Jaque mate en Benasque de varias generaciones

El Open Internacional de Ajedrez de Benasque encara un año más su recta final. En sus tableros se enfrentan a diario jugadores de varias generaciones que van desde los 8 a los 83 años. El más veterano es Luis Iglesias, que ha viajado por cuarta vez al torneo desde Cantabria. "Jugaba siempre a las damas pero hace diez años empecé con el ajedrez y hasta hoy", explica. Y tanto le apasiona que "hasta cuando duermo, juego en sueños".

En este ranquin de edades le sigue el oscense Gonzalo Yáñez, de 79 años, que ha acudido a 33 de las 36 ediciones. Su padre le inició en este juego a los 15 años "y desde entonces me fue gustando cada día más y ahora es mi vida", asegura. Gracias al ajedrez ha viajado por toda España "porque desde que me jubilé hace 20 años, no he parado de un sitio para otro". Su próxima cita será el Campeonato de España de Veteranos. Con todo, deja claro que para él lo importante no es ganar. "Prefiero ofrecer tablas y hacer partidas más cortas porque disfruto igual viendo jugar a otros".

En el lado opuesto están Peyranera Cavero, de solo 8 años, que ha empezado a jugar este mismo curso escolar en un programa 'online' que comparten varios colegios de la zona de Benasque. "Lo que más me gusta es que te hace pensar", confiesa. Un día vio el cartel del torneo que se celebraba en su pueblo y le preguntó a su madre si se podía apuntar "porque me hacía mucha ilusión", recuerda. Y lo ha cogido con tantas ganas que además de la partida de por la tarde, por la mañana da casi dos horas de clases particulares para intentar mejorar.

El segundo más joven es Pablo García, de Zaragoza, con 10 años. Ha viajado a Benasque con un campus para niños aficionados al ajedrez. "Me gusta todo de este deporte", asegura este pequeño, que empezó a jugar en una extraescolar. Junto a él, una docena de chavales de 10 a 15 años conviven estos días en la Escuela de Alta Montaña dando clases de ajedrez y disfrutando en los ratos libres de otros deportes como el fútbol. "Damos clases durante el año en varios colegios de Zaragoza y a los chicos que destacan les ofrecemos a venir aquí", explica Daniel Lafarga, su monitor.

La organización ya piensa en la 37ª edición de este torneo, considerado por muchos el más importante de España. El presidente de la Federación Aragonesa de Ajedrez, José Luis Pellicer, reconoce ser "un poco subjetivo" a la hora de valorar su importancia "porque nací aquí al lado, en Castejón de Sos, es el primer torneo que jugué en mi vida y creo que el ambiente que se logra aquí no se da en ningún lado". No obstante, también se apoya en otros datos más objetivos como los 411 jugadores de 31 países, que casi uno de cada cuatro tengan titulación, y que, según el ranquin de la propia Federación Española, en los últimos cuatro años han sido tres veces el número uno y una vez el número dos.

Pellicer cree, además, que lograr atraer a tantos amantes del ajedrez a una localidad del Pirineo como Benasque tiene mucho más mérito aún "porque aunque el torneo con más participantes de España se celebra en Barcelona, allí llegan los aviones y al AVE, mientras que para subir aquí hay que hacer como mínimo 200 kilómetros en coche". Otra característica diferencia del Open benasqués es que todos los participantes juegan a la vez "todos juntos y en un solo grupo".

Más allá de los deportivo, el torneo, que se clausurará el próximo sábado después de diez intensos días, es una gran inyección económica para Benasque en la antesala de la temporada alta de verano. Y es que calculan que por cada ajedrecista vienen al valle una media de 3,5 personas que aparte de seguir la competición, disfrutan de actividades paralelas y de excursiones por la zona.