Jesús Carballo: “Ser un referente ayuda a que las decisiones incidan en los deportistas”

Jesús Carballo (Madrid, 1976) fue campeón del mundo y Europa en barra fija. Hoy preside la Federación Española de Gimnasia y es vicepresisente del COI.

Jesús Carballo, el lunes, en el Ayuntamiento de Zaragoza.
Jesús Carballo, el lunes, en el Ayuntamiento de Zaragoza.
José Miguel Marco

¿Cuesta más moverse sobre la barra fija o en los despachos?

Pasar de la competición a la gestión fue difícil, pero después de tantos años me voy acostumbrando. Me gusta adaptar mis experiencias como deportista a la parte administrativa, y haber sido un referente ayuda a que las decisiones incidan.

Sus logros en los años 90 son historia viva del deporte español. ¿Se considera un pionero?

Pionero no lo sé, pero sí que tuve la oportunidad de dar a conocer más este deporte. En aquellos años, los gimnastas españoles no tenían tanto protagonismo, y pude abrir vías que después también siguieron otros grandes como Gervasio Deferr.

Siendo hijo de gimnastas, ¿se planteó seguir otro camino?

La verdad es que no. Tanto mis hermanos como yo empezamos desde muy pequeñitos, siguiendo lo que habíamos visto en casa, y fue un camino automático que funcionó. A todos se nos ha dado bien la gimnasia y, de una forma u otra, nos hemos dedicado a ella.

¿Qué se perdió por llegar arriba?

Desde niño tuve que adaptarme a llevar una vida distinta a la del resto. Tuve que sacrificar muchísimas cosas, pero también pude disfrutar de experiencias que otros no disfrutaron.

Intuyo que volvería a empezar de cero.

Sin duda. La gimnasia ha sido mi vida, me ha dado las máximas alegrías, y no dudaría en repetir.

¿Quién es la persona que más le ha ayudado en su recorrido?

He tenido varias. Mi padre ha sido mi guía, pero también tengo que destacar al resto de los entrenadores y a quienes se han encargado de cuidar mi físico.

Sus rodillas, fundamentalmente.

Sí, hubo una temporada en la que tuve muchas lesiones, me rompí los ligamentos cruzados varias veces, y el doctor Guillén estuvo cerca de mí para que continuase en la brecha. También he sufrido problemas de espalda y en los hombros.

¿Le costó mucho dejar la élite?

No especialmente. El cuerpo me venía avisando, había tenido muchos problemas físicos y, al acabar los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, tuve clara la decisión de abandonar para centrarme en mi vida. Después tardé en reubicarme porque venía de estar 15 años metido en una sala de entrenamiento, pero pude encontrar otros retos profesionales.

En 2010 fue escogido presidente de la Federación Española de Gimnasia. ¿En qué situación se encontraba el organismo entonces y cómo ha cambiado?

El escenario es completamente distinto. Tuvimos que trabajar mucho para hacer viable una federación que estaba verdaderamente dañada económicamente. Veníamos de una crisis importante y costó reconducir la situación para que este deporte pudiera seguir creciendo. A día de hoy, podemos decir que la gimnasia española está totalmente saneada.

¿Qué es lo más importante que ha hecho como presidente y qué le falta por hacer?

El haber visto que determinados deportistas -Ray Zapata, por poner un ejemplo- han ascendido hasta la élite significa mucho para mí. Y en cuanto a lo que ma falta por hacer, diría que la organización del Mundial, que tendrá lugar este próximo año en Valencia.

También es vicepresidente del COI. ¿Qué objetivos se marca España para los Juegos de París?

La consecución de más medallas y diplomas. Tenemos un programa de ayudas para mejorar el rendimiento de nuestros deportistas y estoy seguro de que en 2024 se van a apreciar los resultados.

¿En qué nombres confía?

Entiendo que el futuro de la gimnasia española pasa por el conjunto de rítmica; por estandartes como Alba Bautista o Ray Zapata; y otros como Joel Plata o Néstor Abad, que se están consagrando y pueden aspirar a metas importantes en París.  

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