Un castillo, un circuito «espectacular» y tres coronas en juego

Calatayud está lista para acoger este fin de semana el Nacional de motocross.

Preparativos de la prueba de motocross en el circuito Castillo de Ayud
Preparativos de la prueba de motocross en el circuito Castillo de Ayud
Macipe

Vallado en su sitio, camiones y furgonetas de equipos colocados en modo tetris, carpas levantas y barro, mucho barro. Todo está listo en el circuito Castillo de Ayud para acoger este fin de semana a la familia que da cuerpo a la quinta prueba del Campeonato de España de motocross. Una cita en la que concurren 107 pilotos de las categorías Élite MX1, MX2 y MX125, todas ellas pendientes de adjudicar sus títulos.

Estos últimos días, una veintena de personas, entre socios del Moto Club Calatayud y entidades colaboradoras, se han afanado en poner todo a punto. «Algunos han cogido fiesta y mucha gente se ha involucrado», explica el presidente de la entidad organizadora, David García. Durante el fin de semana, en las instalaciones habrá 160 personas, entre socios, familias, miembros de la Eupla, Protección Civil y de la Academia de Logística.

En sus casi 1.600 metros se despliegan más de una docena de curvas y lo más importante: saltos. «Los pilotos me dicen que les gusta porque es un trazado natural, con subidas y bajadas grandes, con saltos grandes, y eso gusta», reconoce Elías González, corredor local en Élite MX1. «Tiene dos valles, saltos, curvas, giros, subidas, otro salto, hay que calcular la caída…Es muy técnico y rápido en algunos puntos, tiene todo mezclado», resume García.

Todo ello hace que «se note el nivel de los pilotos, porque no deja descansar», destaca. El trazado Castillo de Ayud nació en 1994 de la mano del conocido como Javi Circuitos, un técnico de la Federación que alumbró un diseño «técnico», pero «espectacular». «Se ha mantenido la base y se han rectificado algunas partes, eliminando unos 300 metros de una curva pedregosa, con mucho polvo y que no se veía bien», indica.

El resultado en la actualidad es que «desde un mismo punto, puedes ver el 90% del circuito», afirma, y ahí se incluyen «saltos largos y curvas». Es decir, los ingredientes indispensables para que el público se vaya contento. Ante las previsiones de lluvia, por su parte, González es claro: «A los pilotos no les afecta, sobre todo a los punteros. Y para la gente, si acaba lloviendo que se coja un paraguas, porque va a ser mucho más espectacular, con derrapes y barro saltando».

Recuperado el hueco nacional, nadie en Calatayud oculta que el objetivo es acoger una cita internacional. «Muchos pilotos se extrañan de que aquí no haya una prueba del Mundial, porque el trazado lo merece», explica González, mientras da algunos retoques a su Kawasaki. «Desde que empezamos a hacer nacionales, notamos que vienen más pilotos españoles e internacionales», reconoce David García.

Entonces, ¿qué falta? «Pocas cosas. Hay que plantearlo a la Federación, que venga la FIM y que vean que se puede hacer», explica el responsable. Así, un técnico de la Federación Internacional fija unas exigencias técnicas que, una vez alcanzadas, abren la puerta a presentar el proyecto, donde ya entraría el apoyo institucional. En la baraja de posibilidades entran un Europeo de 85 cc, que movería unos 250 pilotos, o incluso el Motocross de las Naciones, con los mejores de cada país.

Con el paso del tiempo, cada vez entrenan en Calatayud más pilotos, incluso ha pasado por sus instalaciones el equipo Honda (HRC) con el campeón Tim Cajser a la cabeza. «Vinieron casi 40 personas, y todos se marcharon encantados», recuerda García. Una de esas particulares joyas de las que se quedan prendados está clara: «Cuando llegan al circuito, después de subir tanto y ven el trazado en la falda del Castillo, se quedan impresionados», reconoce. Así, el circuito Castillo de Ayud vuelve a prepararse para oler a gas otra vez.

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