El farolillo rojo de las estaciones de esquí de Aragón, Javalambre, abre hoy sus puertas ofreciendo al público 10 de sus 15 kilómetros esquiables. La bajada de las temperaturas ha permitido, por fin, poner en funcionamiento los 170 cañones de innivación con que cuenta este complejo invernal turolense en una temporada marcada por la falta de precipitaciones, una circunstancia que le ha hecho perder algunos de los mejores puentes festivos, como el de la Constitución y el de Noche Vieja.

Sus pistas se llenarán a partir de hoy de esquiadores, muchos de ellos escolares que acuden con sus profesores para aprender a deslizarse por la nieve. También las familias con niños eligen Javalambre para iniciarse en el deporte blanco y ello por las características que ofrece la estación turolense, la más joven de la Comunidad Autónoma, para un bautismo de nieve.

Javalambre cuenta con tres pistas para debutantes y otras tres de nivel intermedio y las seis se divisan perfectamente desde la terraza del Centro Sabina. Esta condición entusiasma a los padres, que pueden ver en todo momento la evolución de sus hijos mientras descansan y reponen fuerzas junto a la cafetería.

Javalambre, la estación situada más al sur de Aragón y también la más pequeña, cuida mucho a su público familiar. Por eso cuenta con una amplia zona de trineos en la que pequeños y mayores disfrutan de los juegos en la nieve hasta que el sol dice adiós ocultándose tras las montañas de la serranía turolense.

Más adrenalina

Si bien la mayoría de sus recorridos son de nivel verde y azul, los esquiadores que buscan liberar más adrenalina tienen también su lugar en la estación de Javalambre. La zona Lapiaz, en la parte baja del complejo invernal, está dedicada a ellos. Allí confluyen la pista Muro, de nivel rojo y un kilómetro de longitud, y la Amanaderos, la favorita de los esquiadores, con 2,5 kilómetros de largo que arrancan a 2.000 metros de altitud para descender con un nivel de dificultad medio-alto.

Así lo explica el director de la estación, Mario Gómez, quien destaca que Javalambre cuenta con unas instalaciones "muy completas" que incluyen, entre otros servicios, una escuela de esquí propia, una tienda de venta y alquiler de material para practicar el deporte de la nieve y cafeterías en cada una de sus distintas zonas.

Se espera que en los próximos días, y si el frío acompaña, se pueda seguir trabajando con intensidad para que la nieve que producen los cañones cubra la totalidad del dominio esquiable, aumentando el número de kilómetros listos para ser surcados por los esquíes.

La apertura de Javalambre este viernes coincide con la inauguración de una nueva pista, Bambolía, en la otra estación de esquí que hay en la provincia de Teruel, la de Valdelinares. Se trata de un recorrido verde de tres kilómetros y 287 metros de desnivel que parte de la zona más alta de la estación para llegar a la más baja, conectada con el pueblo que da nombre a este complejo. La provincia de Teruel sigue creciendo en instalaciones invernales, dando respuesta a la demanda de los municipios, que han encontrado en la nieve una gran fuente de riqueza.