Deporte al aire libre

Hacer deporte en verano: cómo evitar los golpes de calor al entrenar

Las altas temperaturas pueden tener efectos adversos a la hora de hacer ejercicio y provocar golpes de calor.

Runners haciendo running montando en bici y corriendo al aire libre
Practicar running y ciclismo en verano exige un esfuerzo extra.
Pixabay

Todo en exceso es malo, y si bien el verano y el calor mejoran el estado de ánimo, las temperaturas demasiado altas pueden afectar a la calidad del sueño y al rendimiento deportivo. Además, los deportistas pueden sufrir golpes de calor y otros achaques que afectan a la salud. 

A la hora de hacer deporte en el exterior, las actividades de resistencia como el running o el ciclismo son las que más se sufren. Sin embargo, ir al gimnasio o a nadar son dos disciplinas que se agradecen mucho durante esta época.

Pero, ¿qué podemos hacer para evitar los golpes del calor o una bajada del ritmo del entrenamiento durante el verano? Jorge Marín, director de Sport&Fun, explica que estas elevadas temperaturas nos afectan porque nuestro reacciona a ellas a través de los termorreceptores, que detectan el calor o el frío y adaptan nuestra temperatura corporal para enfriar o calentar el cuerpo.

Estos mecanismos son la respiración, el aumento del flujo sanguíneo y la sudoración. “Este último es en el que nos vamos a centrar ya que es el que más interesa en cuánto a los deportes de resistencia”, explica este entrenador experto en sesiones grupales de running o trial. La sudoración es el mecanismo más efectivo para enfriar la temperatura del cuerpo.

Cómo evitar golpes de calor

Una vez que conocemos la teoría de cómo nuestro cuerpo lucha contra el calor, hay una serie de consejos que se han de poner en práctica para poder hacer ejercicio en verano sin sufrir golpes de calor o sin que nuestra capacidad se vea excesivamente mermada. Así, Jorge Marín recomienda:

  1. Haz tus entrenamientos más suaves cuando son de larga duración, siempre y cuando estés adaptado y no sean un nuevo estímulo.
  2. Cuando realices entrenamientos de mayor intensidad y calidad, procura que sea a primera o última hora del día.
  3. Hidrátate constantemente.
  4. Presta atención si vas a realizar ejercicio en ayunas o con dietas bajas en hidratos de carbono. Lleva siempre a mano opciones para ingerir carbohidratos de forma rápida en el momento.
  5. Ten una correcta hidratación durante todo el día y no sólo el momento de la práctica deportiva.
  6. Incorpora hábitos saludables a tu día a día. La alimentación saludable, la coherencia en tu entrenamiento y descanso; son importantes para todo pero aún más si expones tu cuerpo a esfuerzos largos e intensos.

En conclusión, este entrenador especializado en actividades de alta intensidad resume que el truco para sobrevivir al verano y seguir entrenando es adaptarse, nunca dejar de hacer deporte. "Todo es cuestión de entrenarlo y adaptar el entrenamiento a las circunstancias y características del momento del año".

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