Difícilmente olvidará Esther Briz este fin de semana. La remera más internacional de Aragón, flamante campeona del mundo júnior, inició el curso en Ribadavia, Orense, en una de las competiciones que siempre tiene marcadas en su calendario: el Campeonato de España de remoergómetro y de larga distancia. El año pasado ya firmó un doblete en ambas pruebas, que vino acompañado del récord nacional en la primera especialidad. Y este 2018 ha empezado de la forma más maravillosa: repitiendo la gesta.

Briz subió el sábado al primer cajón del podio rebajando la plusmarca que ella misma poseía. Finalizó con un registro de 7:01, cuatro segundos menos que la marca que hizo en 2017 (7:05) y que estaba sin batir desde 1995. Y ayer, la deportista del Centro Natación Helios redondeó el Nacional con el primer puesto en la prueba de fondo, que se celebró en Castrelo de Miño, liderando la clasificación de forma clara con una marca 22:47, mejor tiempo absoluto de la competición. El broche fue la entrega por parte de la Federación Española de Remo del diploma enviado por la Internacional que le acredita como la mejor del mundo.

"La verdad es que estoy muy contenta. Me he encontrado muy bien al inicio de esta temporada y el trabajo ha quedado reflejado en las dos jornadas con los oros. El fin de semana ha sido redondo y esto da un plus de ánimo para seguir el curso con la misma ambición", señalaba ayer Briz, que regresaba desde tierras gallegas junto con su entrenador, Alfonso Muniesa.

La joya del CN Helios en la disciplina de remo crece palada a palada. "Es una mujer que rompe todas las barreras. Es una chica humilde, trabajadora. Físicamente está en el perfil de las deportistas de alto rendimiento en remo. Ha ganado en fuerza. Pero la clave de su éxito es la cabeza. Psicológicamente es muy fuerte", analiza Muniesa. 2017 fue un año mágico: a los oros nacionales en remoergómetro y fondo sumó en verano otras dos coronas –en doble scull y skiff juvenil–, ganadas con apenas un intervalo de 20 minutos. Briz alcanzó el Olimpo en Trakai (Lituania), conquistando el primer título mundial júnior femenina en scull individual en esta disciplina para España. Una proeza magnífica para una deportista humilde. "Me quedo con la gente que ha estado a mi lado para todo: la familia, mi entrenador, el grupo de trabajo del Helios y del instituto Miguel de Molinos...", apunta Briz, de 17 años, que ha estado concentrada este invierno con el equipo nacional en Sevilla.

Ofertas del extranjero

Sus éxitos han traspasado fronteras y ha recibido ofertas de varias universidades estadounidenses. Mientras llega el momento de partir, Esther ya mira al calendario y planifica sus próximas citas. La más inmediata en marzo, "el Trial de Primavera, selectivo para formar parte del equipo nacional". Después tocará defender el primer puesto mundial y asegurar el billete a los Juegos Olímpicos de la Juventud en Buenos Aires.

En tierras gallegas también hubo otros aragoneses protagonistas. Teodoro Toboso, del Club Náutico, se llevó la plata en remoergómetro, y su compañero de club, Ignacio Ruiz fue quinto. En el mismo puesto finalizó Pablo Briz, del CN Helios, en sub 23.

En fondo, en juveniles Chloe Palma fue 15ª y Raúl Moratilla, 20º. En el cadetes, la pareja formada por Diego Lasheras y Carlos Ponce obtuvo la 18ª posición al igual que Lucía Bolea en solitario. Todos pertenecen al CN Helios.