El CV Teruel ha iniciado los contactos para renovar los contratos con la plantilla tras la precipitada finalización de la temporada 2019-2020 por la irrupción del coronavirus y sin que concluyera la Superliga. El club negocia con la voluntad de mantener a todos los jugadores del pasado curso, que rindieron a un alto nivel y, tras cosechar la Supercopa y la Copa del Rey, optaban al título liguero como segundos clasificados en la competición regular solo por detrás del Unicaja Costa de Almería.

El único jugador que ha confirmado su salida del equipo es el colocador titular Pedro Jukoski, que ha comunicado su incorporación a la segunda división francesa. La desvinculación precipitada del brasileño no ha sentado bien en la entidad naranja, que pretendía conservar el bloque de jugadores que, en la pasada campaña, aspiraba al segundo triplete de la historia del club.

El presidente del CV Teruel, Carlos Ranera, ha iniciado también conversaciones con las Administraciones y los patrocinadores privados en busca de financiación para afrontar el próximo curso. Ranera señala que las instituciones han ratificado su "respaldo" al club más laureado del deporte aragonés, mientras que las empresas colaboradoras están pendientes de la evolución de la crisis derivada de la covid-19. El directivo muestra, no obstante, su confianza en armar un proyecto "digno" para encarar la próxima temporada, con muchas incógnitas por resolver sobre el número de equipos, la asignación de las plazas europeas y el calendario.

Está atada la continuidad por una temporada más del entrenador, Miguel Rivera, que pasa el estado de alarma en Teruel a pesar de haber nacido y tener la mayor parte de su familia en Madrid. Rivera, que pilota el proceso de confección de la nueva plantilla, señala que será decisivo para cerrar los contratos conocer el presupuesto con el que se va a contar en el curso 2020-2021.

La Real Federación Española de Voleibol (RFEVB) dio por finalizada la temporada sin un ganador de la Superliga al quedar pendientes las dos últimas jornadas de la liga regular y el ‘play off’ final que iba a decidir el título. El cese anticipado de la competición deja también en el aire los descensos y ascensos de categoría.

Carlos Ranera explica que la RFEVB se mueve entre dos alternativas: no imponer descensos en la Superliga, pero aplicar los tres ascensos ordinarios o mantener los mismos equipos que en el curso 2019-2020. En el primer supuesto, la liga se disputaría entre 15 equipos frente a los 12 habituales, un incremento que alargaría la competición. Ranera apuntó la posibilidad, todavía por determinar, de que el aumento del listado de escuadras en la división de honor sea "temporal" para volver más adelante a la docena actual.

También está por cerrar la asignación de plazas continentales, aunque el CV Teruel, como ganador de la Copa tiene hueco asegurado en la Challenge Cup, siempre y cuando consiga financiación –el curso pasado tuvo que renunciar a la Champions al no conseguir fondos para costear su presencia–. Pero todavía no se han definido las plazas de la Liga de Campeones, donde podrían hacerse hueco los turolenses.

El proceso para arrancar la competición europea marcha con retraso debido a la paralización de las ligas de toda Europa con el coronavirus. Mientras que la inscripción en la Champions debería cerrarse a mediados de junio en una situación normalizada, actualmente se baraja el mes de agosto.

El presidente del CV Teruel advierte, no obstante, de que la incorporación de los equipos al tablero europeo estará muy condicionada, al igual que en la competición nacional, por la disponibilidad financiera para afrontar los costes.