Paco Vallejo: "El ajedrez es un deporte individual, incluso egoísta"

Nacido en Mahón (1982) y ciudadano del mundo, el Gran Maestro es el flamante fichaje del equipo de ajedrez Myinvestor Stadium Casablanca. 

El Gran Maestro Paco Vallejo
El Gran Maestro Paco Vallejo
David Llada

El mejor ajedrecista de la historia de España mueve pieza en Zaragoza. ¿Cómo se gestó su flamante fichaje por el Myinvestor Stadium Casablanca?

Ya tenía algunos compañeros en el equipo que me conocen de muchos años, como Pablo Glavina -que fue incluso mi entrenador-, Diego Adla, Sabrina Vega -que también había fichado-… Así que fue muy fácil. La idea es hacer tres años, y a ver si puede ser alguno más. El primer reto es subir a División de Honor, luego ganarla y aspirar a Europa. Pero en el deporte hay que tener paciencia porque los rivales también juegan.

¿Tiene algún vínculo con Aragón?

He estado muchas veces en Aragón. La primera vez que vine a Zaragoza fue en 1994, era un niño, y nos alojamos en el Hotel Maza. Creo que era un Torneo Internacional Ibercaja, que disputé varias veces, incluso en una de las ediciones hice tablas contra Miguel Illescas, que era el campeón de España. También participé en el Torneo Internacional de Utebo, que gané.

Usted nació en Menorca, pero es difícil encontrarle allí o en España: Rusia, República Dominicana, Costa Rica, Panamá… y ahora en la ciudad de Dar es-Salam en Tanzania, desde donde habla. ¿Qué hace allí?

Yo nací en Mahón, pero luego he vivido en muchos lados: Galicia, Barcelona, Mallorca… y en muchos países del mundo. A día de hoy paso por España para ver a mi familia y poco más. Tanzania es un país que, con todo el caos que hay en Europa y en parte de América por la covid, es un pequeño lujo que me puedo dar ahora. El problema es que antes viajaba mucho por los torneos de ajedrez, pero desde 2020 se han reducido por la pandemia. Estaré aquí unos meses y ya veremos.

“No siempre he estado dispuesto a sacrificarme para llegar a lo más alto”

Con cinco años fue considerado un niño prodigio del ajedrez, un superdotado, erudito en cálculos mentales. ¿Cómo empezó todo?

La verdad es que de pequeño era un niño bastante despierto, se me daban bien las asignaturas técnicas, pero también era buen deportista. Luego he ido perdiéndolo con el tiempo (risas). Aprendí rápido a jugar al ajedrez: veía jugar a mis hermanos, a mi padre contra mi abuelo, a mi madre… se me daba bien. Tengo una foto jugando con Kasparov, uno de mis ídolos, que vino a jugar unas simultáneas en Menorca contra 40 personas y a mí me pusieron el último, se supone que era el más malo. Unos 13 años después me enfrenté a él en el Torneo de Linares. Cuando le enseñaron la foto le hizo mucha gracia.

Paco Vallejo, concentrado en una partida
Paco Vallejo, concentrado en una partida
Myinvestor

Batió récords de precocidad: subcampeón mundial sub-10, sub-12, oro mundial sub-18,Gran Maestro en 1999 con 16 años…

Sí, obtuve muchas medallas en torneos infantiles, hice una buena carrera, pero me hubiera gustado haber llegado un poco más arriba...

En 2011 llegó a ser número 20 en la clasificación mundial. ¿Qué le faltó o frenó el poder alcanzar la cima?

Llegar a lo más alto es difícil porque el esfuerzo que tienes que hacer es titánico; hay que sacrificar muchas cosas y no siempre he estado dispuesto a hacerlo. También necesitas apoyo económico, un respaldo que no fue en mi caso suficiente. A los mejores jugadores del mundo les arropan en sus países, y a mí más bien me han puesto trabas. Pero tengo claro que yo soy el principal responsable de no haber aspirado a la cima. Como ajedrecista, es una lección que uno aprende. El ajedrez es un deporte individual, incluso egoísta. Soy yo y yo, y las culpas recaen en uno mismo. Es duro porque en el ajedrez no hay excusa que valga, como en otros deportes.

"He intentado ser un jugador que calcula bien, que llega profundo en sus análisis, que es bastante universal en su manera de entender el ajedrez y que juega todo tipo de posiciones"

Se enfrentó y ganó a los mejores del mundo. Karpov, Carlsen, Kramnik, Topalov, Anand, Ponomariov y Kasimdzhanov. ¿Alguno le ha impresionado por algo en especial?

Cualquier victoria contra un campeón del mundo es especial y he tenido la oportunidad de ganar en algún momento a todos con los que he jugado menos a Kasparov. Es bonito, pero cuando uno está en el tablero no impresionan, me sentía tranquilo y la diferencia es su regularidad. Es gente a la que admiras, pero cuando te sientas en el tablero no hay amigos.

