Real Zaragoza

El arma más valiosa

La afición zaragocista se encamina hacia los 25.000 abonados con la ilusión intacta.

La afición del Real Zaragoza el pasado miércoles durante el Memorial Carlos Lapetra.
La afición del Real Zaragoza el pasado miércoles durante el Memorial Carlos Lapetra.
Guillermo Mestre

Principios de agosto en Zaragoza. Miércoles a las 20.30. Partido de presentación del Real Zaragoza ante su afición. Mucho calor. Y a La Romareda acuden 11.000 personas. Un hecho insólito. Tanto que hasta Víctor Fernández mostró, en la rueda de prensa posterior, su alegría por estos datos de asistencia: "En mitad del mes de agosto, con treinta y tantos grados de temperatura que tenemos todos los días, que vengan 11.000 personas al campo...se está generando un ambiente bueno y sano. Mi intervención del otro día era un poco para calmar eso sin perder la ilusión", declaró Fernández tras la victoria por penaltis ante el Alavés en el Trofeo Ciudad de Zaragoza-Memorial Carlos Lapetra.

La entrada de ayer, una asistencia con la que soñarían muchos equipos de Segunda División, duplicó los registros de la pasada edición del torneo, cuando 5.000 aficionados fueron testigos del choque entre Real Zaragoza y Levante. La ilusión por el inicio del curso es patente. Si hay algo de lo que no se puede dudar es de que la afición zaragocista va a estar siempre ahí. Ese ensueño de la hinchada blanquilla, que muestra cada periodo estival cuando el balón empieza a rodar en los encuentros de pretemporada, sigue yendo en aumento en esta campaña. A escasas horas de que comenzase el partido ante el Alavés, el club hizo pública la cifra de abonados hasta aquel momento: 24.415. Una masa de socios enorme teniendo en cuenta la categoría en la que milita actualmente el Real Zaragoza.

La temporada pasada, el conjunto blanquillo tenía 21.355 abonados el día 1 de agosto y el 21 del mismo mes, con la Liga ya empezada, la cifra ascendía a 25.094, para a finales del mes de septiembre superar los 27.000. Unos datos de récord que hablan de la tremenda ilusión y esperanza que había en el periodo estival del 2018. Sin embargo, como se ha visto, los números de esta campaña no distan mucho de los de la anterior, y ya se camina hacia la superación de los 25.000 abonados. La afición continúa siendo uno de los pilares básicos del conjunto. "El Zaragoza es la afición", reza el túnel de vestuarios de La Romareda. Y es que los aficionados blanquillos son capaces de elevar a su equipo a los cielos y de hundir el ánimo del conjunto rival. El apoyo de la gente es algo fundamental y el ensueño no lo pierden los zaragocistas, que anhelan con retornar a la máxima categoría del fútbol español esta temporada.

La ilusión por el Real Zaragoza no se ha enfriado. La primera piedra de la esperanza de la afición zaragocista fue la continuidad de Víctor Fernández en los banquillos. Su renovación ha permitido que la afición continúe enganchada. A esta base se sumaron la continuidad del milagroso Cristian Álvarez, que volvió a mostrar sus dotes de parapenaltis ante el Alavés, y la de James Igbekeme, que era uno de los anhelos del técnico, fijo en todas las pizarras de Víctor Fernández, y que en su corto periodo en el Real Zaragoza, ya ha desatado pasiones y admiración entre la hinchada.

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