¿Por qué la liga de baloncesto se ha partido en dos mitades?

Se dice por activa y por pasiva que la Liga Endesa es de las más igualadas de Europa y se repite también como un mantra que todos los equipos están equilibrados y cualquiera es capaz de ganar a los grandes ‘cocos’ de la liga, véase, Madrid, Barcelona, Unicaja, Valencia…

Sin embargo, los hechos son tozudos y el mejor botón de muestra es lo sucedido en la última jornada: los nueve primeros clasificados ganaron a los nueve últimos. Es el perfecto ejemplo de “los ricos cada vez más ricos y los pobres, cada vez más pobres”.

Es cierto que no todas las victorias de los equipos de la parte de arriba fueron iguales. Las hubo muy contundentes (véase la de Tenerife a Bilbao o la de Unicaja antes de que Casademont maquillara el final) y otras más que discutibles. ¿Dos ejemplos? Los aficionados del Joventut se quejan con parte de razón del arbitraje al Real Madrid en el último minuto de su duelo y los de Breogán aún se echan las manos a la cabeza al recodar cómo su equipo cayó derrotado de una forma crudelísima: ganó durante 39 minutos y 50 segundos en Vitoria hasta que apareció el triple milagroso de Markus Howard que dio la vuelta al marcador.

El caso es que ha pasado una jornada más de liga -ya solo quedan cinco- y clasificatoriamente hablando todo sigue igual: ninguno de los de abajo ha ganado con lo que no ha habido baile de puestos y tampoco ha cedido nadie de los de arriba. En tal tesitura podría estar interesante la lucha por entrar al ‘play off’: ahora mismo está fuera Baskonia, Manresa se aferra como puede a la octava plaza y Joventut ya lo ve casi imposible.

Por el descenso, Obradoiro, Granada y Breogán son firmes candidatos a ocupar la segunda plaza con la que se pierde la categoría, dado que muchos ya dan al Palencia como desahuciado. No se pueden despistar tampoco Andorra ni Girona y hay duelos directos entre todos estos implicados que ayudarán a despejar el panorama. ¿Casademont? Su permanencia aún sigue siendo virtual. Para descender, tendría que ganar todo lo resta Obradoiro (que tiene partidos contra el Madrid y el Joventut) y perderlo todo Casademont, cuyos dos más accesibles son contra Granada y Girona.

¿A qué responde esta liga fracturada en dos mitades? Es cierto que los presupuestos de los de arriba nada tienen que ver con los de abajo, pero también -en ocasiones- se trata de acertar con los fichajes y saber mantener la química de un equipo. Es el caso de Manresa que lleva siendo ‘revelación’ varias temporadas, a pesar de su ajustado caché. También el Casademont sirvió de meritorio ejemplo en la temporada que se vio truncada por la pandemia.

Los aficionados lamentan que cada vez hay menos sorpresas en la liga doméstica y que los finales igualados e interesante se han ‘mudado’ a la Euroliga. Esto es solo una media verdad porque en las últimas jornadas sí se han visto marcadores sorprendentes como la victoria de Breogán en el Palau Blaugrana. Entonces el Barcelona venía de doble jornada en Europa y lo cierto es que su convocatoria, por aquello de repartir minutos y rotaciones, fue un tanto peculiar.