Desde el 24 de junio, varias jóvenes de Alfajarín, Osera de Ebro y La Puebla de Alfindén defienden con el baile los colores de España en la final mundial de la 'Dance World Cup'. Diferentes disciplinas como el ballet, baile moderno, hip hop, street dance o claqué se suben al escenario, en esta ocasión, en San Sebastián para competir por las medallas de este Mundial de baile. 

La cita se presenta como "el mayor evento mundial del baile" que ha congregado en Guipúzcoa a unos 5.000 niños y jóvenes que bailan en academias y escuelas de 40 países diferentes.

Elsa Couto, monitora y responsable la Escuela Rítmica y Acrodanza Alfajarín, hace repaso de los logros conseguidos en esta competición: "Este año hemos presentado ocho piezas y se han clasificado seis. De las seis, cuatro consiguieron medalla en el Nacional y dos consiguieron la plaza con un sexto puesto para el Mundial. Este año se ha triplicado la participación. El curso pasado conseguimos un tercer y un sexto puesto".

La escuela Rítmica y Acrodanza Alfajarin, donde entrenan las participantes en el Mundial,  pertenece al servicio comarcal de deportes de la Mancomunidad Ribera Baja del Ebro. "Dentro de esta escuela tenemos alumnos de Osera de Ebro, Alfajarín, La Puebla de Alfindén y alguno de Zaragoza", cuenta Couto. Con Elsa, han estado coordinando la competición los monitories Adrián Rodríguez y Eli Arroyo. En esta escuela enseñan disciplinas como acrodanza, 'fit kid' o baile comercial.

"Son unas chavalas excelentes. Bueno no son todo chicas, también tenemos a dos chicos", dice orgullosa la responsable. "Siendo pueblos tan pequeños sacan muchísimas ganas, mucha ilusión y nos arrastran a los monitores y a las familias a seguirles para disfrutar con ellas encima de un escenario", resalta Elsa Couto.

Casi todas las familias de las participantes han acudido a la cita San Sebastián, "y eso que la competición ha caído entre semana. Han venido abuelos, hermanos, padres e incluso amigos. Hemos tenido mucho apoyo", afirma la coordinadora.

Y como en las grandes aventuras, han tenido alguna anécdota en el Mundial que afortunadamente ha quedado en un susto: "Siempre tiene que pasar algo. El día anterior de una actuación, a media noche, nos dimos cuenta de que nos habíamos dejado un vestuario en Alfajarín. Media hora antes de la actuación llegó el traje. Pensábamos que tendríamos que improvisar", cuenta Couto.

Galería de fotos de la experiencia de las chicas de la Ribera Baja en la Dance World Cup

"Estamos aprendiendo unos de otros y pasándolo bien. Nos hemos llevado una experiencia muy bonita", recalca. "Las chicas tienen ganas de repetir. Es un orgullo haber representado a España en el desfile inicial y en la entrega de medallas. A la vuelta seguiremos trabajando y motivándoles para que nos llenen de alegría encima del escenario. Ahora toca descansar y a seguir trabajando", concluye Couto.