baloncesto

Casademont Zaragoza-UCAM Murcia: la revancha llega pronto

Sin tiempo para recuperarse de la derrota del jueves en Santiago, el Casademont debuta en casa ante el Murcia (18.00)

Entrenamiento del Casademont Zaragoza previo al primer partido de liga
Piña de los jugadores del Casademont en un entrenamiento de esta semana.
Guillermo Mestre

Lo bueno del deporte es que tras sufrir una derrota, casi siempre te ofrece una revancha. A veces hay que esperar más, otras menos… pero la posibilidad del desquite pocas veces falla. En este caso, al Casademont Zaragoza le llega muy rápido, casi demasiado. El nuevo proyecto del equipo zaragozano debutó el jueves con derrota en la cancha del Obradoiro; esta tarde, menos de 48 horas después, la Liga Endesa le ofrece al bloque de Martin Schiller la ansiada revancha.

Será ante el UCAM Murcia en el pabellón Príncipe Felipe (18.00). Es, por tanto, el debut ante la afición de la nueva era en el Casademont Zaragoza, que se ha puesto en manos del joven entrenador austriaco. El partido de esta tarde supone la primera prueba con fuego real del conjunto zaragozano ante sus aficionados, el momento para evaluar los primeros pasos de los Sant-Roos, Jessup, Ponitka, Simanic y compañía en el Príncipe Felipe. Caras y nombres frescos que van a protagonizar esta temporada en las sesiones de baloncesto del pabellón zaragozano y que esta tarde buscarán causar una buena impresión a la grada.

La rapidez con la que llega la revancha del debut es un arma de doble filo. Por un lado, en caso de victoria permitirá dejar el primer traspié en el olvido –"es bueno jugar tan pronto", valoró ayer Martin Schiller–; por otro, la derrota supondría empezar la temporada desequilibrados, y metería un extra de presión en los próximos partidos. Unas prisas por la victoria que no parecen excesivamente recomendables en un equipo jovencísimo, cuya media de edad apenas supera los 25 años.

El hecho de que hayan pasado menos de 48 horas desde el primer partido introduce otro ingrediente extra al partido: el largo viaje que ha tenido que hacer el equipo y la falta de tiempo material para corregir los errores. Tras el choque del jueves, el equipo durmió en Santiago de Compostela, voló ayer por la mañana a Madrid y, desde allí, cogió un AVE hasta Zaragoza. A la llegada hubo sesión de recuperación en el Príncipe Felipe, lo justo para templar los músculos y afinar las muñecas antes del partido de hoy. El UCAM Murcia tampoco andará sobrado, ya que igualmente tuvo que viajar hasta Zaragoza ayer tras jugar el jueves en casa contra el Breogán.

Frente al UCAM Murcia el Casademont Zaragoza deberá mejorar en los dos aspectos que frustraron sus opciones de victoria en Santiago: la falta de acierto en el tiro y el desplome del rendimiento en el inicio de dos de los cuatro cuartos. A los jugadores de Schiller les faltó finura en el lanzamiento, como lo demuestran los porcentajes de 48% de acierto en tiros de dos y el 18% en triples. Y, además, les lastraron los malos arranques tanto del primer como del tercer cuarto, momentos en los que se jugó sin la concentración necesaria y en los que encajaron duros parciales 11-3 y de 14-4. Las remontadas posteriores, pese a ser meritorias, no fueron suficientes para revertir la situación y abrir el casillero de victorias.

Para dejar en el olvido lo antes posible esta derrota, el equipo rojillo tendrá enfrente al UCAM Murcia, otro conjunto que el jueves no comenzó la temporada con las mejores sensaciones posibles. Perdió contra el Río Breogán en casa por 70-84, una derrota que su técnico, Sito Alonso, achacó a "la ansiedad" y a la falta de "un ritmo competitivo adecuado".

El equipo universitario se presenta este año con un bloque muy renovado, ya que ocho de sus trece jugadores son nuevos en la plantilla. El base Travis Trice y el alero James Anderson están llamados a ser los líderes del equipo. Este último viene tras quedar campeón de la Euroliga con el Anadolu Efes turco.

Martin Schiller dijo que el equipo universitario ha conformado "una buena plantilla", de la que destacó su buena línea exterior. Dijo que el partido será "todo un reto" y que, tras la derrota de Santiago de Compostela, "no hay tiempo para lamentos", sino que solo queda "seguir hacia adelante y ganar".

El técnico austriaco valoró como claves de la derrota en tierras gallegas los malos inicios del primer y tercer cuarto, que les hizo «perder mucha energía en intentar remontar». También defendió que, pese cargar el exceso el ataque en el juego interior, lanzaron «27 veces debajo del aro», más que el rival. «Podemos abrir el campo, generar espacios exteriores y penetrar. Pero hay que anotarlos, ser más contundentes», apuntó. Por último, defendió usar a Sant-Roos como base –lo hizo en Santiago– y valoró la polivalencia del cubano para jugar de «1, 2 o 3» según las necesidades.

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