunda como la azulgrana, no debería suponer un gran esfuerzo. El gran damnificado de la situación, sin embargo, es Juan Carlos Navarro, que ha perdido presencia en los encuentros domésticos para centrar su atención en el máximo torneo continental. Una dinámica de trabajo que, desde luego, podría favorecer al CAI en caso de que 'La Bomba' no jugase el domingo.

Claro que el fichaje de Brad Oleson hace que la ausencia del internacional español sea menos sensible. El de Alaska, llegado a la Ciudad Condal a finales de enero, ha dotado de mayor riqueza a un juego exterior en el que conviven algunos jugadores de menor experiencia como Álex Abrines o Xavi Rabaseda. Jóvenes valores en los que el Barça no termina de volcar toda la confianza necesaria. En definitiva, una plantilla muy complicada de ganar.Aunque no imposible.