Salma Paralluelo hace hueco en su palmarés: de San José al cielo
La futbolista aragonesa tiene esta tarde la oportunidad de engordar su currículum con la Liga de Naciones. Paralluelo sigue recordando sus orígenes y su pasado como atleta.
Salma Paralluelo tiene esta tarde (19.00) la oportunidad de seguir engordando su currículum, ya de por sí generoso pese a su tremenda juventud. La futbolista zaragozana (13 de noviembre de 2003) puede ganar la Liga de las Naciones con la selección española. Se espera que sea titular ante Francia y que, como siempre, sea una de las principales bazas del equipo nacional en ataque.
Pese a tener apenas 20 años, Salma cuenta con una carrera espectacular. Su punto más brillante lo alcanzó hace apenas unos meses, cuando se logró junto al resto de sus compañeros el primer Mundial de fútbol para España. Paralluelo fue una de las jugadas más destacadas del combinado nacional, y desplegó algunas de las virtudes que ya apuntaba desde pequeña: inteligencia, habilidad, instinto y una velocidad endiablada.
Cualidades que ya demostraba en San José, cuando comenzaba a darle patadas a un balón. Desde los siete años le daba a la pelota, aunque lo compaginaba con el atletismo. Estos dos deportes fueron sus dos pasiones. Ambos se les daba bien, muy bien. Con 15 años, Salma ya había debutado en la Segunda División española de fútbol, en las filas del Zaragoza CFF. Pero mientras tanto, también brillaba con fuerza en las pruebas de atletismo, primero en el CA San José y después en el Scorpio. Se colgó la medalla de bronce en el Nacional de pista cubierta, en la prueba de los 400 metros, y fue la atleta más joven de la historia en participar en un Campeonato de Europa absoluto. Asimismo, obtuvo dos preseas doradas en 400 metros vallas y relevos, en el Festival Olímpico de la Juventud.
En 2018, con 15 años de edad, la zaragozana se proclamó campeona de Europa y mundial con España en categoría sub-17, siendo además una futbolista determinante en los éxitos conquistados. Esa misma temporada, la aragonesa también había establecido la mejor marca del mundo sub-16 en las pruebas de los 300 metros vallas y los 300 metros lisos. Triunfos concluyentes, en fútbol y en atletismo, por los lo que fue galardonada con el Premio Princesa Leonor a la mejor deportista de menos de 18 años.
Sus éxitos con las categorías inferiores de España se completan con el título en el Mundial sub-20, de nuevo con una actuación estelar: obtuvo el galardón de MVP en las semifinales y en la final, y dio el título al combinado nacional al anotar un doblete ante Japón, en el partido decisivo del torneo.
La aragonesa firmó por el Villarreal en 2019, donde pudo seguir compatibilizando el equipo de fútbol y el atletismo, en el equipo amarillo y en el Playas del Castellón. En el cuadro levantino, Salma resultó clave en el histórico ascenso del equipo a la máxima categoría nacional, en 2021, gracias los 15 goles que anotó.
Posteriormente, tras superar una importante lesión en la rodilla izquierda, emergió de nuevo con fuerza, en el ejercicio 2021-22, para afianzarse como una de las jugadores más desequilibrantes de la Primera División. Un rendimiento muy elevado que conllevó su fichaje por el FC Barcelona, con el que firmó un contrato hasta el mes de junio de 2026.
Su llegada al club azulgrana, uno de los más potentes del mundo, no hizo sino explotar aún más el potencial de Salma. Ya centrada únicamente en el fútbol, la aragonesa conquistó la Liga, la Supercopa de España y Liga de Campeones. Además, se estrenó con la selección española absoluta el 12 de noviembre de 2022 con un formidable ‘hat-trick’ en el amistoso contra Argentina. Su extraordinario rendimiento en el Barcelona y en la selección, con el Mundial de fútbol, le valió el tercer puesto en el Balón de Oro, y le ha permitido aspirar un Laureus, los Oscars del deporte, a mejor deportista revelación.
Ahora, la Liga de Naciones supone una nueva oportunidad para ella. Sin embargo, no se olvida de sus orígenes ni del atletismo, su otra gran pasión. Esta misma semana, confesaba a ‘Marca’ que echa de menos ese ‘otro yo’, que recuerda “con mucho cariño”.
