"Un frente podría traer nieve después de fin de año"
La Aemet y los principales portales meteorológicos especializados se muestran pesimistas con las previsiones de nevadas a corto plazo en el Pirineo.
¿Cuándo volverá a nevar de nuevo en las estaciones de esquí del Pirineo? Es la pregunta que se hacen los aficionados a este deporte y también los miles de trabajadores vinculados a este sector turístico que tanto peso tiene en la economía aragonesa. Y es que han pasado ya dos semanas desde las últimas nevadas y, por ahora, las previsiones meteorológicas no son nada optimistas.
Así lo reconoce Rafael Requena, delegado en Aragón de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), quien reconoce que los pronósticos que apuntaban a la posible llegada de nieve para Nochevieja se han desinflado y ahora se mira ya unos días más adelante.
"Lo que ya es seguro es que vamos a acabar 2023 sin nieve. Habrá que esperar quizá al día 2 o 3 de enero porque llega un frente y puede que deje algo de nieve", anuncia. No obstante, también hace hincapié en que "tampoco será un gran temporal, pero sea lo que sea, bienvenido será».
Este experto achaca esta falta de precipitaciones al "típico anticiclón invernal" que se ha repetido algunos de los últimos años. "La situación está muy bloqueada. ¿Cuántas navidades nos ha pasado ya esto que se mete la niebla en el valle del Ebro y mientras el Pirineo está totalmente despejado con máximas más altas?".
Una opinión que coincide con las previsiones que están haciendo por ahora los principales portales meteorológicos. Estos apuntan la posibilidad de que el próximo lunes o martes lleguen de nuevo las precipitaciones, aunque en función también de la temperatura caerán en forma de nieve o solo de lluvia.
Algunos modelos estiman que ese frente deje acumulaciones de hasta 20 centímetros en las cotas altas de todas las estaciones del Pirineo y mucho menores en las bases. Otros, en cambio, dibujan un panorama con más incertidumbre. Al parecer, las previsiones mejoran notablemente de cara a después del puente de Reyes, aunque es a demasiados días vista.
Mientras tanto, los centros invernales aragoneses tratan de aguantar lo mejor posible pese a que los espesores oscilan solo entre los 15 y los 40 centímetros ya que ni siquiera las temperaturas están acompañando para poder producir con cañones.
El dominio Astún-Candanchú es el que más superficie ofrece (25,5 kilómetros). "Gracias a las bajas temperaturas nocturnas y el trabajo de acumulación de nieve del equipo de máquinas podemos ir mejorando el estado de las pistas", indican desde Candanchú. En el caso de los centros del grupo Aramón, Formigal cuenta con 21 kilómetros, Cerler con 10 y Javalambre y Valdelinares con 6,7.
A ellas hay que unir también los espacios nórdicos de Llanos del Hospital de Benasque con 6 kilómetros de pistas y del Balneario de Panticosa con 3 más.
