deportes de invierno

Cuando esquiar es cosa de dos

La Federación Aragonesa de Deportes de Invierno busca guías para ayudar en la práctica deportiva a las personas con alguna discapacidad.

Jon Santacana y su guía, el aragonés Miguel Galindo
Jon Santacana y su guía, el aragonés Miguel Galindo
@paralimpicos

La Federación Aragonesa de Deportes de Invierno (FADI) realiza un llamamiento a todos los clubes para responder a la necesidad que se da en este momento de captar a deportistas que deseen realizar la labor de guías de esquí para deporte de personas con discapacidad. "La práctica deportiva aporta beneficios para el desarrollo integral de las personas y con ello queremos que todos tengan las mismas oportunidades", señalan desde la FADI. Para ello se ofrece esta posibilidad a aquellos interesados, que deberán remitir su currículo deportivo a la dirección de correo electrónico fadi-aragon@fadiaragon.org.

La Federación Española de Deportes de Invierno (Rfedi) está llevando a cabo un programa destinado a personas encuadradas dentro de los denominados DPD (Deporte para Personas con Discapacidad) y desde la Aragonesa se le quiere dar impulso "apoyando y aportando en todo lo que esté en nuestra mano".

La primera necesidad que se plantea desde el comité de la FADI es la de poder contar con guías para dar forma al tándem que componen un deportista con discapacidad visual y un guía. Se requiere que este tenga una alta disponibilidad, un nivel alto de esquí y experiencia en competición. En este sentido, apuntan que los corredores máster aragoneses serían "una buena opción". Otra posibilidad residiría en el apoyo a esquiadores con movilidad reducida, que en ocasiones dependen de alguien que les asista, traslado del coche a la nieve, ayuda con el material o la necesidad para recuperarse de alguna caída.

"Estamos convencidos que no sólo gana el deportista DPD, sino que también es una gran experiencia muy enriquecedora para los posibles guías", apunta la FADI. Como explica la Federación Española de Deportes para Ciegos (FEDC), las personas ciegas o con discapacidad visual que practican esquí no son diferentes a otros esquiadores. La única particularidad es que presentan una discapacidad sensorial en la vista y es en este punto donde aparece el guía.

Para guiar al esquiador se suele utilizar un intercomunicador inalámbrico a fin de que el esquiador siga la voz e instrucciones impartidas por su guía. Al igual que en otros deportes, las personas ciegas (denominadas B1), las que tienen un bajo resto visual (B2) y aquellas que poseen un gran resto visual (B3) compiten en una misma categoría.

Según describe la Federación Española de Deportes de Personas con Discapacidad Física, hay varias modalidades en función de cómo se lleve a cabo la práctica del esquí adaptado. En el Mono-Ski y Dual-Ski. el esquiador se sienta en un asiento moldeado sujeto a un soporte que va unido a uno o dos esquís.

El Bi-Ski está indicado para personas que esquían sentadas y tienen escasa movilidad y fuerza en la parte superior del cuerpo. El esquiador va en un asiento de fibra de vidrio con dos esquís debajo. También puede practicarse con uno dos esquíes normales y dos estabilos largos para formar tres o cuatro puntos de apoyo. Según el Ministerio de Cultura, 1.627 personas discapacitadas practicaron deporte de manera federada en 2022, y las estaciones aragonesas están preparadas para acogerlas con normalidad.

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