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Carlos Mayo da un giro a su carrera: "Siempre supe que acabaría siendo maratoniano"

El atleta aragonés disputará el 3 de diciembre la maratón de Valencia, donde buscará la mínima olímpica para los Juegos Olímpicos de París 2024.

Carlos Mayo entra victorioso en la 10k vinculada a la Maratón de Zaragoza.
Carlos Mayo entra victorioso en la 10k vinculada a la Maratón de Zaragoza.
Toni Galán

El atleta aragonés Carlos Mayo afronta en este último semestre del año uno de los cambios más importantes en su carrera deportiva. Especializado hasta ahora en los 10.000 metros, con alguna incursión en la media maratón, ha decidido dar el salto a la prueba reina del atletismo. Mayo se enfrentará por primera vez a los míticos 42,195 kilómetros el 3 de diciembre en Valencia, donde buscara la marca mínima necesaria para estar en los Juegos Olímpicos de París del próximo verano.

Se trata de una evolución en su carrera en parte esperada y en parte forzada por las circunstancias. Por un lado, lo de acabar corriendo maratones era un paso lógico en su carrera. “Siempre en mi vida he sabido que iba a acabar siendo maratoniano. Lo he tenido siempre en mente porque empecé en atletismo por mi padre, que hacía cross y maratón, y desde joven he estado enfocado a la larga distancia”, señala.

Pero por otro, ha habido varios factores que le han empujado a este cambio, como las lesiones que ha sufrido, el sistema de clasificación para los Juegos Olímpicos y la competencia en los 10.000. “He corrido bastantes años en 10.000. Mi progresión ha sido muy buena, en los Juegos Olímpicos de Tokio hice un muy buen resultado, con el decimotercer puesto, pero a la vez estoy en este deporte para mejorar”, analiza Mayo. 

Ese “mejorar” es “ser finalista en un gran campeonato a nivel nacional”, es decir, entrar entre los ocho primeros. Para eso, el atleta aragonés cree que en los 10.000 “es bastante complicado mejorar” por el nivel de sus rivales. Pero en la maratón “entran otros factores". "Si soy capaz de dar un buen salto, de adaptarme bien a la distancia, puedo estar en la pelea de los 15-20 mejores del mundo y luchar por ser finalista dependiendo de las circunstancias de las carreras”, mucho más variables en el maratón que en los 10.000 metros.

Con este objetivo ha enfocado su preparación en los últimos meses. Ha entrenado en altura, alternando el Pirineo francés con Bronchales. Este fin de semana afrontará su test principal de cara al debut en la prueba reina: la media maratón de Valencia que se corre este domingo. Allí, su objetivo será estar por debajo de los 61 minutos, como ya hiciera en el año 2000, cuando paró el reloj en 1h00:06. “Quiero encontrar buenas sensaciones”, dice Mayo sobre este importante test.

Si el resultado es positivo, se volcará en la preparación de la maratón del 3 de diciembre con un único objetivo: bajar de las dos horas, 8 minutos y diez segundos en los que está fijada la mínima para competir en París.

“A partir de estar una hora corriendo el cuerpo reacciona de otra manera, supone un nuevo terreno por explorar”, señala el atleta aragonés

Los entrenamientos de Mayo han cambiado para afrontar el reto, ya que -como dice- “no tiene nada que ver una distancia con la otra”. “A partir de estar una hora corriendo el cuerpo reacciona de otra manera, supone un nuevo terreno por explorar”, señala el aragonés. Las sesiones ahora son de ritmos más bajos y más kilómetros, aunque para el atleta lo fundamental es que lleva “muchas semanas sin lesiones”, por lo que parece que esas molestias que tanta guerra le han dado se han quedado atrás.

A nivel deportivo, cree que esta prueba “es lo más grande” en el atletismo, por la distancia “y por la tradición”. “Creo que es un momento muy importante en mi carrera, crucial, un reto que me motiva mucho”, admite. Desde pequeño vibraba con las carreras de Gebrsselassie -que también hizo el trayecto de los 10.000 a la maratón- y más recientemente lo ha hecho con Kipchoge, bicampeón olímpico de maratón tras saltar desde los 5.000. “La regularidad que ha tenido es una barbaridad”, analiza Mayo.

Pese a la importancia del cambio que afronta en su carrera, no cree que tenga que ser un camino sin retorno: “No considero que haya acabado mi época de pista. Este es el momento de debutar, pero siempre se puede volver a la pista”, señala.

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