balonmano

"Yo meto goles y mi madre es la portera"

Toda la familia de Clabel (su madre y sus dos hermanos), la estrella de solo 15 años del Schär Colores Zaragoza de la División de Honor Plata, juega a balonmano. 

Clabel, la mamá Nicxon, Hidson y Honesta, una familia que ama el balonmano, en el parque Pignatelli de Zaragoza.
Clabel, la mamá Nicxon, Hidson y Honesta, una familia que ama el balonmano, en el parque Pignatelli de Zaragoza.
Oliver Duch

Mientras España continúa coleccionando metales preciosos, algo se mueve en el balonmano aragonés. Su conjunto femenino de referencia, el Schär Colores Zaragoza, milita en la División de Honor Plata, a solo un escalón de la élite. Su jugadora más destacada es Clabel, una jovencita de solo 16 años que ha invertido todos los órdenes naturales: jugadora en edad juvenil de primer año, abandera el equipo senior. Su peripecia vital casa con la filosofía de un club creado como instrumento integrador a través del deporte, y que ahora, además, apuesta por ambiciosos retos deportivos. Ella, además de catalizar al mejor equipo femenino de Aragón, también ha catalizado la práctica deportiva en su familia. Su hermana, su hermano y hasta su madre se han contagiado de la pasión por este deporte y también juegan a balonmano.

"Yo comencé jugando al balonmano con nueve años, y ahora jugamos toda la familia. Yo meto goles y mi madre juega de portera", se arrancó Clabel, la poderosa lateral izquierdo (182 centímetros) del Schär Colores Zaragoza. Clabel se inició en este deporte de una forma singular. "Estaba en mi colegio, el Gascón y Marín, y un entrenador (Miguel Mendo) me vio subir las escaleras de dos en dos. Me dijo que fuera a un campus. En un principio no fui, pero mi madre me animó y finalmente fui. Era el año 2014. Como era pequeñita, me acompañó mi hermana, Honesta, que es mayor que yo. Al paso de los días, le dijeron que si quería jugar ella también, y se puso de portera. Después llegaron mi hermano y mi madre. Mi hermano Hidson jugaba al fútbol en el San José. Es muy alto y se ha cambiado al balonmano. También juega mi madre, Nicxon, que se pone de portera. ¡Toda la familia jugamos a balonmano!", exclama.

Clabel no solo juega: destaca. Su nombre (Ngo Hiobi Kiyep Nicxon Clabel) sonará pronto en el balonmano español. Su entrenador, Míchel Martín, exentrenador del BM Aragón de Liga Asobal y uno de los padres del balonmano aragonés, no duda en subrayar su calidad. "Estamos ante un gran proyecto de jugadora. Es juvenil de primer año y ahora mismo tiene potencial para jugar en la élite. Habrá que ver su crecimiento, pero sus condiciones para practicar el balonmano son extraordinarias. En el equipo también hay dos jugadoras juveniles más que han sido llamadas a la selección española: la portera Elena Pérez de Mezquía y la lateral derecho Laura Bazco. Clabel no ha ido a la selección española por un problema burocrático, pero le sobra calidad para estar allí", reitera Míchel Martín.

La estrella del Schär Zaragoza comenzó a destacar desde el primer día que cogió una pelota. "Empecé jugando en edad alevín, pero, como no había equipo alevín, jugaba con las infantiles. El entrenador me ponía primero de pivote. Tanto los entrenadores como las compañeras me han ayudado mucho para llegar hasta aquí", enfatiza Clabel.

Honesta no puede jugar ahora porque está lesionada. "Me rompí el ligamento cruzado de la rodilla. Me recuperé, pero me lo volví a romper. Estoy muy esperanzada porque me encuentro cada vez mejor. Quiero volver a ponerme en la portería", explica sonriente Honesta, cuyo nombre completo es Ngo Nyap Jacky Honnest.

El hermano también juega de categoría. Ciertamente, lo único complicado es articular su nombre: Massock Ma Hiobi Man Hibson Kolman. Para los amigos, Hibson."Antes jugaba al fútbol, pero me he pasado al balonmano. Juego de lateral izquierdo. Dicen que tengo buenas condiciones (mide 191 centímetros con 14 años). Ahora estoy en el BM Almogávar y, siendo jugador cadete de primer año, Fernando Oto ya me ha convocado para la selección cadete, con jugadores de un año más que yo. Estoy muy ilusionado", detalla Hidson.

"Tanto mi hermano como yo nacimos en España, pero oficialmente no puedo jugar con la selección española. Y me encantaría"

La saga la cierra la mamá, Nicxon, que también se atreve a ponerse de portera. "Confieso que, cuando me puse de portera, no había jugado antes al balonmano. Tenía 36 años...", sonríe sin disimulo. "A todos en la familia les gustaba el balonmano y decidí probar yo también. Empecé a jugar en 2016, cuando se formó el equipo de Primera Nacional. Ahora, con 42 años, sigo jugando. Es muy bueno hacer deporte, entrenar, competir", señala Nicxon, que trabaja, sostiene la familia, entrena, les quiere... y hasta para algún balón. "Hay que luchar mucho todos los días para salir adelante, pero el deporte ayuda a superarte", reitera hasta la saciedad la mamá.

El único pero de esta preciosa historia de amor por la vida y por el balonmano no reside en la pista, sino en los papeles. Porque Clabel se harta de meter goles en el Schär Colores Zaragoza y en la selección juvenil aragonesa, pero no los puede meter con la selección española. Y es que nació en España, pero no es española... "Mi madre nació en Camerún, y también mi hermana, Honesta, que llegó a España cuando tenía un año. Tanto mi hermano como yo nacimos en España, pero oficialmente no puedo jugar con la selección española. Y me encantaría jugar con la selección española. Espero hacerlo cuanto antes", concluye Clabel.

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