Las selecciones españolas de rugby (masculina y femenina) todavía saborean el oro y el bronce cosechados este último fin de semana en el Campeonato de Europa. Un deporte que no deja de atraer éxitos a Aragón, donde se encuentra uno de los mejores conjuntos de rugby universitario del país. En Zaragoza, concretamente en la Academia General Militar, se ubica también uno de los referentes de esta disciplina a nivel militar. De hecho, en los últimos nueve Campeonatos de España, la delegación de la AGM ha sido reconocida como la mejor del país.

“Ganar cualquier título, sea de la índole que sea, es siempre un orgullo y una satisfacción que te llena en muchos sentidos. El hecho de que estos campeonatos sean a nivel militar no deja de darle más mérito a la competición que tenemos internamente los ejércitos”, reconoce Héctor Quevedo, alférez de tercer curso en la AGM y capitán del equipo masculino.

Con el triunfo de este año, los chicos encadenan tres años consecutivos proclamándose campeones de España. En total, el bagaje de títulos es admirable: seis victorias en nueve participaciones. “Es un equipo gestionado prácticamente por los cadetes. Creas una familia, unos compañeros con los que pasas prácticamente las 24 horas del día, alegrías, penurias, servicios… es algo más grande que un equipo”, revela Quevedo, natural de Valladolid y amante de un deporte que comenzó a practicar con apenas 12 años.

AGM

Sus valores como capitán del equipo, donde dispone de entre 30 y 50 jugadores, no distan demasiado de los de su faceta como estudiante: orden, disciplina, rigor, esfuerzo, capacidad de trabajo y superación. “Organizamos el equipo, hacemos las plantillas, planificamos los entrenamientos… pero siempre apoyándonos en nuestros compañeros. Cuando hay que pelear por tiempos de entrenamientos o medios logísticos, es el capitán el que tiene que hablar con quien corresponda”, explica con una sonrisa. Durante el curso, sumidos en una exigente rutina de estudios y preparación, los estudiantes deben hacer “malabares” para cumplir rigurosamente con todas sus obligaciones.

En femenino, siete títulos en ocho torneos

Pero la representación del equipo de rugby femenino de la Academia General Militar tampoco tiene nada que envidiar a la de sus compañeros. En las ocho ocasiones que ha participado en los campeonatos de España de militares, el combinado aragonés se ha impuesto en siete. La última, este curso. “Es un honor muy grande. Llevar las riendas del equipo te enorgullece de todo el trabajo de las compañeras, de buscar tiempo para prepararse…”, explica África Martínez, alférez también de tercer curso y capitana del cuadro femenino.

En su caso, el menor número de chicas en la AGM reduce la cifra de candidatas a competir. “Somos alrededor de 17 chicas, que hayan jugado previamente al rugby no hay ninguna. Desde el primer curso, tenemos que preocuparnos de sacar gente, que haya relevo. Crear el equipo femenino es mucho más difícil”, revela Martínez, de 20 años.

Tanto el conjunto femenino como el masculino entrenan como equipo únicamente una vez a la semana en una sesión de dos horas. Eso sí, el resto de los días cuentan con su horario de actividad deportiva “obligatoria” ya que el estado físico es “fundamental” en una disciplina como el rugby. “Debemos estar muy orgullosas de las ganas y las horas que echamos. De aprendernos los manuales, de entrenar el físico… Respecto a otros equipos, a pesar de que no entrenamos tanto técnicamente, el estado físico se nota”, reconoce la capitana, natural de Cantabria, que rehúye del éxito individual y prioriza el trabajo en equipo. “Nosotros somos los capitanes, pero es algo honorífico. Se saca adelante entre todos. No somos un equipo que se junta para entrenar y ya está. Se crea un vínculo que va más allá del deporte”, concluye.