Deporte en verano

Correr por la playa es el deporte del verano... pero puede provocar lesiones

La resistencia de la arena y su inestabilidad cuando está seca pueden ser causa de esguinces.

Correr por la playa requiere de prudencia y práctica.
Correr por la playa requiere de prudencia y práctica.
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Correr por la playa se presenta como la gran solución a la inactividad que acompaña a las vacaciones. Pero aunque se haga con la mejor de las intenciones, salir a hacer running por la arena puede provocar graves lesiones, como esguinces de tobillo, o daño articular en las rodillas, por ejemplo.

El fisioterapeuta Eduardo Alastrué (nº de colegiado 1611) explica que cualquier deporte puede ser lesivo y todo depende del nivel de actividad física y de la experiencia, pero en el caso de salir a correr hay que tener también en cuenta el impacto del suelo.

Las diferentes superficies sobre las que se puede correr (asfalto, césped o, en este caso, arena) tienen diferentes resistencias y no todas absorberán igual el golpe de las zapatillas de deporte, por lo que el impacto que devolverá el suelo sobre las articulaciones será distinto.

¿Arena seca o mojada?

Según este fisioterapeuta, la resistencia de la arena mojada es similar a la del pavimento, por lo que si se tiene la costumbre habitual de salir a correr no habrá ningún problema en hacerlo en la playa.

Sin embargo, la arena seca tiene otro tipo de resistencia y, además, es un firme más inestable. Si no se está lo suficientemente entrenado, se pueden sufrir esguinces de tobillo con facilidad.

Por otro lado, correr sobre la arena mojada solo puede realizarse en la orilla y ahí hay que tener en cuenta la inclinación del terreno. Si se practica running con esta inclinación de manera muy puntual no habrá secuelas, pero puede acabar afectando al conjunto de pie, rodilla y cadera, avisa Alastrué.

¿Con o sin zapatillas?

Una de las aparentes ventajas de correr por la playa es poder hacerlo sin deportivas. Eduardo Alastrué es de la opinión que, para correr, "el pie debería ir lo más descalzo posible".

"La planta del pie contiene una gran cantidad de receptores sensoriales y de presión. Cuanta más amortiguación y suela lleva la zapatilla menos información recibimos, dejando el pie mas desprotegido", explica el fisioterapeuta.

Lo ideal sería ir corriendo cada vez con menos suela e ir acostumbrando al pie para que esta práctica no fuera agresiva, aunque no recomienda correr descalzos. De todas formas, apostilla que si durante el año se corre con una suela alta, la playa no es el lugar indicado para cambiar de costumbres. "Seguramente acabes con dolores y en el peor de los casos con una lesión".

En resumen...

Correr por la playa no tiene porqués para resultar lesivo si se es un corredor experimentado o se está habituado a practicar este deporte. En caso de ser principiante, es importante tener en cuenta la resistencia del terreno y el impacto y salir con cuidado y precaución.

Eduardo Alastrué recomienda empezar de forma progresiva e ir aumentando la distancia del recorrido y la velocidad poco a poco. Empezar a un ritmo alto provocará sensaciones de dolor y molestia y hará que "nos saturemos".

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