fútbol
Se retira Víctor Laguardia, el 'Káiser' aragonés que se hizo albiazul
El exjugador del Real Zaragoza deja el fútbol como el cuarto jugador con más partidos del Alavés y el 4 de agosto lanzará el chupinazo de las fiestas de Vitoria.
Víctor Laguardia llegó en 2014 a Vitoria y nueve temporadas después ha decidido colgar las botas dejando una huella imborrable en el alavesismo, que ha despedido con honores al 'Káiser' aragonés que se hizo albiazul.
En el verano de 2014 se presentó en Vitoria un futbolista de Zaragoza del que pocos auguraban el recorrido que ha tenido en el Glorioso con 285 partidos.
En el fútbol no es fácil que los jugadores se aclimaten al medio y a la ciudad en la que pacen, así como al escudo al que defienden, pero el caso de Víctor Laguardia ha sido un ejemplo de adaptación.
Sus raíces son tan fuertes que se siente y se sentirá parte del club y una ciudad en la que ha creado una familia, tal y como ha señalado en su despedida.
En el año de su adiós tendrá además el honor de lanzar el “txupinazo” que marca el inicio de las fiestas patronales de la capital vasca, el próximo 4 de agosto.
Lo deja como el cuarto jugador con más partidos en la centenaria historia del club sólo superado por dos vitorianos, Pablo Gómez y Manu García, y el argentino Martín Astudillo.
Además, en Primera División deja su carrera profesional como el jugador de campo con más duelos disputados con la zamarra vitoriana, cifras que ponen de manifiesto la gigantesca huella que deja en el alavesismo.
Pero más allá de los números, la sombra que deja el maño en el vestuario es alargada. Y parte de ese carácter le ha otorgado el apodo del 'Káiser'.
Su jerarquía dentro y fuera del campo, sus discursos y su presencia ante afición y medios de comunicación le han hecho ganarse ese sobrenombre de emperador alemán que ha trasladado a sus compañeros en el vestuario y en el terreno de juego con el brazalete de capitán en el antebrazo.
“No entendería mi vida sin el Deportivo Alavés y espero haberlo demostrado en esta etapa como albiazul”. Así se ha despedido en su carta en la que ha puesto de manifiesto que es un alavesista más, por si había alguna duda.
“Lagu”, como es conocido en el vestuario, se va. Y lo hace después de un año en el que no ha participado tanto como en otras temporadas, tras un verano en el que no quiso escuchar otras ofertas y esperó hasta que el Alavés pudo hacerle hueco.
Ahí también demostró su alavesismo y seguramente lo demostrará en el futuro siempre que tenga oportunidad.
