Barbastro disfrutó de su fiesta grande

Toda la comarca se volcó para el histórico partido y vivió una jornada para el recuerdo. Hubo un ambiente de lujo

Pasacalles de los autobuses del Barbastro y el FC Barcelona
Pasacalles de los autobuses del Barbastro y el FC Barcelona
Heraldo

Quien no haya vivido un 4 de septiembre, día de inicio de las fiestas mayores de Barbastro, no podrá imaginarse lo vivido durante toda la jornada de este domingo. Bares llenos, terrazas, calles como el Paseo del Coso donde se vivió el espíritu de la Copa del Rey con réplicas del trofeo para fotografiarse, reuniones de amigos, familiares de los jugadores de la UD. Barbastro como los padres del central Eduardo Mingotes y un grupo de treinta hinchas bilbilitanos, aficionados de toda la vida y savia nueva con sus bufandas y con abono ya para la segunda vuelta de la 2ª RFEF y kilométricas colas para poblar el Municipal de los Deportes que presentó una imagen inédita, duplicando su aforo hasta llegar a los 6.000 espectadores.

El fondo norte enloqueció con la salida a calentar de los dos guardametas rojiblancos, mientras que el fondo sur pitaba a los metas blaugranas ante la mirada de Xavi Hernández inspeccionando el césped.

Pasadas las 20.00 las gradas ya presentaban un ambiente espectacular. En el palco, la consejera de presidencia, interior y cultura Tomasa Hernández, el delegado territorial Javier Betorz, el presidente de la Diputación Provincial de Huesca, Isaac Claver, el alcalde Fernando Torres, el presidente de la Comarca, Saúl Pérez, los directivos de la U.D. Barbastro y del F.C.Barcelona, Rafa Torres y Rafael Yuste (Laporta causó baja a última hora) y el presidente de la Fundación Alcoraz, al frente de la S.D. Huesca, el gran aficionado rojiblango Manuel Ollé, entre otras autoridades.

Y la algarabía estalló al sonido de ‘Sweet Caroline’ coreado desde las gradas mientras salían a calentar los héroes locales sobre las 20.20. Y diez minutos después pitidos en el campo sur con la salida del Barça. El mantra de “¡Sí se puede! ¡Sí se puede!” durante la previa y los primeros segundos del choque, banderines rojiblancos al aire junto a las bufandas que cumplieron su doble función de abrigar en una gélida noche rota por el calor humano.

Y la apoteosis con la salida de nuevo de los dos equipos tras el túnel de vestuarios: frente a ellos un gigantesco mosaico con los colores blancos y rojos que también sirvió como muralla defensiva de apoyo a la zaga rojiblanca en los primeros compases de la primera mitad, asegurando al meta la pantera Fábregas ante los envites del conjunto amarillo que quería matar la eliminatoria en los primeros minutos. Los goles del Barbastro llevaron la locura a la grada y dieron esperanzas de remontar y llevar el partido a la prórroga casi hasta el último supero.

El árbitro dio cuatro minutos de prolongación. Algunos aficionados ya se marcharon para evitar colas, pero el estadio que rozó la heroica quería despedir por todo lo alto a su equipo que no dejó de animar ni en el descuento. El mejor broche para una auténtica y frenética fiesta en la que se soñó con empatar ante el Barça. ‘Barbastro, Barbastro’. Así terminó un bonito despertar en el que los héroes rojiblancos tuvieron que agradecer todo el apoyo desde aquel 1 – 0 ante la Ponferradina.

El alcalde destacaba el «comportamiento excepcional del público en un día histórico y de fiesta. Ha sido una satisfacción enorme. Meterle dos goles al Barcelona ha sido increíble y al final han tenido que sacar toda la artillería para mantener el resultado. El vicepresidente del F.C. Barcelona nos felicitó por el comportamiento de la afición y la organización del partido».

El presidente de la DPH «felicitaba a todos para un partido ejemplar que será recordado como algo histórico, con civismo y deportividad. Hay que agradecer a todos los que han trabajado para organizar todos los preparativos. Estamos muy orgullosos del partido realizado por el Barbastro, toda la provincia íbamos con el Barbastro y han venido de muchos sitios a vivir este encuentro con pasión».

Ambientazo durante el día

El ambiente fue espectacular durante todo el día. Se vio en la llegada de los autobuses de ambos conjuntos. Hubo bengalas rojas para recibir a la UD Barbastro, con cientos de aficionados esperando en el Municipal de los Deportes. Antes, un pasacalles acompañó a los autobuses de ambos conjuntos con una hinchada desatada al grito de «sí se puede». Cristóbal Codes, aficionado de los de siempre soñaba «con una victoria» ante el Barça.

Antonio Crespo, jugador del Barbastro, comía junto a sus familiares en La Cantina del Mercado. Es cordobés y los suyos no quisieron perderse un día tan especial. «El míster nos ha citado a las 18.30 y todavía no sé si seré titular», aseguraba, nervioso. «El ambiente que se está viviendo es tremendo. Mis familiares están flipando», añadía Crespo.

Por la mañana, la euforia se vivió en Monzón, donde se alojó el Barcelona las horas previas al partido. Las puertas del Hotel Mas Monzón se llenaron de aficionados blaugranas, entre ellos muchos niños con camisetas, banderas, bufandas, libretas para cazar autógrafos y móviles para inmortalizar la llegada de su equipo y publicarla en redes sociales.

Una de las afortunadas, Noelia, que acudió con sus dos hijos en busca de esa firma. «Sentimos mucha emoción porque verlos de cerca no se ve todos los días. Estábamos desde las 10.30 pasando todos frío, pero ha merecido la pena. En casa somos todos culés, he venido con mis dos hijos y hemos conseguido los autógrafos de Fermín y Araujo», afirmaba.

Otro de los niños felices era Jorge: «Voy a enmarcar la camiseta con las firmas de Oriol Romeu, Araujo, Raphina y Fermín», aseguraba orgulloso mostrando su preciado trofeo.

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