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Primera RFEF: Un paseo por los templos del fútbol que visitarán el Teruel y el Tarazona
Los dos equipos aragoneses que debutarán en la categoría de bronce jugarán en campos míticos como Riazor, Las Gaunas o el RCDE Stadium.
¿Quién no recuerda aquel penalti de Djukic en Riazor? Aquella pena máxima fallada por el central serbio le costó una liga al Deportivo de La Coruña. Entonces, entre el siglo pasado y el presente, el equipo gallego, el Superdépor, luchaba con los grandes -entre ellos, el Real Zaragoza- por la Liga y la Copa del Rey. Ahora, un cuarto de siglo después, ese mismo estadio de Riazor que vivió aquellos años de gloria registra el paso de los equipos de Primera RFEF, en una lucha del Deportivo de La Coruña por volver al fútbol profesional.
Y por ahí se pasarán el CD Teruel y la SD Tarazona, los dos flamantes equipos aragoneses que lograron la temporada pasada el ascenso a la Primera RFEF. La categoría de bronce del fútbol español es una competición rutilante que, al tener solo dos grupos -frente a los cuatro de la antigua Segunda B- concentra a un buen puñado de clubes históricos que han caído en desgracia, junto con otros que luchan por hacerse un hueco en la elite del balompié nacional.
Riazor será uno de los grandes escenarios por los que pasarán turolenses y turiasonenses. Se trata de un estadio que es historia del fútbol español. Tiene capacidad para casi 33.000 espectadores, casi los habitantes que tiene la ciudad de Teruel y el triple que los que viven en Tarazona. La afición no da la espalda al equipo pese a jugar en Primera RFEF. El año pasado se superaron los 25.000 socios, con una asistencia media de casi 20.000 personas. Es el campo que reúne a más gente de toda la categoría, y allí viajarán el Teruel y el Tarazona a disfrutar y, por supuesto, a buscar la sorpresa ante un histórico del fútbol español.
Aún más capacidad tiene el estadio del Cornellá. El equipo catalán juega sus partidos desde la pasada temporada en el RCDE Stadium, el campo del Espanyol, dejando entonces el pequeño municipal donde disputaba sus partidos. El coliseo donde juega sus partidos ahora es un moderno estadio con capacidad para 40.500 espectadores, aunque la temporada pasada acudieron unos 1.500 espectadores de media.
Logroño será otra buena plaza para los equipos aragoneses. La SD Logroñés, uno de los intentos de secuela del desaparecido CD Logroñés, juega en Las Gaunas, el estadio que a comienzos de siglo sucedió al viejo municipal, ubicado apenas 200 metros de distancia. Tiene capacidad para 16.000 espectadores, aunque la media del año pasado a los partidos de la SD Logroñés apenas superó los 1.500. Tenía más seguimiento la UD Logroñés, casi 4.000, pero este equipo el año pasado descendió de Primera a Segunda RFEF.
En Tarragona, el Nou Estadi también espera a Teruel y Tarazona. El estadio tarraconense tiene capacidad para 15.000 espectadores, aunque el año pasado pasaron por allí una media de unos 4.000 por partido. Otros campos con solera, que han vivido tardes de fútbol en el profesionalismo, son el Reino de León de la Cultural (13.500 butacas), la Nova Creu Alta de Sabadell (12.000), El Toralín de la Ponferradina (10.000), el Anxo Carro del CD Lugo (7.100 espectadores), el Fernando Torres de Fuenlabrada (6.000) o el Stadium Gal del Real Unión de Irún (6.300).
El listado de estadios se completa con Las Llanas del Sestao River (con capacidad para 4.367 espectadores), el estadio Johan Cruyff del Barça B (6.000), el Reina Sofía del Unionistas de Salamanca (5.000), el Cerro del Espino del Rayo Majadahonda (3.900), las instalaciones de Tajonar de Osasuna Promesas (4.000), las de Zubieta de la Real Sociedad B (3.000), el municipal de Espiñedo del Arenteiro gallego (2.000 espectadores) y el municipal de Barreiro del Celta B (1.100 espectadores).
Por su parte, el Teruel y el Tarazona están haciendo esfuerzos para adaptar sus estadios a la categoría. Quien más complicado lo tiene es club del Moncayo, que tiene que hacer unas importantes obras en el municipal que pasan por cambiar el césped artificial a natural, así como rodear de gradas buena parte del perímetro. La magnitud de los trabajos, y el retraso que ha llevado la tramitación, obligarán al Tarazona a jugar sus dos primeros partidos como visitante y a disputar sus primeros encuentros como local en el ‘exilio’, con Tudela como primera opción. Cuando terminen los trabajos, a finales de octubre como pronto, el campo contará con unos 4.000 espectadores de capacidad. El del Teruel no necesita tantos arreglos y alcanza los 5.000.
