La Bundesliga marca el camino

El fútbol alemán reanuda la competición entre mascarillas, desinfectantes y controles de temperatura.

Dortmund (Germany), 16/05/2020.- Dortmund's Thorgan Hazard (L) celebrates with Julian Brandt after scoring the 3-0 lead during the German Bundesliga soccer match between Borussia Dortmund and Schalke 04 in Dortmund, Germany, 16 May 2020. The German Bundesliga and Second Bundesliga are the first professional leagues to resume the season after the nationwide lockdown due to the ongoing Coronavirus (COVID-19) pandemic. All matches until the end of the season will be played behind closed doors. (Alemania, Rusia) EFE/EPA/MARTIN MEISSNER / POOL DFL regulations prohibit any use of photographs as image sequences and/or quasi-video. Borussia Dortmund vs Schalke 04
Thorgan Hazard (izquierda)_y Julian Brandt, futbolistas del Borussia Dortmund, celebran el tercer gol de su equipo ante el Schalke.
MARTIN MEISSNER / POOL

Dos meses después, en concreto 66 días, la Bundesliga inauguró ayer el nuevo fútbol a puerta cerrada en Europa. Lo hizo con un estricto protocolo sanitario impuesto para evitar contagios que incluye, entre otras normas, además de test de detección de Covid-19 a futbolistas y técnicos, la obligación de que los jugadores de banquillo, separados por una distancia mínima, lleven mascarillas. El mundo puso sus ojos en la primera gran liga continental reiniciada. En el comienzo de la tan ansiada desescalada en el fútbol tras el parón obligado por la pandemia del coronavirus. En España, la intención es regresar el viernes 12 de junio, aunque la fecha está condicionada a la postura del Ministerio de Sanidad.

Como importante banco de pruebas y ejemplo a seguir en la Liga, la Premier y la Serie A, el fútbol en la Bundesliga regresó con éxito, sin contratiempos destacables y con muchos goles, sin celebraciones conjuntas, durante una jornada de reinicio de campeonato similar a una de pretemporada. Entre mascarillas, desinfectantes y controles de temperatura, se saldó con al menos tres lesiones musculares, aunque eran esperadas tras tanto tiempo de inactividad competitiva. Todas ellas se produjeron en el Borussia Dortmund-Schalke, de Giovanni Reyna en el calentamiento; y durante el derbi del Ruhr más raro de la historia, de Thorgan Hazard, que se retiró cojeando, de Jadon Sancho, que solo jugó los últimos minutos, y de Jean-Clair Todibo, que ya no salió en la segunda parte al golpearse su tobillo derecho en una de las placas de publicidad.

Aunque los saludos con la mano están prohibidos, a los futbolistas les costará olvidarse de determinados automatismos, como se pudo comprobar cuando Jadon Sancho sustituyó a Thorgan Hazard, y ambos se tocaron al cruzarse. Tampoco se permiten los contactos de manos en la cara de compañeros o rivales, pero el jugador del Hertha de Berlín Dedryck Boyata protagonizó una de las imágenes de la jornada al agarrar con fuerza a Marko Grujic y prácticamente besar al serbio, mientras conversaba con él, durante el encuentro ante el Hoffenheim.

También está prohibido escupir, pero hubo más de un jugador, durante seis de los nueve partidos que dieron el pistoletazo de salida a la ‘nueva normalidad’, que no pudo reprimir lanzar saliva al terreno de juego, o sonarse la nariz.

Otro hecho destacado, con las gradas de todos los estadios vacíos, fue la presencia en el campo del Augsburgo de una pancarta que fue colocada en uno de los fondos y que rezaba: "El fútbol sobrevivirá. Es un negocio enfermizo". En Alemania, con mayoría de aficionados contrarios a la reanudación del fútbol ante el riesgo que conlleva no poder garantizarse la seguridad sanitaria al cien por cien, han crecido las voces en contra del reinicio de la Bundesliga sin público.

Con los gritos de futbolistas y técnicos retumbando en los estadios de la Bundesliga, con escasa intensidad en la mayoría de los encuentros, fue el perseguidor del Bayern de Múnich, el Borussia Dortmund, el que sí impuso un buen ritmo en el regreso de la competición y, sobre todo, su flamante estrella, Erling Haaland, pretendido por el Real Madrid, que abrió el marcador en el Signal Iduna Park (10 dianas en 9 partidos), dio una asistencia y participó en los otros dos tantos de la goleada al Schalke (4-0).

"El regreso del fútbol es una buena señal. No solo es fútbol. La gente está deprimida por el confinamiento. El fútbol trae una cierta normalidad y energía positiva. Hace más fácil quedarse en casa cuando puedes ver deporte por televisión", se congratuló ayer el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, cuyo organismo desea reanudar la Champions y la Europa League en agosto.

Para obtener el visto bueno a su reanudación, la Bundesliga presentó un protocolo sanitario muy estricto, que dirige casi todos los aspectos de la vida de jugadores y cuerpos técnicos. El pilar del protocolo es la puesta en marcha de manera masiva de test de coronavirus para jugadores y técnicos, dos veces por semana como mínimo y la víspera de cada encuentro. Además, cerca de 300 personas son admitidas en los estadios los días de partido, pero divididas en tres zonas entre las que no debe haber ningún contacto: zona ‘césped’ (equipos, árbitros, enfermeros y fotógrafos en un número limitado), zona ‘tribuna’ (prensa, también limitada, y cámaras de televisión) y zona ‘exterior del estadio’, que comprende el resto del recinto. En cada una de las tres zonas hay un límite máximo de 100 personas.

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