La problemática ofensiva y goleadora se ha descargado con frecuencia sobre los hombros de Ángel Rodríguez, pero hunde las raíces de sus causas también más allá del delantero centro. Entre el Real Zaragoza de este año y del pasado se abre un abismo cuando se coteja su rendimiento atacante, pero las diferencias no se encuentran tanto en la obra goleadora de un gigante anotador como Borja Bastón, sino en la producción aportada por sus escuderos: hombres de segunda línea que durante la campaña alternaron sus picos de rendimiento para que al equipo no le faltaran goles y asistencias. Pedro marcó ocho goles y repartió ocho, Eldin Hadzic firmó también ocho tantos y fabricó siete, Jaime anotó siete, Willian José cerró el año con diez dianas y siete asistencias, la mitad jugando en la segunda línea... Todo este suministro ofensivo se ha deteriorado de forma alarmante esta temporada.

Los registros de Pedro se han derrumbado: aunque suma seis asistencias en 26 partidos, solo ha marcado dos goles. E Hinestroza es todo carrocería, su efectividad está lejos de lo exigible en un club con las aspiraciones del Real Zaragoza: en 24 partidos solo ha marcado dos goles y entregado tres asistencias. Ya en la primera vuelta, Aria pasó desapercibido y Jorge Díaz se marchó al Numancia en enero con un solo gol.

Sin embargo, dentro de esta crisis ofensiva, surge una luz: Manu Lanzarote. El barcelonés es todo lo contrario que, por ejemplo, Hinestroza: decide bien más cosas que las que intenta. Quizá tiene menos presencia, pero es más efectivo. Prueba de ello son los números atacantes que ha cuajado en 434 minutos: dos goles y dos asistencias desde su fichaje por el Real Zaragoza a finales de enero. Aun así no ha sido un futbolista imprescindible para el técnico Lluís Carreras.

A Lanzarote le ha bastado en torno a un cuarto de los partidos que han jugado Pedro e Hinestroza, sus competidores directos en la posición de extremo, para ponerse a la altura de su producción ofensiva. Lanzarote ha jugado 434 minutos en 7 partidos, con dos goles (Osasuna y Lugo) y dos asistencias (a Dongou contra el Lugo y a Guitián frente al Elche).

Por su parte, Pedro distribuye sus dos goles (Ponferradina y Llagostera) y seis asistencias (la mitad de ellas en las dos primeras jornadas de liga) entre los 1.898 minutos disputados en 26 partidos. E Hinestroza ha necesitado 1.754 minutos en 24 encuentros para firmar unos números semejantes a los de Manu Lanzarote: dos goles (Elche y Córdoba) y solo tres asistencias (Deportivo Alavés, Huesca y Leganés).

Es más, tanto Pedro como Hinestroza no han producido goles ni asistencias en las últimas siete jornadas. Un dato muy preocupante sobre los comportamientos ofensivos del Real Zaragoza.

La alternancia de Carreras

Hasta el momento, desde la llegada de Manu Lanzarote, Carreras ha preferido implantar un sistema de alternancia con Pedro Sánchez y Freddy Hinestroza. Los tres jugadores obedecen a perfiles distintos y el entrenador se ha apoyado en esa diversidad a la hora de gestionar su decisiones: jugar por fuera y abierto con extremos a pie natural (Hinestroza-Pedro), favorecer la mezcla interior con extremos a pie cambiado (Pedro-Hinestroza), guardar la agitación y el revulsivo (Hinestroza)... Todo ello condicionado por la naturaleza del rival o las exigencias del partido.