Un equipo de balonmano de estudiantes, trabajadoras y madres a las puertas de la élite

El Schär Zaragoza, equipo de balonmano femenino que juega en la División de Plata (la segunda categoría del balonmano nacional), entrena a partir de las ocho y media de la tarde en el pabellón Siglo XXI. Unas jugadoras vienen de trabajar, otras de hacer los deberes del instituto y otras de preparar la cena para sus hijos en casa. En este equipo, a las puertas de la élite, conviven jóvenes promesas y veteranas, estudiantes de instituto y madres. Ninguna cobra, y todas invierten muchas horas de esfuerzo y amor por el balonmano.

El equipo se ha creado nuevo esta temporada, tras el ascenso del Colores a la División de Plata, sumando jugadoras de cuatro clubes: el Colores, La Jota, Almogávar y Maristas. Juegan en el grupo B de la segunda división con equipos vascos, navarros, riojanos, cántabros y un de Lanzarote. Van octavas, tras la victoria de la semana pasada frente al Lagunak, un rival directo. Este sábado viajan a Bilbao y se enfrentan al Kukullaga-Etxebarri.

"Tenemos un equipo fundamentalmente joven con varias veteranas. Nuestro objetivo este año es asentarnos en la categoría y seguir creciendo. Es un proyecto de futuro. La División de Plata es una categoría semiprofesional. La dedicación y el compromiso de las chicas son enormes", afirma Juan Luis López, el entrenador del Schär y anteriormente del Balonmano Colores.

Honnest, una joven portera

La más joven con 17 años es la portera Jacky Honnest Belson Ngo Nyap (se lleva poco con Danila So Delgado, de la misma edad). Nacida en Camerún llegó con un año a Zaragoza y descubrió el balonmano hace tres. "Yo hacía ballet y gimnasia rítmica, y mi madre me animaba a probar otros deportes. A los 14 años me apunté al Balonmano Colores y descubrí la magia de la portería", cuenta Jacky (unos le llaman Jacky; otros, Honnest).

En su casa se habla mucho de balonmano: también juega su hermana, de 13 años, y su madre, de 38. En la temporada pasada madre e hija compartían la portería del Balonmano Colores, donde Mamb (la madre) sigue jugando. Jacky estudia 4º de la ESO en el instituto Medina Albaida; el año que viene quiere hacer el Bachillerato de Ciencias Sociales y después le gustaría estudiar Psicología. "A veces se me hace duro compaginar los estudios con los entrenamientos. Quiero seguir formándome y progresando en el balonmano, no me pongo metas. Me gustaría jugar muchos años, como Raquel", asegura.

Raquel, madre, profesora y capitana

A su lado sonríe Raquel Zaldívar, una de las capitanas del equipo, la veterana, con 41 años para 42. Es madre de dos hijas, de 9 y 12 años, que también juegan a balonmano en La Jota. Es profesora en el colegio Gloria Arenillas de Zaragoza. Lleva más de tres décadas jugando a balonmano, ha competido en la élite (División de Honor) y mantiene la misma ilusión que cuando era niña.

"Cuando empecé no pensaba vivir todo lo que he vivido con el balonmano, siempre he sido feliz jugando. Empecé con 8 años en el colegio La Jota, que tiene mucha tradición de balonmano y ha sido una gran cantera de jugadoras. Jugué en La Jota hasta que acabé la carrera de Magisterio de Educación Física en la Universidad de Zaragoza. Entonces me llamaron de un club de Gijón y decidí dar el salto. Allí fui casi profesional, vivía en un hotel, me pagaban un poco y mientras estudiaba para las oposiciones. Jugué tres años y ascendimos a la División de Honor. Después me llamaron para trabajar de profesora en Zaragoza y volví", cuenta Raquel.

Trabajó en varios colegios rurales hasta que consiguió la plaza en el Gloria Arenillas. Tras su etapa asturiana, ha jugado en el Stadium Casablanca, el Cuarte, el Colores y, ahora, el Schär. "Este proyecto es el futuro del balonmano femenino en Aragón. Hay mucha cantera y hay que aprovecharla. El apoyo económico es fundamental", subraya. Le gusta compartir vestuario con las jóvenes promesas. "¿Has visto a Danila?, es una máquina", asegura.

Danila, la joven estrella

Danila So Delgado, 17 años, es el referente del equipo y una de las mejores jugadoras españolas de su generación. Es la máxima goleadora de la División de Plata en España (lleva 184 goles) y ya ha sido convocada con la selección absoluta. Aunque dice que de pequeña era "mala" en balonmano y que a ella lo que le gustaba era el fútbol. Tiene dos hermanos pequeños, de 10 y 13 años, que juegan en las categorías inferiores del Real Zaragoza. Sus padres también jugaron a fútbol en su país, Guinea Bissau. Danila nació en Lisboa y cuando tenía un año llegó a Zaragoza.

"De pequeña jugaba a fútbol en el colegio, primero en el Tenerías y luego en el Hilarión. Mis amigas se apuntaron al Balonmano Colores y yo también fui con ellas, a los 10 años. Al principio se me daba fatal. En Infantil de primer año, con 12, empecé a mejorar y cada vez me gustaba más. Me llamaron de la selección aragonesa y a los 15 fui con la selección española sub 17 al Europeo. Con el balonmano he viajado mucho y estoy viviendo experiencias muy buenas. Me gusta mucho y me dicen que tengo mucho futuro", cuenta, sin darse importancia.

Danila estudia 2º de Bachillerato en el instituto Pedro de Luna. El año que viene quiere estudiar Criminología en la universidad. "En unos años me gustaría estar en la liga de arriba, ser profesional, vivir del balonmano", afirma. "Tiene unas cualidades físicas innatas y una capacidad de esfuerzo muy importante. Es muy buena jugadora y muy buena chica", resume Juan Luis, que la entrena desde que tenía 13 años.

Este sábado, a las 20.00 juegan contra el Kukullaga-Etxebarri. Unas y otras, jóvenes y veteranas, sueñan con seguir creciendo.