baloncesto

El Casademont muere en la orilla en Valencia (81-79)

El conjunto aragonés compite en uno de los escenarios más exigentes de la Liga Endesa, pero se queda sin premio.  

El aragonés Pradilla, del Valencia, es defendido por Radoncic y Hlinason.
El aragonés Pradilla, del Valencia, es defendido por Radoncic y Hlinason.
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El Casademont Zaragoza mejoró actuaciones pasadas, sobre todo en el ámbito defensivo, pero su crecimiento no tuvo recompensa en Valencia, uno de los escenarios más imponentes del panorama nacional (81-79).  Aunque el cuadro aragonés protagonizó un deficiente inicio de partido, lastrado por un desatino inusual en sus lanzamientos -11 puntos en los 10 primeros minutos-, jamás se descompuso. Al contrario, tiró de casta y orgullo, y del talento de Jordan Bone, para sobreponerse a un situación adversa y cuestionarle el triunfo a su rival hasta el último suspiro de la contienda. De hecho, el propio Bone dispuso de un lanzamiento lejano, ya sobre la bocina, para dale la victoria a los zaragozanos, pero el balón fue repelido por el aro. Pese a sus evidentes carencias, los zaragozanos supieron competir con fuerza, seguridad y determinación, derrochando compromiso en cada una de sus intervenciones. Cedió en los compases finales, víctima de su propia ansiedad, cuando le faltaron serenidad y templanza y le sobraron pérdidas de balón.

En el inicio, el Casademont se topó con un muro sólido, resistente, sin apenas fisuras, y tuvo muchas dificultades para anotar. A los cinco minutos, toda su aportación ofensiva se reducía a una sola canasta, obra de Deon Thompson, y los locales ya se habían distanciado en el marcador con las acciones de Tobey, Pradilla y Puerto bajos los aros, y un certero triple de López-Aróstegui (9-2). Aleix Durán tuvo que detener el encuentro. Por enconces, los zaragozanos presentan un desacierto inusual en sus jugadas de ataque, con un único acierto en sus primeros 7 tiros de campo.

Tras el tiempo muerto, el Casademont no mejoró sus prestaciones ofensivas. Se empleó, de nuevo, con numerosas dudas en su juego -lento, plano, previsible- y no halló situaciones ventajosas para lanzar. Cerró el primer acto con 11 puntos en su haber, un diáfano indicador de su impericia para generar ventajas y encontrar grietas en la defensa rival. Al menos, la escuadra visitante sí exhibió disciplina, orden e intensidad atrás, de ahí que su oponente no aprovechara el desconcierto aragonés para adquirir una amplia distancia (19-11).

Sin una propuesta colectiva solvente, el Casademont se agarró a las acciones individuales para tratar de voltear el marcador. Yusta, con seis puntos consecutivos, y Hlinason, intimidando atrás, lideraron el intento de remontada de los aragoneses. Entonces emergió la figura de Klemen Prepelic, quien aportó oxígeno a su equipo con dos lanzamientos triples seguidos para establecer, además, la máxima ventaja del choque (35-22). Sin embargo, el conjunto aragonés respondió con contundencia y prontitud. Jordan Bone, con un 2+1, y San Miguel, desde el triple, situaron a los visitantes a sólo cinco puntos (35-28), castigando a un bloque que comenzaba a presentar evidentes síntomas de cansancio. Ahora fue el técnico local, Joan Peñarroya, quien detuvo un partido que había modificado su guión. Posteriormente, Jordan Bone, desde más allá del arco, redujo la diferencia a una sola canasta (36-34), pero Labeyrie salió al rescate del cuadro levantino, tras una asistencia de Pradilla, en la última acción del cuarto (38-34).

El Casademont fue mejor que su oponente en los primeros compases de la reanudación. Prepelic exhibió su talento ofensivo; pero Jordan Bone, con un triple, Santi Yusta, con una bandeja, y Dino Radoncic, con una acción bajo los aros, igualaron el duelo (44-44) en el ecuador del tercer acto. Y aunque Prepelic golpeó nuevamente desde más allá del arco, el cuadro aragonés volteó el marcador con los puntos de Mobley y Radoncic (47-50). A partir de ahí, se produjo un intercambio de golpes del que salió beneficiado el Valencia, sobre todo por su mayor acierto desde la línea de personal. A la media hora, los levantinos habían recuperado el mando, pero los zaragozanos seguían optando a la victoria (63-57).

En el tramo definitivo, el Casademont serenó momentáneamente su juego y pudo, por fin, dotar de buenos balones al juego interior. Hlinason, cuando recibió bajos los aros, y Waczysnki, con incisivas penetraciones a canasta, inyectaron una importante dosis de autoestima a los aragoneses, al mismo tiempo que acentuaban las dudas de su rival. Y cuando el Valencia cerró sus filas, Mobley encontró espacios en la línea exterior para golpear desde el perímetro. El escolta igualó la contienda, con un certero triple, que conllevó el tiempo muerto del entrenador local (66-66). Restaban cuatro minutos para la conclusión.

De ahí al final, el Casademont, muy ansioso, se precipitó en sus acciones y sumó hasta cuatro pérdidas de balón. Un lastre gigantesco para aspirar al triunfo en Valencia (81-79).

Ficha técnica

81 - Valencia Basket (19+19+25+18): Hermannsson (3), Puerto (4), López-Arostegui (10), Pradilla (14), Tobey (13) -cinco titular- Prepelic (21), Ferrando (1), Dubljevic (4), Jiménez (-), Rivero (7) y Labeyrie (4).

79 - Casademont Zaragoza (11+23+23+22): Cook (-), Bone (27), Waczynski (6), Thompson (2), Radoncic (6) -cinco titular- San Miguel (5), Mobley (12), Yusta (8), Vanwijn (3), Font (-), Fernández (-), Hlnason (10).

Árbitros: Caballero, Sánchez Mohedas y García González. Sin eliminados.

Incidencias: partido correspondiente a la jornada 25 de la Liga Endesa disputado en el pabellón Fuente de San Luis ante 4.155 espectadores. Antes del encuentro se guardó un minuto de silencio por la muerte de Antonio Novoa, primer presidente de la ACB. 

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