baloncesto

Así ha sido la inverosímil canasta de Yusta que ha dado la victoria al Casademont

A falta de dos segundos, el capitán ha cogido el balón y ha lanzado una bomba desde cinco metros que ha llevado la alegría a la grada del Príncipe Felipe. 

Momento en el que Yusta suelta el balón a falta de cuatro décimas de segundo.
Momento en el que Yusta suelta el balón a falta de cuatro décimas de segundo.
Heraldo

Hay algunas canastas que quedan para el recuerdo de los aficionados del Basket Zaragoza. El triple ganador de Okoye frente al Andorra en la era del Tecnyconta o la de Van Rossom que logró la primera victoria de la historia en el Palau. También (ejem) la de Shermadini hace dos años contra el Morabanc. La de este sábado en el pabellón Príncipe Felipe quizá no sea tan decisiva (aún corre la jornada 21 del campeonato), pero sí ha hecho que la grada estallara de alegría.

Casademont parecía tener ganado el partido a falta de cinco minutos cuando sacaba una ventaja de 14 puntos al Río Breogán. Sin embargo, los de Fisac se han quedado anclados en los 59 puntos y han encajado un terrorífico parcial de 0-14 contra el penúltimo clasificado de la liga. Las pérdidas de balón y el fallo en el rebote ofensivo parecían condenar a los zaragozanos, que a falta de un minuto veían no sólo cómo la desventaja se esfumaba sino que se ponían incluso por debajo del marcador con un 59-61. 

Casademont ha estado cuatro largos minutos y cincuenta largos segundos sin anotar en el tramo final del partido hasta que dos tiros libres de Bell Haynes -negado en el encuentro con hasta siete pérdidas- ha vuelto a igual el electrónico: 61-61 a falta de 14 segundos. Todo parecía perdido porque Casademont estaba en bonus y a los gallegos les bastaba con agotar la posesión (o ir a los tiros libres) para llevarse la victoria. La presión ordenada por Fisac, sin embargo, ha resultado productiva y Mencía ha forzado a McLemore (el mejor de los visitantes) a ir hasta la línea central y cometer campoatrás cuando apenas quedaban dos segundos y cuatro décimas para el pitido final.

Casademont recuperaba la posesión pero aún tenía que anotar in extremis si no quería ir a la prórroga. Tras un tiempo muerto, Bell Haynes ha puesto el balón en juego directamente para Yusta. El madrileño se ha beneficiado de un bloqueo que le ha brindado Miguel González y el excaísta Sergi García ha salido a su defensa sin presionar en exceso para no hacer falta. A Yusta en dos segundos le ha dado tiempo de coger el balón, botarlo una vez y hacerse hueco para conseguir levantar un tiro desde más o menos de cinco metros. La pelota ha entrado mansamente para alegría de todos los rojillos que enseguida han ido al centro de la pista para celebrar la victoria con el capitán, que hasta entonces había cuajado un discretísimo encuentro: ha acabado con apenas 6 puntos y 5 de valoración. 

Es curioso ver en el vídeo cómo McFadden levanta los brazos, Langarita y Sule saltan del banquillo, Bell Haynes empuja de alegría a Yusta y Porfirio Fisac, impasible, continúa con los brazos cruzados como si aquí no hubiera pasado nada. Genio y figura el segoviano, como acostumbra. Los árbitros aún han tenido que mirar el vídeo para comprobar que la canasta ganadora había entrado en tiempo, pero parecía más que claro que cuando balón ha salido de las manos del madrileño el tablero aún no estaba iluminado. 

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