Osanz, una saga familiar de corredores de montaña

El zaragozano de 18 años afincado en Jaca Daniel Osanz, ganador de una prueba junior de la Copa del Mundo, suele competir junto a su padre de 50 y a su hermano de 13.

De dcha. a izda., Daniel, su padre Francisco, su hermano Álvaro y su tío Jesús (también corre), en Oroel.
De dcha. a izda., Daniel, su padre Francisco, su hermano Álvaro y su tío Jesús (también corre), en Oroel.
D. O.

"Lo bueno de correr en familia es que vamos todos juntos a las carreras". Son palabras de Francisco Osanz, el "orgulloso" padre de una saga familiar de corredores de montaña de origen zaragozano aunque afincados en Jaca, que poco a poco se están haciendo un nombre en el mundo de las trails y que completan sus hijos Daniel y Álvaro, de 18 y 13 años, respectivamente, con quienes ya ha competido en varias pruebas. La última de ellas, la Ultra Collarada del pasado fin de semana, que constaba de tres etapas con 100 kilómetros de recorrido y 8.000 m de desnivel.


Francisco tardó 18 horas en completarla y quedó 1º en veteranos y 7º en la general, mientras que su hijo Daniel acabó 2º en el doble KV. Álvaro, por su parte, hizo la machada de acompañar a su padre los 22 últimos kilómetros de la etapa del sábado y subir y bajar el domingo a Collarada.


Pese a su juventud, Daniel Osanz tiene ya un palmarés envidiable y muy prometedor con el Campeonato y la Copa de España cadetes y sobre todo con el triunfo que logró este año en la prueba júnior de la Zegama, considerada una de las carreras por montaña más duras y que estaba incluida en la Copa del Mundo. La próxima semana tenía que acudir al Mundial que se celebraba en Italia, pero una lesión de tobillo le ha obligado a renunciar.


Este joven se aficionó a las carreras por montaña cuando con 12 años se mudó con su familia a Jaca. "Comencé haciendo atletismo y campo a través pero la pista no me gustaba nada y en el cross, solo los duros que ponen uno cada dos años así que empecé con esto y me enamoró", recuerda Daniel, que también practica el duatlón (es campeón de Aragón en categoría júnior).


Su padre también dio el salto a las ultras después de llegar a vivir a Jaca. Es un gran aficionado al ciclismo (ha hecho 17 Quebrantahuesos ya, todas ellas en menos de 7 horas) "y es un deporte que te viene bien para el fondo y para el aspecto mental, que es casi más importante que el físico en la montaña".


Recuerda que con 12 años ya salía a la montaña con Daniel a hacer picos de 2.500 metros. "Luego ya fueron tresmiles y nos gustó tanto a los dos que me empecé a apuntar a carreras y él me acompañaba, como ahora el pequeño, que también tiene mucho futuro", asegura. Algo que Daniel corrobora: "En las bajadas ya es muy difícil seguirle".


Reconoce que a la hora de entrenar es "muy solitario", pero le gusta compartir competición con su padre y con su hermano pequeño, "que le suele acompañar en las pruebas de más distancia porque se hacen muy largas".


La victoria en la Zegama le ha valido entrar a formar parte del equipo Salomon, cuyos colores luce el mismísimo Kilian Jornet. Aun así, Daniel no tiene suficientes patrocinadores para poder tener un sustento económico, por lo que la familia se va a mudar de nuevo a Zaragoza para que pueda iniciar el próximo curso el grado de Medicina "porque veo casi imposible vivir de esto". Y en ello insiste también su padre, Francisco: "Empieza a tener patrocinadores, pero lo primero son los estudios. Tendrá que compaginarlo con las carreras".


Este fin de semana volverán a vivir juntos una ultra, esta vez la Gran Trail Aneto-Posets. Su padre hará la prueba larga de 110 km y 6.700 m de desnivel y, y Daniel, convaleciente de la lesión, ha aceptado hacer la Vuelta al pico Cerler (22,5 km y 1.230 m).

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