Italia no se fía. Da igual que España haya quedado segunda de grupo, o que la derrota ante Croacia fuese un "shock" inesperado. Lo que prevalece es el recuerdo de hace cuatro años, cuando el equipo de Vicente del Bosque goleó a los azzurri.

Por eso, se refugia en su 'adn' futbolístico; apuesta por la fortaleza defensiva y regresa al recuerdo de equipos que, con grandes defensas como Giancinto Facchetti -en la Eurocopa de 1968- o Fabio Cannavaro -en el Mundial de Alemania 2006- se coronaron campeones.

Ahora, es el bloque defensivo del Juventus el que vuelve a ilusionar. Buffon, Bonucci, Barzagli y Chiellini son la gran esperanza de Italia para contener a España. "La mejor defensa del mundo". Una denominación que ha encontrado eco en la Eurocopa, pero que sólo podrá confirmarlo una victoria ante el equipo que ha sido su "bestia negra", como asegura el propio Giorgio Chiellini.

"Si me preguntan cuál es la mejor defensa del mundo, yo respondo que la que vence", destaca el zaguero del Juventus, que ha dejado claro en la sala de prensa de la Casa de Italia en Montpellier que, si el equipo de Vicente del Bosque no quedó primero de grupo fue porque "pecó de suficiencia ante Croacia".

Y frente a eso, Italia se presenta como un conjunto que aporta, sobre todo, trabajo, lo que les ha permitido volver a ilusionar a una afición que desconfiaba cuando partieron hacia Francia.

"Nuestra fuerza es la humildad del trabajo cotidiano. Con eso vencimos a Bélgica y a Suecia. Somos una pequeña sorpresa del Europeo, porque ahora todos dicen ¡me lo esperaba!, pero no lo esperaba ninguno", aseguró Chiellini.

Y ante ellos, un conjunto campeón de Europa y del mundo "con tantísima calidad que parece imbatible", según el defensa, que afirma que no hay otra fórmula que "luchar, tener un buen rendimiento y limitar al máximo los errores" para vencer a los españoles.

"A partir de ahí, podemos hacer cualquier cosa importante" y pensar "en el 28, el 29 o el 30 de junio". "Ahora, es bello soñar, pero hay que jugar", añade. El técnico, Antonio Conte, apuesta por ahogar el juego español desde la salida del balón. "Para un equipo como el nuestro es muy importante la intensidad y mantener una presión alta", ha asegurado Chiellini.

La selección italiana, que sigue preparando en Montpellier el decisivo encuentro de octavos, se desayunó con la renuncia de Marcello Lippi a ser el nuevo director deportivo de la federación y mantiene la preocupación por Antonio Candreva.

Lippi, el último técnico campeón con los "azzurri" se cansó de esperar la resolución de la Corte Federal que debía decidir sobre su posible incompatibilidad, puesto que su hijo es agente de jugadores, y comunicó por teléfono al presidente Carlo Tavecchio que no será el máximo responsable deportivo de la FIGC, que por el momento no busca sustituto. "Mi preocupación ahora es España", aseguró el dirigente.

Conte, mientras, está pendiente de Candreva, que se ejercitó durante los primeros diez minutos del entrenamiento con el grupo, pero luego se retiró a continuar con un plan específico de recuperación de la lesión de adductor que arrastra desde hace una semana.

El técnico italiano está dispuesto a esperarle, pero el centrocampista del Lazio aún no toca balón, a tres días del partido. Y, mientras, en las redes sociales aumenta el clamor para que Conte dé una oportunidad en el once inicial a Lorenzo Insigne, el jugador más bajo de la Eurocopa (1'63) al que se observa como el más desequilibrante ante la defensa española.