Los deportes tradicionales de Aragón: una lucha por la supervivencia

La federación trabaja por impulsar campeonatos y aumentar el número de federados de dos deportes que, además, son “cultura y patrimonio”.

Lanzamiento de tiro de bola en Calatorao.
Lanzamiento de tiro de bola en Calatorao.
Heraldo

La barra aragonesa y el tiro de bola luchan por sobrevivir. Son dos deportes tradicionales de esta Comunidad que han estado al borde de la extinción, y que desde la Federación Aragonesa de Deportes Tradicionales trabajan por recuperar e impulsar. El número de federados está en unos 80, pero se está trabajando para difundir estas actividades y ampliar el número de practicantes. “No solo somos deporte, somos cultura y patrimonio”, reclama Felipe Gonzalo, secretario de la federación.

Dentro de que los dos son minoritarios, el más practicado es la barra aragonesa. Se mantiene en lugares como la ribera del Jalón (Épila, Calatorao, La Almunia…), Cariñena, Casetas, María de Huerva, Teruel capital… Consiste en el lanzamiento de una pieza de hierro de forma cónica y de 7,257 kilos de peso, lo mismo que el peso y martillo olímpicos. En el caso de las mujeres, la barra pesa 4 kilos. Tiene un chaflán que debe clavarse en el suelo, ya que de lo contrario la tirada no es válida. El lanzador, con los pies en el suelo, hace un giro rotacional y lanza sin moverse del sitio. Actualmente se está tratando de impulsar un calendario de competiciones para formalizar esta disciplina con los más de 70 federados que hay.

Es un lanzamiento de una bola de hierro de cinco libras, (1,6 kilos), por un camino de tierra de dos kilómetros, en camino de ida y de vuelta.
Es un lanzamiento de una bola de hierro de cinco libras, (1,6 kilos), por un camino de tierra de dos kilómetros, en camino de ida y de vuelta.

En el caso de la bola aragonesa, se trata del lanzamiento de una bola de hierro de cinco libras, (1,6 kilos), por un camino de tierra de dos kilómetros, en camino de ida y de vuelta. Quien lo hace en menos lanzamientos, gana. Se juega en parejas, aunque se hicieron retos en los años 50 en los que se practicaba de forma individual. Recientemente se disputó el trofeo de Julio Cubero y en El Pilar se recuperó el tradicional trofeo, aunque las competiciones habitualmente se reducen a las fiestas de La Almunia, Calatorao y Épila.

Desde la Federación Aragonesa lamentan la “poca atención” y el “desamparo institucional” que sufren estos deportes. “No somos una federación profesionalizada, así que lo hacemos todo con buena voluntad”, cuenta Felipe Gonzalo. En total, hay 80 personas federadas, y el objetivo es ampliar esta base, incluyendo también a más mujeres.

Su trabajo es complejo, ya que además de estos dos deportes la federación sostiene la difusión de juegos tradicionales. “Hay más de 30 modalidades de bolos, están las quillas de Benasque, las de Campo, los bolos de Used, la rana, los hoyetes, la tanguilla… El poder dar cabida a todas estas modalidades es bastante complicado”, señala Gonzalo.

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