¿Usted es un jugador...?

He intentado ser un jugador que calcula bien, que llega profundo en sus análisis, que es bastante universal en su manera de entender el ajedrez y que juega todo tipo de posiciones. Quizá podría haber mejorado en algunos finales o aspectos defensivos. Nunca es tarde porque siempre se tiene ganas de aprender. Sigo teniendo energía y me motivo ante los retos. A nivel psicológico, uno tiene que creerse que puede ganar. Recuerdo sufrir muchísimo con las derrotas en su momento, de joven, y ahora conseguir un equilibro en el que has hecho lo que has podido pero sin afectarte en el plano personal. Creo que ahora manejo mejor las emociones.

Pero no pudo superar la presión cuando vivió su episodio más amargo como profesional en 2018, al reclamarle Hacienda 500.000 euros por jugar al póquer ‘online’, y que le llevó a retirarse en plena competición del Europeo en Georgia y a apartarse de los tableros…

Fue una desagradable historia. No solo fue una amenaza de destrozarme la vida económicamente, sino también fue un sentimiento muy grande de injusticia. Llevo jugando 30 años, con medallas de todos los colores en mundiales y olimpiadas, siempre defendiendo a mi país -a cambio de muy poco-, observando que a mis compañeros les tratan como héroes y que a mí solo me ponían trabas… La verdad es que me afectó mucho, tanto a mi carrera como a nivel personal, con tanta presión no podía ni jugar.

"Siempre he tenido mucha fe en mí mismo, a pesar de todas las trabas que he tenido. Preocuparse no vale la pena, hay que buscar soluciones"
Paco Vallejo logró el agosto pasado el título de campeón de España de ajedrez en la modalidad rápida
Paco Vallejo logró el agosto pasado el título de campeón de España de ajedrez en la modalidad rápida
Patricia Claros

¿Cómo se sintió entonces?

Mal. Hacienda tenía una normativa antigua en la que no tenían en cuenta las pérdidas. Jugué en 2011 y apenas duró ese año: perdí más que gané. Es como si usted y yo empezamos a jugar al póquer, tenemos cien euros cada uno y estamos toda la noche si acabamos con la misma cantidad. Pero según Hacienda, los dos somos millonarios porque ese dinero ha ido cambiando de manos pero siempre es la misma cantidad. Era muy difícil de entender, totalmente absurdo. Al final, la pena se vio reducida a 100.000 euros pero el daño perduró. Me retuvieron mi dinero del banco, me costó un dineral de abogados… He reclamado daños y perjuicios porque fue muy doloroso y me afectó a nivel personal y profesional. Fue un tema muy escandaloso y creo que tuvieron muy mala fe.

¿Qué lectura hace de ese suceso?

He aprendido cosas. Siempre he tenido mucha fe en mí mismo, a pesar de todas las trabas que he tenido. Todo son lecciones y maneras de aprender, de seguir adelante. Preocuparse no vale la pena, hay que buscar soluciones. Esta fue una enseñanza muy dura pero te va preparando para problemas mayores como los que vivimos ahora con la covid.

¿Es complicado vivir del ajedrez?

Sí, como en cualquier deporte. El ajedrez no está muy bien pagado comparado con otras modalidades como el tenis o el fútbol, pero tampoco está mal. He viajado por más de 60 países, me he ganado la vida jugando al ajedrez, nunca he tenido problemas económicos excepto el episodio con Hacienda, sin superlujos. Estoy haciendo lo que me gusta y estoy agradecido.

"Todo lo que sea hablar de ajedrez está bien. Y enfocado como herramienta pedagógica para los escolares es muy bueno y puede aportar muchos beneficio"

Llegó ‘Gambito de dama’ y el noble arte del ajedrez resucitó. ¿Se ha enganchado a la serie?

Me gustó mucho. Es verdad que se toma algunas licencias visuales -un ajedrecista cuando pierde no tira el rey- y hacen un poco de ‘circo’ que no es real, pero me encantó y la actriz (Anya Taylor-Joy) hace un papel muy bonito. Me identifiqué con la parte final porque ella en su juventud va a una de las ciudades más bonitas del mundo, Moscú, para enfrentarse contra los mejores del mundo. Y yo tuve la misma sensación hace casi 20 años.

¿Ha sido un buen altavoz para relanzar el ajedrez?

Sí, todo lo que sea hablar de ajedrez está bien. Y enfocado como herramienta pedagógica para los escolares es muy bueno y puede aportar muchos beneficios. Se les da otro punto de vista: lógica, concentración, intuición, aprender errores… Hay muchas lecciones que se pueden extraer del aprendizaje del ajedrez y que para un niño que son muy útiles.

El ajedrecista, ¿sin ordenador no es nadie?

Desde luego, yo estoy en Tanzania y no tengo tablero. El ordenador es mi contrincante.

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