baloncesto
Hans Vanwijn, rendimiento bajo cero en el Casademont Zaragoza
El belga no está respondiendo a las expectativas generadas. Y lejos de mejorar, ha presentado una valoración negativa en sus dos últimos compromisos.
Se incorporó al Casademont Zaragoza el pasado verano, procedente del JDA Dijon francés, y su contrato contempla hasta junio de 2023. Sin embargo, Hans Vanwijn no está respondiendo a las expectativas generadas. Y lejos de evolucionar, su rendimiento ha experimentado una sorprendente involución con el discurrir de la temporada. No sólo se han desplomado sus estadísticas. El jugador, víctima de su propia ansiedad, con una desconfianza manifiesta en sus propias posibilidades, también ha ido rebajando su energía, su intensidad, su actividad, su concentración, su entusiasmo, su capacidad competitiva. En la actualidad es un jugador atenazado, oprimido, muy lejos de su verdadera dimensión. Al ala-pívot, de 27 años, le está costando sobremanera adaptarse a las exigencias físicas de la Liga Endesa; una situación que le ha activado una inseguridad nueva y que, de hecho, le ha afectado anímicamente en todas las facetas del juego.
El belga llegó al Casademont Zaragoza avalado por sus actuaciones en el JDA Dijon, donde había registrado 11 tantos, 5,5 capturas y 1,7 pases de canasta por partido en el torneo galo, y 10,2 puntos, 6 rebotes y 1,3 asistencias en la Champions League. Ese mismo curso, Vanwijn se enfrentó con el cuadro zaragozano, en octubre de 2020, en la fase final de la Champions League que se desarrolló en Atenas. Fue en el duelo que determinaba la tercera y la cuarta plaza de la competición, y que acabó adjudicándose el JDA Dijon con David Holston (20 tantos) como jugador más productivo; pero Vanwijn también tuvo una notable incidencia en la victoria de los franceses, con una aportación de 11 puntos y 9 rebotes en los 34 minutos que permaneció sobre la pista.
Sin embargo, el belga es ahora un jugador irregular, con importantes altibajos en su juego. Su mejor actuación se remota al 12 de diciembre, ante el Fuenlabrada, en el partido de la decimotercera jornada de la Liga Endesa. Entonces, Vanwijn alcanzó los 22 créditos de valoración, fundamentados en 17 puntos, 3 rebotes, una asistencia y 6 faltas recibidas en 26 minutos. Por el contrario, el ala-pívot ha presentado una valoración negativa en los dos últimos compromisos de los aragoneses.
En Valencia, el pasado domingo, finalizó la contienda con -2 de nota general, después de facturar 3 tantos y una captura, con un solo acierto de 5 intentos en los tiros de campo. Idéntica valoración (-2) tuvo el belga una semana antes, contra el Lenovo Tenerife, que también se saldó con una derrota de los zaragozanos. Vanwijn aportó 4 puntos y 1 rebote frente a los insulares, con un desacierto inusual en sus lanamientos: anotó 2 de 8 en tiros de campo, y erró su único intento desde la línea de personal. Y en la jornada anterior, ante el Gran Canaria, el belga no anotó ni una sola canasta; sumó una captura, una asistencia, 2 robos de balón y 2 pérdidas en 16 minutos de juego –acabó con un crédito de nota general–.
En la FIBA Europe Cup, los números de Vanwijn también resultaron muy pobres. Jugó cinco encuentros, con unos promedios de 5 puntos, 3,6 rebotes y 1,2 asistencias por duelo. Además, finalizó el torneo con un 38%#de efectividad en los tiros de 2 –anotó 10 de sus 26 intentos–, y con un 8,3% en los lanzamientos triples (1 de 12).
Vanwijn debutó en la máxima categoría belga en el ejercicio 2013-14, con el Leuven Bears, para fichar posteriormente por el Limburg United, donde permaneció las tres siguientes campañas (2014-17). Allí fue designado mejor jugador joven de la competición, al término del curso 2015-16, cuando contaba con 20 años de edad. El ala-pívot se marchó después al Telenet Giants Antwerp, en el verano de 2017, y en su segundo curso (18-19) fue elegido mejor jugador nacional. Al término de la temporada fichó por el JDA Dijon, y un año más tarde por el Casademont Zaragoza.
